Como género absolutamente primordial no ya de la historia del cine sino directamente de la creación humana, la comedia ha configurado algunos de los grandes éxitos y modas del cine del siglo XXI, y ha ayudado a definir a muchas de sus grandes estrellas y creadores. Así que para homenajear al género hemos listado algunas de nuestras favoritas de los últimos tiempos para que recuerdes las mejores y, cómo no, nos señales las que se nos han olvidado.
En esta lista, cuyas presencias y ausencias obedecen exclusivamente a nuestra opinión (y con la comedia, ya sabes: a nosotros nos parece brillante, a ti intolerable, y viceversa), hemos intentado ser mínimamente variados: hemos incluido distintos países y distintos subgéneros (de la sátira a la parodia tonta, de la comedia para todos los públicos a las rarezas solo para adultos). También hemos intentado, dentro de lo posible, no repetir demasiado a protagonistas, directores o guionistas, así que echarás de menos muchos títulos, pero quizás tengas en la lista a otras películas de sus mismos responsables.
Con las listas ya sabes lo que pasa: lo mejor es tomárselas a risa. En este caso, te brindamos todas las herramientas necesarias.
Zoolander (2001)
El siglo se abrió con esta absoluta maravilla, considerada ya un clásico moderno del género, obra de un Ben Stiller que ya había demostrado su talento en la sensacional ‘Un loco a domicilio’ (‘The Cable Guy’), pero sin llegar a cuajar en taquilla (más bien todo lo contrario). En ‘Zoolander’ unió sátira devastadora del mundo de la moda y las celebrities con una parodia de James Bond y la creación de un icono, Derek Zoolander, según las lecciones aprendidas en ‘The Ben Stiller Show’. Cuajó en la cultura pop casi de inmediato con gags mágníficos como, por ejemplo, el catálogo de miradas. En ‘Tropic Thunder’ repetiría en intenciones y hallazgos, pero el resultado no sería tan absolutamente redondo.
My Sassy Girl (2001)
La idea que tenemos en Occidente del cine coreano está algo deformada por lo único que (para desesperación de los distribuidores) tiene éxito aquí: los thrillers oscuros y violentos y la ocasional fantasía familiar extravagante. Pero allí tienen cine comercial de todos los géneros, en ocasiones tan asequible como ‘My Sassy Girl’, que abunda en el tópico de la manic pixie girl, pero en una clave mucho más manic de lo que estamos acostumbrados en Occidente. El resultado es altamente disparatado y se convirtió en la comedia más taquillera de la historia en Corea del Sur, propició secuelas, una serie de TV, un insípido remake norteamericano y una nueva edad de oro para el género en su país.
Punch-Drunk Love (Embriagado de amor) (2002)
Es comprensible, vista su filmografía, que Adam Sandler despierte una ojeriza mucho más acusada a la que suscita cualquier compañero de generación. Es cierto que sus películas en este siglo son casi todas de auténtico derribo (salvo títulos puntuales como ‘Zohan‘) y sus genuinos momentos de gloria estén en joyitas de los noventa como ‘Terminagolf’ (‘Happy Gilmore’), ‘El chico ideal’ (‘The Wedding Singer’) o ‘Billy Madison’. Pero la verdad es que en ‘Punch-Drunk Love‘ Sandler dejó claro que su personaje clásico de niño grande, intratable e irritante puede destilar oro emocional a poco que se le sepa exprimir.
Paul Thomas Anderson solo había dirigido ‘Magnolia’ y ‘Boogie Nights’ cuando afrontó ‘Punch Drunk Love’. Y aunque al fan más picajoso de la comedia descerebrada le pueda parecer que el film peca a veces de querer dignificar un estilo de comedia que no lo necesita y no lo ha pedido, lo cierto es que su mezcla de emotivo romanticismo outsider y comedia sin punchline es absolutamente única, y hace suspirar por un Sandler que podría haber rodado cosas que no fueran solo vídeos de sus vacaciones con los amigotes.
