El email marketing es todavía una de las grandes herramientas que tienen a su disposición las marcas y las empresas para llegar a sus consumidores. A pesar de que no pocos anunciaron hace unos años que había dejado de ser relevante por culpa de las redes sociales, el email marketing sigue teniendo una presencia sólida en la estrategia y sigue siendo un elemento decisivo para conectar con las audiencias, especialmente ahora que las redes sociales han puesto tan difícil el llegar hasta ellas.
Pero el email marketing es una vía compleja de contacto, una en la que los marketeros tienen que hacer muy bien su trabajo si quieren realmente conectar con sus potenciales audiencias y llegar realmente a ellas. Y, antes incluso de ponerse a analizar cómo las nuevas tecnologías pueden cambiar todas las cosas, habría que partir de los retos a los que ya tienen que enfrentarse los marketeros en su estrategia en este terreno. Seis podrían ser los grandes puntos en los que tienen que trabajar a nivel básico, como apuntan en un análisis de eConsultancy.
Convertirse en relevantes
Los envíos de email marketing tienen que competir con una bandeja de entrada en las cuentas de correo electrónico de los consumidores que están demasiado llenas y a las que ya no les prestan mucha atención. Tienen que lograr ser relevantes en medio de todo el ruido y esto no es siempre sencillo. Para los marketeros es un reto importante porque si los envíos no son relevantes el receptor directamente no los abrirá.
Encontrar la frecuencia de envío adecuada
Mandar demasiados emails es un problema… Mandar demasiado pocos también. Los responsables de marketing tienen que encontrar el término justo en la estrategia de email marketing y eso requiere, directamente, conocer mejor a los consumidores y establecer un vínculo más eficiente y efectivo con ellos. Tienen que encontrar el equilibrio que funciona para cada receptor.
El engagement de los suscriptores de correo sigue un proceso de caída
Además de que el engagement general de los usuarios de email marketing ha ido cayendo en los últimos años, el propio proceso interno también lo hace. Los consumidores empiezan con mucho entusiasmo y luego este se les enfría. Se podría decir que hay una suerte de ciclo de vida en lo que a suscripciones de email marketing toca. Se empieza con mucho entusiasmo y, progresivamente, se va perdiendo. Tras apuntarse a una lista de correo, se abre todo lo que se recibe. Después, sin embargo, se va perdiendo el interés.
La calidad de los datos debe ser muy buena y debe integrarse con los demás elementos
Para triunfar en email marketing no sirve con simplemente tener la dirección de correo electrónico de los usuarios de la red, también hay que tener una buena base de datos que ayude a perfilar como son y, sobre todo, que esa información esté bien integrada con los demás elementos que emplea la compañía para conectar con sus potenciales consumidores. Es la única manera de conocer bien a los consumidores y ofrecerles lo que realmente les interesa.
Hay que cuidar la entrega
O básicamente hay que ser capaz de evitar que los envíos se queden atrapados en los filtros de spam o en los sistemas de bloqueo puestos en marcha como medidas de seguridad.
Y hay que cuidar cómo se ven los mensajes, sea donde sea
No tiene sentido trabajar todos los puntos anteriores y posicionar muy bien el mensaje si después el mail no se ve bien. Puede parecer una obviedad, pero si se piensa en los correos que se recibe cada día posiblemente se llegue a la conclusión de que no lo es tanto. Todavía hay quienes no son capaces de ofrecer una experiencia consistente en todos los servicios de mail.