La saga ‘Predator’ tiene mucho en común con ‘Aliens’, no solo porque sus caminos se hayan cruzado más de una vez como enemigos, y más allá de que la propia primera película de Predator sea una sinvergonzona derivación de la primera del xenomorfo, y cuyo resumen es, esencialmente, «Alien en una jungla». Pero hay otros puntos en común entre Aliens y Depredadores.
Ambas franquicias nacieron a partir de películas de ciencia-ficción insólitas, híbridas, aisladas del cine de género de sus respectivas épocas, y ambas se inspiraban en clásicos de la serie B como ‘Terror en el espacio‘ en el caso de Alien y ‘El malvado Zaroff’ en el de ‘Depredador’. Es cierto que esta última está enmarcada en un momento muy específico del género de acción, pero si ha cumplido tres décadas fresca es porque no se parece a nada.
En ambas sagas, además, el monstruo es absolutamente único, parte de un concepto muy poderoso, tiene una resistencia y fuerzas casi ilimitadas y está rodeado de enigmas. Tanto el xenomorfo como el Depredador funcionan mejor cuanto menos se explica sobre ellos: en ambos casos son enigmas que el espectador completa con su imaginación, y eso los hace doblemente fascinantes.
Por supuesto, el éxito de ambas películas llevó a sus respectivos responsables a prolongarlas en la dirección justamente opuesta: las secuelas y productos derivados que aparecieron a rebufo de las primeras entregas explicaban y exploraban más y más sus mundos. Pero en ninguno de los dos casos el mito se agotó del todo, y ahí está la prueba con un par de franquicias que gozan de relativa buena salud entre los fans y en taquilla.
El otro día hablábamos de libros, comics y videojuegos inspirados en ‘Aliens’. Hoy nos centramos en su eterno rival galáctico. Que comience la caza.
Los comics: junglas de asfalto y de las otras
Solo un año después del lanzamiento de su exitosa línea de comics sobre ‘Aliens’, en 1989, la editorial norteamericana Dark Horse lanzó una similar de ‘Predator’. También aquí estructuró la marca como una colección de miniseries sucesivas, cada una con su propio equipo creativo. La primera fue ‘Concrete Jungle’ (en España titulada simplemente ‘Predator’), una continuación más o menos directa de la primera película.
El protagonista aquí era el detective Schafer, hermano de Dutch, el personaje de Schwarzenegger en la primera ‘Predator’, y la ambientación era en Nueva York, lo que entronca con la primera secuela cinematográfica, también con el escenario urbano de Los Angeles. No es coincidencia: Chris Warner, editor de Dark Horse, comentó que la miniserie demostró que en ese universo había espacio para otros protagonistas.
La miniserie también incluía el regreso del general Phillips, el superior de Schwarzenegger y los suyos en ‘Predator’, aquí dirigiendo un comando clandestino anti-Yautja (la raza a la que pertenecen los alienígenas). El detective Schaefer volvería en dos miniseries más, formando una trilogía conocida como «las novelas gráficas centrales de Predator«, según Dark Horse: ‘Predator – Guerra Fría’ y ‘Predator – Dark River’.
En ‘Guerra Fría’ se sale del entorno urbano, y Schaefer y Phillips viajan hasta Siberia, donde ha descendido un nuevo contingente Predator. ‘Dark River’ concluye la historia desvelando el destino del desaparecido hermano de Schaefer y enfrentándolo al Predator de la primera película. Las tres miniseries fueron escritas por Mark Verheiden, responsable del histórico primer comic de ‘Aliens’, ‘Outbreak’ y guionista de películas como ‘La máscara’ o ‘Timecop’.
Salvo en sus choques con los Aliens, Predator ha tenido incursiones en los comics mucho más limitadas: pasó diez años sin comics propios que no fueran crossovers con otras franquicias. La cosa cambió en 2009 con la miniserie ‘Prey to the Heavens’, a tiempo para el estreno de la película ‘Predators’, volviendo a una ambientación terrestre, exótica y conflictiva: una guerra civil africana donde el Predator hace su agosto en términos de bodycount.
En la última década, Dark Horse se volcó a lanzar secuelas en comic de ‘Predator’ y a aprovechar el renovado interés en la franquicia ‘Alien’ gracias a ‘Prometheus’
Dark Horse se volcó a lanzar secuelas de ‘Predators’ en formato miniserie, pero también a unificar los universos de Predator y Aliens aprovechando el estreno de ‘Prometheus’. En miniseries como ‘Fire and Stone’ o ‘Life and Death’, la mitología Predator se prolonga, llegando a enfrentarse con los Ingenieros de la franquicia Alien. La última miniserie de ‘Predator’, ‘Hunters’, acaba de arrancar y se distancia de todo ello, ambientada en unas islas del Pacífico.