Extrañas coincidencias (2004)
Un reparto absolutamente excepcional y entonado (Jason Schwartzman, Lily Tomlin, Dustin Hoffman, Mark Wahlberg, Jude Law, Naomi Watts, Isabelle Huppert) es el responsable de que esta comedia metafísica rarísima, protagonizada por un par de detectives existenciales, funcione tan bien. ‘Extrañas coincidencias’ (‘I Heart Huckabees’) rebosa disquisiciones filosóficas muy agudas pero también muy divertidas, y es una película perfecta para comenzar con David O. Russell: a partir de aquí, o no te vuelves a separar de él o le pillas una ojeriza aguda -y condicionará lo que pienses de ‘El lado bueno de las cosas’ (‘Silver Linings Playbook’), que también hay que coger con pinzas-.
Kung Fu Sion (2004)
Es un auténtico dilema escoger entre ‘Kung Fu Sion’ (‘Kung Fu Hustle’) y ‘Shaolin Soccer’, dos extraordinarias muestras de la perfección y la precisión a la que ha llegado la comicidad del hongkonés Stephen Chow (mucho más si se le sigue desde los ochenta y noventa, donde rubricó obras magnas como ‘Love on Delivery’ o ‘From Beijing with Love’, entre muchas otras). Pero nos quedamos con ésta por lo bien que entiende el cine de artes marciales clásico, sus rotundas secuencias de acción y su desnortadísima excentricidad y capacidad para la sorpresa continua, sello de la casa que el cómico no ha abandonado ni en películas recientes como la tronchante ‘The Mermaid’
Chicas malas (2004)
Una década después de ‘Clueless’, la película sobre los perversos códigos de comportamiento del instituto para este siglo llegó con guión nada menos que de Tina Fey. Mucho más venenosa de lo que parece, esta historia de una recién llegada a un instituto (Lindsay Lohan antes de convertirse en esa Lindsay Lohan) que hace todo lo posible por integrarse, incluyendo el intimar con las víboras del centro, es casi un ensayo en profundidad sobre las complicaciones sociales de la adolescencia. Por supuesto, eran tiempos pre-redes sociales y ha quedado anticuada en los detalles, pero el hecho de que ahora mismo esté triunfando en Estados Unidos un musical inspirado en ella demuestra que su esencia es más bien atemporal.
Team America (2004)
A finales de los noventa, con ‘South Park’ en la cúspide de su éxito y con el increíble largometraje de la serie recién estrenado, Trey Parker y Matt Stone eran las grandes promesas de la comedia norteamericana. No es que hayan desaparecido, precisamente: ‘South Park’ sigue ahí, a punto de empezar su temporada 22, y el musical ‘The Book of Mormon’ ha sido un éxito. Pero lo cierto es que no han vuelto a dirigir un largometraje.
Y es una pena: técnicamente deliciosa, sacando todo el partido posible a la idea de una película de marionetas para adultos, y con el estilo de humor de elefante en una cacharrería habitual en la pareja, ‘Team America’ es una destrozona sátira que si en su día era certera, hoy resulta directamente escalofriante. Casi quince años después, no es necesario cambiar ni una línea de su guión para que siga funcionando su demoledora crítica al imperialismo militar estadounidense y su ridícula y egocéntrica política exterior.
Borat (2006)
Aunque Sacha Baron Cohen está demostrando ahora mismo con ‘¿Quién es America?‘ (‘Who Is America?’) que no ha perdido ni pizca de su veneno, Borat sigue siendo su personaje más recordado. Símbolo perfecto del choque cultural y de que si algo que nos ayuda a entender el multiculturalismo es que imbéciles hay en todos los rincones del globo, marcó la gramática de la comedia con su textura de falso documental, su crueldad implacable y el inteligente ojo de Baron Cohen para destrozar las convenciones sociales.
