Hace tan solo unos días, Apple anunció sus nuevos productos durante la WWDC 2017, entre los que destacó el superlativo iMac Pro –no solo en potencia, sino en precio–, pero también los nuevos iPad Pro, las tabletas profesionales de la compañía, que prometen ofrecer un rendimiento a la par con algunos ordenadores portátiles.
La web Barefeats ha tenido la oportunidad de probar las últimas versiones del iPad Pro, tanto la versión renovada del modelo de 12,9″ como el nuevo modelo de 10,5” introducido este 2017, y los ha comparado con los ordenadores portátiles MacBook Pro Retina de 13″. A pesar de la dificultad de comparar distintas plataformas funcionando con sistemas operativos diferentes –iOS y macOS–, los resultados muestran que la promesa de Apple no cae en saco roto: los nuevos iPad Pro son capaces de competir de tú a tú con los portátiles de la compañía y, por ende, con portátiles de otros fabricantes.
Es destacable el salto cuantitativo en potencia de los últimos modelos de iPad Pro con respecto las versiones de 2015, debido en parte al nuevo chip A10X que incorporan estos primeros, con 6 núcleos de 64 bits, 3 de ellos de alto rendimiento que se activan para las tareas más complejas. En el apartado gráfico, los iPad Pro se permiten incluso de batir a los MacBook Pro de 13″, equipados con el chipset Iris Pro de Intel.
Por supuesto, esta comparativa no tendría sentido con los –por ejemplo– MacBook Pro de 15″, con procesadores Intel de cuatro núcleos y equipados con tarjetas gráficas dedicadas, mucho más potentes que los chipset integrados de las versiones de 13″. Sin embargo, por tamaño de pantalla, el MacBook Pro de 13″ es el que más se aproxima al iPad Pro de 12,9″ en experiencia visual, lo que ha motivado esta comparativa. Unos resultados que muestran que, dependiendo de las condiciones específicas de cada usuario, los nuevos iPad Pro pueden ser la herramienta idónea para la edición gráfica itinerante y, en muchos casos, sustituir a los ordenadores portátiles para estas tareas. Ahora, al menos, la potencia ya no es una excusa.
Fuente: Barefeats