Los hábitos de consumo y las preferencias de los consumidores son un elemento se podría decir que está en constante actualización, especialmente en los últimos tiempos, en lo que los cambios de consumo se enmarcan en un cambio mucho mayor (el impulsado por internet) que abarca un escenario mucho más amplio. Las cosas son cada vez más variadas, más complejas y con más opciones para los consumidores, que pueden escoger entre cada vez más cosas y que tienen cada vez más elementos en cuenta a la hora de tomar sus decisiones de compra.
Y todo ello ha llevado a que los responsables de tomar decisiones en las empresas tengan también que estar cada vez más a la última de lo que sus consumidores quieren y más atentos a lo que está ocurriendo en el mercado. Sobre todo, porque aunque las grandes compañías sigan haciendo ciertas cosas y sigan llegando a los consumidores de un modo, estos empiezan a ser cortejados por compañías que hacen cosas diferentes y que están rompiendo con ciertas cuestiones ‘de siempre’. En lo que hacen esas compañías emergentes y en cómo responden a ello los consumidores se pueden encontrar señales sobre cómo será el consumo del mañana.
En ese terreno es justamente donde están destacando varias startups del comercio electrónico. Por ahora, este tipo de compañías están operando en los Estados Unidos, que es dónde están teniendo éxito, pero, como suele ocurrir con este tipo de operaciones y con todo lo que triunfa en EEUU, seguramente acaben dando el salto (o al menos el modelo con el que operan) fuera de ese mercado. Lo que hacen y el cómo lo hacen ya permite, eso sí, comprender mejor cómo están cambiando los consumidores.
Las compañías en cuestión son firmas innovadoras en el mundo del comercio electrónico que funcionan llegando a nichos muy concretos. En lugar de querer tener grandes márgenes y grandes cantidades de consumidores, buscan llegar a un grupo concreto de consumidores, especializándose en mercados concretos, como explican en AdWeek. Su modo de actuar es por tanto distinto (no quieren ser Amazon ni luchar con las mismas armas) y perfila cómo será el consumidor del mañana.
Lo que se puede aprender de ellas
De lo que hacen se podrían aprender varias lecciones. La primera es que los consumidores quieren comprar cada vez más de un modo más sencillo. Los modelos con los que operan estas compañías son bastante simples y el consumidor tiene que hacer un mínimo esfuerzo. Algunas de ellas juegan con elementos como, por ejemplo, precios estándares (todas las cosas cuestan X dólares, por ejemplo), para así hacer que el proceso de compra sea mucho más fácil.
El segundo punto en cuestión es el que debería preocupar más a las marcas y a las empresas responsables de las mismas, ya que estas emergentes compañías innovadoras del ecommerce son también emergentes líderes de la tendencia del debranding y la muerte de la marca. Lo que venden no está asociado a una marca concreta, en algunos de los casos. En vez de dar opciones de muchísimas marcas, ofrecen una suerte de marca blanca estándar que simplifica las cosas. Las compañías señalan además que con esto se evita al consumidor el pagar impuesto de marca (el que las cosas sean más caras porque tienen detrás todo el trabajo de crear marca).
Además, señalan que con esto también se puede simplificar el packaging y el modo en el que se presentan los productos.
Porque, por supuesto, el modo en el que se hacen los envíos es uno de los puntos clave de la actividad de estas compañías de nuevo cuño. Dado que solo operan por internet, pueden controlar mucho mejor todo el proceso de compra. El tercer punto clave del modelo de estas empresas es que controlan todo el proceso de compra para así controlar toda la experiencia del cliente y hacerla memorable y agradable.