Tenacious D in The Pick of Destiny (2006)
La fuerza de la aventura cinematográfica de Tenacius D (el dúo de mock rock o rock paródico formado por Jack Black y Kyle Gass) no está en los cameos, ni en el argumento (una road movie de tintes sobrenaturales en la que el dúo de hard rockers acústicos se enfrentan a Satán, al estilo de los viejos bluesmen y sus cruces de caminos), sino en los temazos. Parodias muy cariñosas de distintas variantes del rock duro que consagraron a Jack Black como una de las presencias más peculiares de la comedia de este siglo. Junto a su ‘Escuela de rock’ (‘School of rock’) conforma una dupla de extraordinarias comedias rock (una desde dentro, otra desde fuera) que superan, con mucho, a la más afamada ‘Alta fidelidad’ (‘High Fidelity’)
Supersalidos (2007)
Una película casi fundacional, que con su éxito colocó en el panorama con firmeza y hasta hoy a nombres propios ineludibles del género, como los actores Michael Cera y Jonah Hill, los guionistas y compinches habituales Seth Rogen y Evan Goldberg y el productor Judd Apatow (uno de los grandes nombres en la sombra en esta lista), en racha de éxitos tras dirigir ‘Virgen a los 40‘ (‘The 40 Year Old Virgin’) solo dos años antes. No tendría tanta suerte el director, Greg Mottola, aunque iría a más en términos de calidad con el soberbio drama teen de culto ‘Adventureland‘.
‘Supersalidos‘ (‘Superbad’), escrita por Rogen y Goldberg cuando eran adolescentes y basada en hechos reales, es una deliciosa reformulación de la comedia teen de grandes fiestas y pérdida de la virginidad. Con el inevitable poso de amargura y nostalgia pero grandes hallazgos de comedia pura, como el inefable McLovin. Su éxito haría que en países como España, películas sin nada que ver con ella, como la también estupenda ‘Superfumados‘, quedaran vinculadas engañosamente desde el título… al más puro estilo de las exploits teen de los ochenta.
Arma fatal (2007)
Sin duda, nuestro gran drama a la hora de elaborar esta lista ha sido el de escoger una sola película de Edgar Wright, porque tanto su Trilogía del Cornetto –‘Zombies Party’ (‘Shaun of the Dead’, ésta y ‘Bienvenidos al fin del mundo’ (‘The World’s End’)- como ‘Scott Pilgrim contra el mundo’ habrían figurado con todos los honores en una lista de las mejores comedias del siglo. Como todas tienen valores similares y son recomendabilísimas en su totalidad, escogemos una y nos quedamos con ‘Arma fatal’ (‘Hot Fuzz’)
Aparentemente, una parodia de las buddy movies policiales absolutamente redonda, con un trabajo de tono y de descripción de personajes monumental (la química entre los dos protagonistas es de auténtica orfebrería). Pero que gracias a la labor de Wright acaba trascendiendo con mucho su intención satítica inicial gracias a su trabajo de ambientacion, montaje, interpretaciones y guión, y se convierte en uno de los hitos cómicos del siglo.
Dewey Cox: Una vida larga y dura (2007)
Escrita por Judd Apatow (quizás su guión más afinado) y protagonizada por un John C. Reilly absolutamente poliédrico, ‘Dewey Cox’ coge lo mejor de la comedia incorrecta del nuevo siglo, pero bebe, en su parodia minuciosa del biopic glorificador del artista iluminado, de los grandes momentos del Mel Brooks clásico. Una comedia impecable a todos los niveles (la ambientación, la banda sonora, todos los secundarios) que mereció mucha mejor suerte.
