Los dispositivos móviles son ubicuos. Cada vez los empleamos más y de forma más recurrente. Se han convertido en los aliados para el trabajo diario, en la herramienta para conectar con nuestras familias o en el elemento que empleamos en todo momento cuando salimos de compras. Los móviles son ya una parte crucial de nuestro día a día, lo que hace que para las empresas y las marcas sean algo que estudiar y que mantener siempre bajo control. Tienen que comprender cómo funcionan, cómo evolucionan y tienen que ser capaces de adelantarse a los cambios y a las tendencias.
Por ello, saber hacia dónde va el universo móvil puede resultar decisivo para asegurarse el éxito y para seguir manteniendo buenas relaciones con los consumidores. Comprender las tendencias que motivarán cambios, ajustes y reposicionamientos es crucial, como también adelantarse a los nuevos servicios y a las nuevas propuestas.
Para comprender qué se debe esperar y qué no del mercado móvil, se puede partir de un análisis que publican en Entrepreneur, en el que se señalan aquellas cuestiones que impactarán en las apps móviles y que marcarán la agenda ‘mobile’ del futuro.
Realidad aumentada y realidad virtual
Las dos tecnologías se han convertido en uno de esos elementos de moda en los últimos años, los que siempre se incluyen en los análisis y en las previsiones. Sin embargo, no son solo un elemento de moda o una cuestión que esté posicionándose de cara al futuro, sino algo que ya se tendría que tener en cuenta como un elemento de cambio inmediato. Al fin y al cabo, ya se han hecho cosas y cosas con muy calado en este terreno (y la fiebre de los Pokemon Go hace unos años no era más que un ejemplo) y, sobre todo, las empresas empiezan a jugar ya con ambas cosas.
Inteligencia artificial
Está ya presente en todas partes como la gran promesa de cambio y se está ya posicionando en muchos terrenos. El universo móvil no va a quedar al margen y la inteligencia artificial tendrá un impacto directo sobre el mismo también, creando no solo nuevos servicios o posicionando nuevos elementos (como pueden ser los bots) sino también trabajando en otros elementos más complejos, como pueden ser interfaces cognitivas (que aprenderán de nosotros para adaptar el servicio).
Las apps se van a la nube
Una de las grandes revoluciones de nuestro escritorio de ordenador fue la nube. Hace unos años era una cosa futurista, ahora forma parte de nuestra vida diaria y cotidiana. Los usuarios ya han asumido que así funcionan las cosas y que la nube es lo que les permite acceder y usar muchos servicios. La nube empezará ahora la conquista del móvil (todavía más) para ser tan omnipresente como lo es en el escritorio. Las apps dependerán cada vez más de la nube.
Pagos móviles
En cuatro años, el dinero que movían los pagos móviles creció en 500 millones de dólares. Y todavía tiene mucho más por crecer. Cruzarte con una persona en la cola para pagar un billete de tren que está intentando pagar con su dispositivo móvil es ahora algo que llama la atención.
En unos años dejará de serlo. Teniendo en cuenta que las grandes del mercado online están entrando en este segmento, no es difícil visualizar cómo crecerá todo esto en el futuro inmediato. Si a eso se suma que muchas apps en nichos populares como los juegos ya han empezado a emplear estas herramientas, en lugar de pagos con tarjeta, se tiene todo más claro.
Personalización y localización
Ya no se trata solo de que instalemos apps a nuestra medida y nuestra elección, es que los servicios que recibimos de las empresas y de las diferentes plataformas tendrán que ser cada vez más únicos. Queremos experiencias que se ajusten a nosotros y que sean lo que buscamos. Las compañías tendrán que aprender de modelos como el de Airbnb o Netflix, que proponen aquello que saben que nos va a interesar tras haber aprendido de nuestras acciones.
Por ello, no sorprende que la localización y el ajustar lo que se ofrece al dónde están los usuarios sea una de las grandes tendencias de futuro. Los servicios basados en la localización y el uso de beacons son cuestiones emergentes.
Otros cambios tecnológicos
A esto habrá que sumar que también se modificará lo que se considera móvil o se diversificará el entorno en el que se necesita introducir apps. Los wearables pedirán sus propias apps y se convertirán en nuevos escenarios de movimientos e información para marcas y empresas. Esto entra además en un escenario más completo, el del internet de las cosas, que impactará también en lo que se hace desde el móvil.
No es el único cambio que impondrá el mercado. También habrá una mayor preocupación en términos de seguridad, lo que modificará lo que se ofrece y cómo se ofrece. En este entorno no sorprende descubrir, por otra parte, que otra de las grandes tendencias de cambio estará vinculada al blockchain, una herramienta muy útil a la hora de identificar a los usuarios y garantizar la seguridad en las transacciones.