Os propongo que en este artículo dejemos a un lado el debate acerca de si muchos fans actuales de los discos de vinilo aprecian realmente su sonido o solo apoyan este formato por postureo o por seguir la moda. Creo que las dos opciones coexisten, pero merece la pena que las apartemos por un momento para volcar nuestra atención en algo que me parece mucho más interesante.
Una compañía austríaca llamada Rebeat ha desarrollado una tecnología que, según sus responsables, les permite fabricar discos de vinilo con una calidad de sonido superior a la que nos ofrecen los vinilos que podemos comprar actualmente en las tiendas. Pero esto no es todo. También aseguran que su técnica incrementa un 30% el tiempo de reproducción de cada cara del disco, lo que les permite alcanzar los 30 minutos, superando así los cerca de 25 minutos habituales por cara.
La tecnología de fabricación de discos de vinilo que propone Rebeat permite, según esta firma, incrementar sensiblemente su calidad de sonido
Y, además, dicen que pueden ser leídos por cualquier giradiscos convencional. No requieren un plato distinto a los que tenemos en casa. Echemos un vistazo con detalle para ver qué hay detrás de todo esto.
La clave está en la técnica de fabricación
Guenter Loibl, el fundador de Rebeat, y sus colaboradores proponen un proceso de fabricación muy diferente al utilizado habitualmente en esta industria. La primera diferencia importante reside en el molde a partir del que se obtienen los discos estampadores que nos van a permitir plasmar las copias en vinilo que nosotros podemos comprar (si queréis conocer este proceso con detalle os sugiero que echéis un vistazo al artículo de nuestros compañeros de Magnet).
Los fabricantes de discos de vinilo habitualmente utilizan moldes de níquel, pero la técnica de Rebeat propone usar moldes de cerámica porque, según ellos, su dureza es tal que no se degradan con el uso. O, al menos, se degradan mucho menos. Y esa degradación, cuando se produce, afecta negativamente a las copias que obtenemos en vinilo (los moldes de níquel no suelen resistir más allá de las 1.000 copias). Otro detalle importante consiste en que los surcos en el molde de cerámica se graban utilizando un láser de alta precisión controlado por un software que es capaz de reducir la distancia que separa a los surcos contiguos.
Los surcos en el molde de cerámica se graban utilizando un láser de alta precisión
Esta optimización del espacio físico requerido por los surcos hace posible, según Rebeat, incrementar el tiempo de reproducción de cada cara del disco de vinilo un 30%. Además, también aseguran que el proceso de conversión del archivo de audio de alta resolución original en el mapa topográfico en 3D que va a ser grabado en el molde de cerámica con la ayuda del láser les permite corregir los errores de lectura producidos por los brazos radiales y tangenciales.
Pero hay otra posibilidad. El espacio que permite ahorrar la grabación de los surcos en el molde de cerámica mediante un láser puede ser aprovechado para incrementar el rango dinámico y la relación señal/ruido, dos parámetros, precisamente, en los que los discos de vinilo hasta ahora palidecen frente a los formatos digitales. Esto es posible, según Rebeat, porque ese espacio ahorrado por la optimización del mapa topográfico tridimensional permite incrementar la amplitud de los surcos. Eso sí, en este caso el tiempo de reproducción no se incrementaría en ese 30% del que hemos hablado.
Pinta bien, pero los que mandan son nuestros oídos
Hasta aquí todo suena bien. Desde un punto de vista técnico, sobre el papel toda la información que nos ofrece Rebeat parece coherente. Solo hay un apartado que, honestamente, a priori a mí no me convence: el mapa topográfico tridimensional lo generan a partir de un archivo de audio en alta resolución. Y este fichero es, lógicamente, digital, por lo que su punto de partida es digital y no analógico. Hasta ahora los discos de vinilo con mejor calidad de sonido que he escuchado proceden de máster analógicos y respetan la integridad de la señal analógica en todo el proceso de fabricación. De principio a fin.
El mapa topográfico en 3D que va a ser grabado en el molde de cerámica se genera a partir de un archivo de audio de alta resolución
Eso sí, admito que la posibilidad de incrementar el rango dinámico y la relación señal/ruido de los discos de vinilo me atrae. Y mucho. Honestamente, yo me decantaría por mejorar estos dos parámetros, aunque esto conlleve que se mantenga el tiempo de reproducción de los discos de vinilo tradicionales. También me parece interesante la posibilidad de obtener copias en vinilo más fieles al molde original gracias a la utilización del material cerámico en este último. Si realmente se degrada menos que los moldes de níquel los audiófilos ya no tendrían que preocuparse por conseguir copias en vinilo con una numeración inferior, y, por tanto, con mejor sonido.
En LifeHacker han hablado con varias personas involucradas en la industria de los discos de vinilo para conocer su opinión acerca de la tecnología que propone Rebeat, y lo que apuntan es interesante. Buzz Godard, de Pro-Ject, un fabricante de giradiscos veterano, cree que hay potencial en esta tecnología para mejorar significativamente la calidad de sonido de los discos de vinilo. Jonathan Grado, de Grado Labs, una marca neoyorkina que fabrica buenas cápsulas fonocaptoras y unos auriculares estupendos, opina que Rebeat propone un método de fabricación más preciso, y eso es, obviamente, bueno.
Cameron Schaefer, responsable musical del club especializado en vinilos ‘Vinyl Me, Please’, se muestra un poco más reacio y hace hincapié en que, como cualquier otra nueva tecnología, es necesario probarla antes de emitir un veredicto. Yo me identifico con bastante claridad con estas tres opiniones. Me importa mucho la calidad del sonido, al margen del formato y su naturaleza digital o analógica, y si este nuevo procedimiento de fabricación de discos de vinilo realmente nos ofrece un rango dinámico y una relación señal/ruido superiores a los de los vinilos tradicionales, bienvenido sea.
Pero también creo, como he mencionado unos párrafos más arriba, que la obtención del molde a partir de un archivo de sonido digital de alta resolución resta un poco de encanto al proceso. No lo rechazo por este motivo, pero coincido con Schaefer en la necesidad de escuchar estos nuevos discos de vinilo para comprobar si realmente su calidad está a la altura. Muchos de los vinilos que podemos encontrar en las tiendas actualmente proceden de master digitales, y el sonido de algunos de ellos deja mucho que desear. En cualquier caso, tendremos que esperar hasta mediados de 2019 para probarlos porque, según Rebeat, será cuando lleguen los primeros vinilos HD al mercado.
Un último apunte: el «apellido» HD que Rebeat ha puesto a su tecnología es puro marketing, en mi opinión. Creo que no hace otra cosa sino distraernos acerca de lo que realmente nos están proponiendo: un nuevo proceso de fabricación más preciso que puede, en teoría, acarrear algunas ventajas. Si el año que viene estos discos de vinilo llegan al mercado me haré con varios de ellos para poder diseccionarlos a fondo y haceros llegar mis impresiones. Prometido.
Más información | Rebeat
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Los nuevos discos de vinilo HD llegarán en 2019: ¿merecerán realmente la pena o son solo una herramienta de marketing?
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Juan Carlos López
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