Un buen día lo tiene cualquiera (2007)
Sin duda, una de las grandes pérdidas de la comedia española de los últimos tiempos ha sido la de Santiago Lorenzo, que tras rubricar aquella obra maestra absoluta que fue ‘Mamá es boba’, se despidió del cine con esta otra joyita, algo irregular porque transpira todos los problemas y frustraciones que Lorenzo vivió durante su producción, y que le motivaron a dejar el cine. Con todo, es una pequeña maravilla, puro Santiago Lorenzo, que cuenta cómo un joven que se queda sin piso se hace pasar por estudiante para disfrutar de unas ayudas del gobierno que le obligarán a vivir con un anciano. El cóctel típico de Lorenzo de caricatura, costumbrismo y ternura y que tan bien ha continuado en sus extraordinarias novelas.
Escondidos en Brujas (2008)
‘Siete psicópatas’ (‘Seven Psychopaths’) es más bestia y ‘Tres anuncios en las afueras’ (‘Three Billboards Outside Ebbing, Missouri’) le ha valido el reconocimiento crítico, pero esta comedia negrísima e inclasificable de Martin McDonagh es la auténtica joya oculta de su cine. Colin Farrell, Brendan Gleeson y Ralph Fiennes protagonizan un singular ‘Esperando a Godot’ con asesinos a sueldo en una ciudad bonita pero insufrible, donde dos matones aguardan una llamada del jefe, y aguardan, y aguardan. Especialísima y con extraordinarias secuencias de acción combinadas con sátira ácida y contundente.
Hermanos por pelotas (2008)
Adam McKay es uno de los grandes indiscutibles de la comedia americana actual. Colaborador habitual de Will Ferrell, con quien cofundó ‘Funny or Die!’, tiene una filmografía gloriosa en la que solo caben hitos: ‘El reportero’ (‘Anchorman’) y su secuela o ‘Pasado de vueltas’ (‘Talladega Nights’), además de una larga experiencia como guionista que va desde producciones mainstream como ‘Ant-Man’ a un curriculum espectacular en programas de televisión del calibre de ‘Saturday Night Live’.
Sin embargo, y dejando claro que ‘El reportero’ se lleva un puesto muy honorable en esta lista, ‘Hermanos por pelotas’ (horrendo título español para ‘Stepbrothers’) figura aquí con su extrañísima y muy divertida historia de un conflicto entre dos adultos que se comportan como críos malcriados, encarnados con ternura cruel por Will Ferrell y John C. Reilly. Momentos dorados de comedia como los chorizos de improvisaciones o el videoclip de ‘Boats and hoes’ se combinan con unas cuantas reflexiones certeras y amargas sobre el personaje-tipo del inmaduro cuarentón que tanto abunda en la comedia actual.
Gente de mala calidad (2008)
Después de la simpática pero imperfecta ‘El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo’, Juan Cavestany encontró una voz única en ‘Gente de mala calidad’, una de las comedias más cabronas del cine español reciente, y con la que inició una racha de películas de humor surreal y sin piedad que se ha prolongado hasta su reciente serie ‘Vergüenza‘. Entremedias, Cavestany ha probado las mieles del low cost coqueteando con lo experimental en películas como ‘El señor’, ‘Gente en sitios’ o ‘Esa sensación’ y dando la mano a titanes de la comedia rarísima y con flato, como Julián Génisson o Pablo Hernando.
‘Gente de mala calidad’ es, quizás, una de las obras formalmente menos arriesgadas de su director, pero también es implacable y deja con una sonrisa helada en los labios cada pocos minutos. Su reparto (Alberto San Juan, Javier Gutiérrez, Antonio Molero, Fernando Tejero, Pilar Castro, unos habituales de su cine y otros no tanto) es la gran baza de un film que muestra a un puñado de miserables atrapados en vidas asquerosas, rebosantes de convenciones, puñaladas traperas y gotelé.
