Hace 5 años, Lytro se dio a conocer al mundo por comercializar el primer modelo de cámara que ponía en práctica el concepto de fotografía light field, por el cual la cámara plenóptica no solo recogía la intensidad de la luz incidente, sino también la dirección de los rayos de luz, algo que permitía jugar con la profundidad de campo y el enfoque después de disparar.
El concepto maduró con su Lytro Illum, que demostraba un gran potencial pero cuya implementación dejaba mucho que desear, tal como ya explicamos en su momento durante nuestras prueba, en parte debido a las dificultades técnicas derivadas de la gestión de la ingente cantidad de datos generados por la cámara.
Dos años atrás, después de unos primeros flirteos con la realidad virtual, la compañía decidió abandonar el mercado de consumo al cual se había orientado hasta la fecha y enfocarse al sector profesional del vídeo y el cine, donde su concepto podía dar más de sí… además de contar con presupuestos bastante más abultados que podían cuajar más con la necesidades de Lytro. En efecto, tal como ya comentamos entonces, la Lytro Cinema supuso un cambio de paradigma, eso sí, a 125.000 dólares de alquiler al día.
Sin embargo, la compañía había mantenido operativa hasta la fecha su plataforma online que permitía compartir sus imágenes “vivas”, es decir, aquellas que contenían toda la información del campo de imagen y que podías ser reenfocadas a voluntad. Ahora sus usuarios solo podrán verlas mediante la aplicación de escritorio. Lytro dice adiós definitivamente a sus inicios fotográficos.
Más información en el comunicado oficial.