Cada cierto tiempo una palabra o un término se ponen de moda en el universo del marketing. La palabra sirve para designar a alguna tendencia, a algún cambio o a alguna herramienta. Se convierte rápidamente en ubicua y asume así rápidamente también papeles destacados en la lista de intereses (y luego preocupaciones) de los responsables de marketing. ¿Están a punto de unirse a la lista de términos de moda las siglas ETL?
Las siglas ETL agrupan a tres palabras en inglés, extract, transform y load (extraer, transformar, cargar), y son, según señalan en Warc, el «próximo acrónimo que necesitas entender». El término no es exactamente nuevo.
Los procesos ETL ya habían aparecido en la conversación en tecnología y, especialmente, en medios y contenidos especializados en gestión de carga de datos. Pero el término ha dejado de ser una cuestión para CIOs y ha empezado a ser algo también que se infiltra en el terreno de los CMOs.
Qué cambian
Estas herramientas – y sobre todo la automatización de estos procesos – hace que el trabajo de los marketeros sea más simple. Los procesos ETL permiten peinar las cargas de datos que se obtienen de diferentes fuentes de información y generar resultados unificados que posibilitan llegar a conclusiones mucho más rápido y de forma más eficiente.
Es, al final, una de las soluciones para uno de esos problemas recurrentes a los que se enfrentan los responsables de marketing, el tener la información en diferentes silos y el tener que ser capaces de sobrepasar las barreras que impone esta fragmentación. Dado que con su uso se simplifica el proceso para obtener resultados y la muestra de esos resultados, estas herramientas permiten también que el marketero pueda acceder de un modo mucho más simple y sencillo (y más eficiente) a lo que necesita en términos de información.
Pero no es una varita mágica
Como explica un experto a Warc, el buen uso de estas herramientas haría que las campañas de publicidad online fuesen más eficientes y más funcionales, ya que los datos obtenidos ayudarían a optimizar mucho mejor lo que se ofrece como mensaje.
Aunque, como suele ocurrir con todo lo que depende de los datos, las herramientas y los procesos ETL no son una varita mágica y no solucionan todos los problemas de un modo mágico y sin encontrarse con ciertas cuestiones antes.
Para que todo funcione, antes los responsables de marketing tienen que asegurarse de que los datos que tienen son los datos que necesitan. Los datos no solo tienen que haber sido guardados con cierta calidad, sino que además tienen que ser consistentes y tienen que ser verídicos. La información tiene que ser valiosa si quiere aportar valor a quienes la están empleando.