Estos son algunos de sus peores ejemplos de esta nueva fuente de beneficios para las desarrolladoras.
En apenas unos aos nos hemos acostumbrado a que los videojuegos ofrezcan todo tipo de contenido extra mediante su compra dentro del juego. Lo que supone un pequeo desembolso para el jugador por un simple contenido esttico, o una ayuda puntual que ofrezca ese empujoncito necesario para superar un determinado nivel, se traduce en ganancias millonarias para las desarrolladoras.
Las microtransacciones han consolidado un modelo de negocio que no deja de crecer, y que ya se utiliza prcticamente en todos los lanzamientos de videojuegos actuales, independientemente del gnero o la plataforma. Lo que en muchas ocasiones es una mera oferta opcional, que no tiene por qu afectar negativamente a la experiencia, corre el riesgo ocasionalmente de establecer un sistema de «pay-to-win» en el que si no se adquieren, muchas veces resulta imposible avanzar en el juego. Tambin se cobran precios desorbitados por elementos completamente intiles, pero que son un smbolo de prestigio social. Y los DLC? Pueden ser excelente aadidos que sumen horas de diversin a nuestro juego favorito pero, en ciertos casos, parecen contenido recortado del juego con el simple propsito de sacar un beneficio extra. Repasamos algunos de los peores contenidos ofrecidos en videojuegos a travs de pagos extra.