Los influencers han sido una de las grandes cuestiones de moda durante 2017. Las marcas y las empresas los emplearon de forma recurrente y se acercaron a ellos de forma cada vez más habitual para intentar posicionar sus mensajes y sus contenidos. Los influencers son una de las formas más claras y directas de llegar a los consumidores, o al menos eso es lo que se ha aprendido durante el año. A medida que los formatos tradicionales han dejado de funcionar, este formato se ha posicionado como la gran alternativa para lograr convencer, trasmitir y conseguir respuesta.
Pero ¿qué más ha cambiado este año en lo que respecta al marketing con influencers? Según señalan en Digiday, se podría decir que existen cinco grandes tendencias que se han instalado a lo largo del año y que se convierten en las grandes conclusiones con las que se debe cerrar en mente el año.
Los datos disponibles sobre marketing con influencers han mejorado durante el año
Sigue siendo complicado para las empresas y para los responsables de marketing traducir muchas veces lo que están logrando con sus campañas con influencers. Al fin y al cabo, es fácil saber lo que están invirtiendo y gastando, pero no tanto lo que ese dinero les está consiguiendo. ¿Están cumpliendo objetivos? ¿Es el retorno de la inversión realmente valioso?
La cuestión no se ha solucionado del todo, pero sí ha mejorado de forma notable en los últimos tiempos. Como recuerdan en el análisis, las herramientas que tienen los marketeros a su disposición son cada vez más sofisticadas y son cada vez mejores, lo que les permite lograr mejores resultados y posicionarse de un modo mucho más eficiente. No hay logrado solucionar todos los problemas, pero sí ser capaces de contar cada vez con más datos de alcance, visibilidad, estilo y demografía ligados a las campañas.
La relación con influencers es cada vez más profesional
O lo que es lo mismo, el marketing con influencers está en una etapa mucho más madura en su relación entre jugadores. Los influencers tienen que cumplir ya con una serie de requisitos para ser tomados en cuenta por las marcas y empresas y su relación con ellas empieza a estar regulada por contratos cada vez más claros y específicos.
El marketing con influencers empieza a ir más allá de las redes sociales
Cuando trabajan con influencers, los responsables de marketing quieren que sus contenidos se puedan emplear no solo en redes sociales sino también en promociones en otros terrenos, como pueden ser podcasts, publicidad en ecommerce o anuncios en general. Por ello, los contratos y acuerdos son cada vez más complejos y más completos y empiezan a estructurarse ligados a más cosas. En lugar de ser relaciones puntuales, empiezan a estructurarse como campañas en las que los contenidos se pueden usar durante unos seis meses.
Los microinfluencers aún son terreno de arenas movedizas
Para las marcas y empresas, los microinfluencers se han convertido en un elemento cada vez más interesante, porque permiten llegar a audiencias más concretas y específicas y dejan conectar conectar con ellas con un mayor grado de engagement. Sin embargo, todavía hay quienes ven en esto un terreno resbaladizo, con elevado potencial para el fiasco (es mucho más fácil crear un perfil falso de este tipo) o que se está convirtiendo en la última gran burbuja.
El fraude y las regulaciones legales se están convirtiendo en dos grandes problemas
Los dos elementos operan de forma diferente y a distintos niveles, pero ambos son serios dolores de cabeza para las marcas y las empresas que están empezando a emplear a los influencers. Por un lado, el fraude empieza a ser cada vez más recurrente. Los influencers en cuestión no son tales, sino que usan bots para parecer más populares, compran followers o usan lo que se llama ‘Instagram pods’, grupos en esa red social que impulsan los posts de sus miembros.
A eso se suma que las autoridades – y el caso de la FTC estadounidense es el más claro – son cada vez más vigilantes con este tipo de anuncios.