Por su parte, los comics de la marca ‘Aliens vs Predator’ son una bestia con características propias, tan abundantes y nutridos como los de ambas razas por separado. Lo cierto es que dan más explicaciones sobre la naturaleza e intenciones de esta estirpe de Cazadores, como se les llama habitualmente, que los propios comics de los Predator en solitario, con sus repoblaciones de planetas con xenomorfos, que llevan a cabo solo por el placer de darles caza posteriormente.
Hablaremos de esta subserie con más calma en otro momento, aunque vale la pena mencionar cruces de ‘Predator’ con personajes de otras editoriales: Batman se ha enfrentado en él en numerosas ocasiones, con o sin la Liga de la Justicia respaldándole. El resultado son tebeos de Batman atípicos y con el fantástico subido. El cazador también se ha visto las caras con el Juez Dredd y, hace un par de años, en un crossover histórico por lo insólito, con Archie.
Los videojuegos: píxeles térmicos
Los juegos basados en la franquicia han ido acompañando habitualmente a las correspondientes películas de la serie. De nuevo dejaremos para otra ocasión la muy nutrida representación de la subserie ‘Aliens vs. Predator’, que no solo tiene grandísimos títulos (y alguno horrendo), sino que ha hecho mucho por enriquecer la mitología Predator: la mayoría de los datos sobre la jerarquía social de la raza y sus intenciones viene de estos juegos.
El primer videojuego de Predator fue, cómo no, la adaptación para hardware de 8 bits y similares de la película de Schwarzenegger. Un pegatiros muy de la época con una atmósfera selvática muy conseguida y una dificultad desorbitada. La versión más extraña fue la de NES, en la que después de patearse todo tipo de junglas, templos y cuevas, Dutch acaba liándose a tiros con una cabeza gigante de Predator.
Más decepcionantes fueron las primeras versiones para videojuego, algo posteriores, de ‘Predator 2’. Con una estructura de shooter sobre raíles lateral y muy flojo técnicamente, enfrenta al jugador a los distintos grupos de delincuentes que le hacen la vida imposible a Danny Glover, y finalmente al propio alienígena.
En 1992 y 1993 llegó un juego distinto para Mega Drive y otras consolas de Sega. Estaba más orientado a la exploración laberíntica y los tiroteos indiscriminados, ahora con perspectiva cenital y con su estructura de rescate de rehenes y acción constante, replicaba bien la febril película de Stephen Hopkins.
El último juego de Predator fuera del sello ‘Aliens vs. Predator’ llegó en 2005 en una producción para Xbox y PS2 subtitulada ‘Concrete Jungle’, como el primer cómic. Su argumento, sin embargo, no tiene nada que ver: el jugador controla al Predator y tiene a su disposición todo su armamento y habilidades. El resultado es discretito, y ni siquiera novedoso, porque este rol ya se había podido disfrutar en juegos de ‘Alien vs. Predator’.
Los libros: páginas para cazadores
Mucho más escasos y menos dependientes del universo de las películas que los inspirados en ‘Aliens’, los libros de Predator fueron durante toda la década de los noventa adaptaciones de los comics de Dark Horse. La cosa cambió en 2006 con la primera novela original de Predator, ‘Forever Midnight’, escrita por John Shirley. La acción transcurría en un futuro lejano en un planeta selvático, y desarrolla una cultura y lenguaje propio para los Predator, el hish.
Después de algún título más, ambientado tanto en el futuro (‘Flesh and Blood’) como un parajes exóticos del presente en nuestro planeta (‘Turnabout’, ‘South China Sea’), las novelas de Predator atravesaron un hiato de casi una década, tras el que llegó en 2015 ‘Incursion’. Es parte de una trilogía que arrancó en ‘Alien: Invasion’ y concluyó en ‘Alien vs. Predator: Armageddon’, reforzando la presencia de Predator como parte esencial de esta batalla galáctica entre razas, y que analizaremos en detalle muy pronto.
También te recomendamos
Terminator volverá por sexta vez… tras un "reajuste"
Ciencia-ficción: 'Perseguido', de Paul Michael Glaser
Los mercenarios de Stallone regresan: 'Expendables 4' se estrenará en 2017
–
La noticia
Los otros ‘Predators’: la caza continúa en comics, novelas y videojuegos
fue publicada originalmente en
Espinof
por
John Tones
.