Yo, que ya soy perro fotógrafo viejo, he hecho en mi vida muchas hojas de contacto. Los hijos de la revolución digital fotográfica a lo mejor ni saben lo que es. Pero las hojas de contacto son fundamentales para conocernos a nosotros mismos como autores. Con el paso del tiempo veremos mejor nuestra evolución y sobre todo será más fácil identificar nuestros mejores disparos.
Hace bien poco, en The Fahey/Klein Gallery organizaron una exposición donde se podía ver las fotografías seleccionadas por diversos autores y las hojas de contacto de donde salieron. Así los espectadores podían descubrir el proceso que llevó al fotógrafo a esa imagen que ha pasado a la historia. Es como leer el manuscrito de cualquier obra literaria con sus tachones y ver cómo salió de la cabeza del escritor esa frase que todos repetimos.
Ahora, con la tecnología digital, con tantos programas preparados para facilitarnos la edición, hemos perdido lo tangible del papel. Con la posibilidad de borrar un disparo malo, hemos perdido el aprendizaje desde el error. Como dicen en la nota de prensa de aquella exposición:
Aunque las hojas de contacto sirven para un propósito muy práctico -una herramienta para editar y archivar los negativos de un fotógrafo-, también proporcionan información sobre el estilo de los fotógrafos. Es un proceso relativamente sencillo del cuarto oscuro que revela mucho sobre el fotógrafo, su enfoque y el contexto en el que estaba trabajando.
En dicha exposición el montaje fue una joya. Una fotografía de William Claxton, Harry Benson, Steve Schapiro, Herb Ritts… junto a la reproducción de las hojas de contacto de aquellas sesiones, con las anotaciones con el característico lápiz rojo que William Klein incluyó en muchos de sus trabajos. No podemos olvidar la serie que hizo este gran autor precisamente sobre los contactos: Contacts
La mejor forma de estudiar el proceso creativo, descubrir los detalles que llevaron hasta ese momento. Una pena que se haya perdido…
El libro de la agencia Magnum
La agencia Magnum, consciente de su importancia, y gracias a una idea del siempre genial Martin Parr, sacó hace años una joya de libro: Hojas de contacto. Más de 120 fotografías de algunos de los mejores fotógrafos de la historia con sus sacrosantas hojas de contacto o contact sheets. Cuando el británico lo vio terminado, lo reconoció como el epitafio a la hoja de contactos.
Es el típico libro que todo fotógrafo debería tener en su biblioteca particular, ese espacio imprescindible para evolucionar como fotógrafo. Eso sí, es bastante grande. Incompatible con llevarlo en el metro. Eso sí, yo recomiendo tenerlo como un libro de estudio, como un manual de referencia. Entonces le sacaremos todo el jugo. Como podemos leer en la introducción:
Propia del enfoque de cada fotógrafo, la hoja de contactos es el registro de cómo se construye una imagen. ¿Fue algo previamente calculado o fruto de la casualidad? ¿Vio el fotógrafo el potencial de una determinada escena y la trabajó diligentemente hasta llegar a obtener una imagen de éxito, o desempeñó un papel importante el legendario momento decisivo?
En dicha introducción podemos aprender mucho de esta herramienta que no debemos perder. Solo por dicho texto de Kristen Lubben merece la pena comprar el libro.
Las hojas de contacto hoy en día
Cuando voy a una exposición retrospectiva lo primero que busco, después de darme una vuelta, es tratar de encontrar las hojas de contacto. Por poner un ejemplo, en la última de Philippe Halsman de CaixaForum, podemos ver la hoja de contactos de Dalí atomicus, una de las fotografías más memorables de dicho autor. Qué tiempos aquellos en los que todo se hacía sin ordenador… Es como descubrir paso por paso cómo hizo Velázquez Las meninas
Además muchos libros nos están enseñando esta parte privada de la creación de una fotografía. Desde esa joya desconocida (qué bueno sería montar esa exposición en España) Looking in: Robert Frank´s The americans donde podemos ver todas las hojas de contacto del mítico libro; o Diane Arbus: Revelations, la mejor forma de descubrir la forma de pensar de esta autora, más allá de sus biografías.
Algunas veces las echo de menos y las vuelvo a hacer con ayuda de los programas informáticos. Imprimo el resultado y vuelvo a recordar que es una forma excelente de editar. Por eso voy a enseñaros los sencillos pasos que tenemos que dar:
- Abrimos Adobe Bridge y seleccionamos las fotografías que queremos que formen parte de nuestra hoja de contactos (Ctrl+clic).
- Vamos a Herramientas>Photoshop>Hoja de contactos II.
- Se abrirá la ventana Hoja de contactos II en Adobe Photoshop. Aquí solo tenemos que elegir el tamaño del documento y sus características formales y cómo queremos ver nuestros negativos.
Lo único que nos queda es imprimir el resultado y soñar que hemos vuelto al pasado. Y por favor, jamás borréis las fotografías que hagáis. Si algún día sois famosos será una forma estupenda de enseñar a las generaciones futuras.
En Xataka Foto Hojas de contactos en Photoshop CS6
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La noticia
Las hojas de contacto tienen que volver
fue publicada originalmente en
Xataka Foto
por
Fernando Sánchez
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