Si me preguntaran cómo es el plan de Marvel/Netflix, de los que estamos viendo los «últimos coletazos» de la «Fase Uno», diría que difícil y ambicioso. Con el estreno el viernes 17 de marzo de la primera temporada de ‘Iron Fist‘ concluye el periplo hacia ‘Los Defensores’, la miniserie crossover que veremos más adelante en este 2017.
Así, habiendo visto ya todas las series que conforman el Netflixverso Marvel (a saber: ‘Daredevil’, ‘Jessica Jones’, ‘Luke Cage’ e ‘Iron Fist’), y sobre todo a raíz de las reacciones hacia esta última, creo que es hora de hacer una valoración global sobre lo que hemos presenciado hasta ahora: ¿está mereciendo la pena esta viaje?
Vayamos y digamos una verdad que, aun no siendo demasiado precisa, puede ser incómoda o que muchas veces no nos gusta reconocer: todas las historias son iguales. Claro, hay hueco para cosas nuevas y la complejidad, pero la gran mayoría de historias siguen, al menos en su estructura más básica, uno de los seis tipos de arcos principales definidos en base a la suerte del protagonista (tragedia, auge-caída-auge…).
En las historias de superhéroes estos arcos básicos son aún más palpables debido a la misma naturaleza del género. Dependiendo del personaje, hay una serie de patrones ineludibles, un «viaje del héroe» con sus variantes definidas prácticamente desde la invención de la dramaturgia. Lo que las hace distinguibles es el planteamiento, los dilemas que plantean sus temas, la singularidad de su entorno y su naturaleza.
No hace mucho hablé sobre la necesidad de que hubiera diversidad en el planteamiento de las obras de superhéroes. Como lector de cómics disfruto tanto del tono más «palomitero» (‘Lobezno y la Patrulla-X’) como del serio y transcendental (‘Watchmen’). En lo personal me gustan más los héroes que disfrutan de ser héroes, que no estén perpetuamente al borde de la depresión por tener superpoderes. Es por eso que en el cine Marvel vapulea a DC… o que lo mejor que da DC está en The CW con ‘Supergirl’ y ‘Flash’.
Marvel decidió que para Netflix debía usar un planteamiento mucho más serio que en las películas, desligándose así de su tono habitual y con la oportunidad de trabajar más a los personajes elegidos: superhéroes que no tienen claro el querer serlo, que sus decisiones son en ocasiones moralmente cuestionables. Personajes altamente complejos y fascinantes.
De ‘Daredevil’ a ‘Iron Fist’: de más a menos
El tibio recibimiento de ‘Iron Fist’, que sigue a una crítica que no ha tenido piedad con la última serie «individual» del plan ‘Defensores’ puede responder a dos factores: el primero responde a la clásica fluctuación de hype previo. Así ‘Daredevil’, también por ser el más conocido, acarreó muchísima expectación durante su producción y estreno; ‘Jessica Jones’ provocó algo menos de ruido mediático, pero tuvo unos niveles aceptables; ya con ‘Luke Cage’ y ‘Iron Fist’ el seguimiento en los medios e incluso entre los fans ha sido mucho más comedido.
Por otro lado tenemos el factor «villano», cuyo desarrollo, trama y planificación no parecen estar a la altura de la serie ni del protagonista. Como ejemplo tenemos a ‘Daredevil’, que ha llegado a ser acusada de «anti-asiática» por el nulo desarrollo de los malos de raza asiática. Crítica que también recibe ‘Iron Fist’ por no aprovechar y cambiar la raza del protagonista por una del lejano oriente para evitar el cliché del «salvador blanco».
Otra de las grandes críticas es la estructura de cada serie. Independientemente de que nos haya gustado más o menos, los trece episodios de cada serie pesan. Si bien con esta longitud da tiempo de sobra para desarrollar a los personajes y meter capas y capas de profundidad a la trama, esta se ve resentida por la tendencia de la narración descomprimida. Es decir, que con un par de episodios menos hubiera bastado.
Una de las cosas que hacen especiales a las tres primeras series de Marvel/Netflix es que intentan que tenga una fuerte personalidad. ‘Daredevil‘ es quizás la serie de más acción, la más «superheroica» por así decirlo y primero Steven S. DeKnight y luego Doug Petrie y Marco Ramirez como showrunners se dedicaron a explorar la bipolaridad de Matt Murdock: el sentido de la justicia, cómo encaja su vida nocturna con la diurna y su fe, los límites que separan al héroe del vigilante y del verdugo. De hecho iba al grano en cuestiones que, por ejemplo, en ‘Arrow‘ pasan muy por encima.
En ‘Jessica Jones‘, Melissa Rothenberg nos sorprendía con un personaje femenino muy sólido pero vulnerable a la vez. La aparición de Kilgrave creaba el entorno perfecto para hablar de manipulación, maltrato, relaciones abusivas… con la mujer en el centro. Un aspecto que, si os interesa, podéis ver también en ‘Big Little Lies‘ con el personaje de Kidman o en la imprescindible ‘Sweet/Vicious‘.
‘Luke Cage‘, aun no teniendo una gran historia (o, por lo menos, a mí no me terminó de convencer), tenía en su poder la baza de ser una serie eminentemente «negra», una que hablaba del corazón de la comunidad afroamericana en Nueva York y, además, todo un guiño a la blaxploitation setentera. Todo estaba pensado para hablar de esa realidad, y hacerlo a todos los niveles que puede ofrecer una producción televisiva. Que, por cierto, si os interesa este tema pero fuera de los superhéroes, la genial ‘Atlanta‘ puede ser vuestra serie.
Y ‘Iron Fist’ carece de todo lo que distingue a las series anteriores, tanto que ni siquiera tiene una personalidad definida. Una serie impersonal y genérica en la que lo único interesante es que prepara el terreno para ‘Los Defensores’ al meterse de lleno con una lucha con La Mano. La sensación es de hecha con prisa y desgana, de querer quitárselo de encima rápidamente y pasar a otra cosa. Hecho que ha hecho que la crítica castigue a la serie, siendo con diferencia la peor valorada en portales como Metacritic y Rotten Tomatoes:
Como podéis comprobar, el público ha sido algo más magnánimo con la serie protagonizada por Finn Jones, aun así sigue siendo la peor valorada en sendos portales.
Qué sabemos de ‘Los Defensores’
Una vez vistas las cuatro series se puede corre el peligro que ya ‘Los Defensores’ (que llegará en verano) no nos interesen demasiado. Pero el halo de esperanza surge cuando el equipo detrás de la miniserie crossover es el mismo de ‘Daredevil’: Douglas Petrie y Marco Ramirez fueron contratados como showrunners, aunque el primero decidió abandonar el proyecto tras finalizar la escritura del guion.
Por lo demás, sabiendo que siempre picamos con los crossovers de Marvel (tanto con los buenos como con los malos) y aunque CW nos ha acostumbrado a sus cruces con desigual resultado, el ver a Charlie Cox, Krysten Ritter, Mike Colter y Finn Jones compartiendo pantalla junto con los secundarios de honor de sus respectivas series y protegiendo a Nueva York de La Mano y con Sigourney Weaver como villana principal es un auténtico evento que yo no me quiero perder.
En Xataka | Finn Jones, en ‘Iron Fist’ no hay blanco ni negro, todos somos grises
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Las series de Netflix y Marvel, ¿de más a menos?
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Albertini
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