Canino (2009)
Quizá no tan obviamente instalada en los códigos de la comedia como ‘Langosta’ (The Lobster), pero aún así más ligera que ‘Alps’ o ‘El sacrificio de un ciervo sagrado’ (The Killing of a Sacred Deer), ‘Canino’ (‘Kynodontas’) es el debut, aún hoy esquivo y fascinante, del griego Yorgos Lanthimos. Quizás su película más abstracta y también más disparatada, habla de la familia como un ente potencialmente extraño y disfuncional, y lo hace a través del retrato de una que está completamente recluida en sí misma, y donde los hijos han sido educados de forma perversa y sin contacto con el mundo exterior.
Black Dynamite (2009)
Aunque sobre el papel (una parodia del género blaxploitation ambientada en los setenta) pueda no llamar demasiado la atención, esta increíble comedia de Scott Sanders protagonizada por Michael Jai White es una maravilla que pasó completamente desapercibida en su día. El truco está no solo en acumular los mayores disparates con total seriedad (una lección bien aprendida de los ‘Agárralo como puedas’) sino en facturar una aventura en la que el erotismo, el kung fu y la violencia también funcionan por sí mismos, como en una blaxploitation real. Hasta el punto de que, en ese sentido funciona mucho mejor que experimentos revivalistas como el reboot de ‘Shaft’.
Un tipo serio (2009)
De nuevo ha sido complejo decidirse por una comedia de los Coen de este siglo: arrancaron con ‘O Brother!, pero desde la en su día defenestrada pero cada vez más valiosa ‘Crueldad intolerable’ (‘Intolerable Cruelty’) a la reciente y deliciosa ‘¡Ave, César!’, pasando por la absolutamente tronchante ‘Quemar después de leer’ (‘Burn after reading’), los Coen siguen teniendo el músculo de la comedia en forma. Y hablamos de los directores de ‘Arizona Baby’ y ‘El gran Lebowski’.
Sin embargo su comedia más excéntrica e inclasificable es ‘Un tipo serio’ (‘A serious man’), una negrísima sátira de baja intensidad, profundamente inquietante y llena de guiños a la parte más esotérica de su cine. La historia de un profesor de matemáticas de los años sesenta (gigantesco Michael Stuhlbarg) que atraviesa una crisis existencial y se encomienda a tres rabinos para hallar respuestas es de las que provocan tanto cachondeo como desconcierto. Y un enorme interrogante flotando sobre la cabeza del espectador, a quien se le exige un concepto del humor, cuanto menos, elástico.
Fantástico Sr. Fox (2009)
Prácticamente todas las películas de Wes Anderson se han estrenado en este siglo, salvo su debut ‘Academia Rushmore’ (quizás la más abiertamente ajustada a los cánones clásicos de la comedia), de 2009. De hecho, las películas de Wes Anderson no son estrictamente comedias, sino… películas de Wes Anderson. De entre todas ellas nos quedamos con la brillante ‘Fantástico Sr. Fox‘ (superior incluso a la también brillante ‘Isla de perros‘), una película de animación stop-motion con una vis cómica muy particular, mitad heredada de la hierática hiperexpresividad corporal del cine de Anderson, mitad ironía venenosa desde el cuento original de Roald Dahl. Todo ello aderezado con un excelente plantel de actores que ponen voces a esta historia de zorros ladrones que no quieren madurar.
In the Loop (2009)
Una hilarante comedia política nacida como un spin-off de una de las cimas del humor británico de este siglo, ‘The Thick of It’. ‘In the Loop’ plantea un conflicto diplomático entre Estados Unidos y Reino Unido, que crece a gran velocidad como una bola de nieve ladera abajo con algunos de los diálogos más afilados, veloces y faltones de los últimos tiempos. El mérito no es solo de los guionistas habituales de la serie Jesse Armstrong, Simon Blackwell, Armando Iannucci y Tony Roche, sino también del extraordinario reparto, donde brilla especialmente un Peter Capaldi al borde de un ataque de nervios.
Super (2010)
De acuerdo: ‘Guardianes de la Galaxia’ y secuela son estupendas, pero el auténtico ingenio superheroico de James Gunn, sin interferencias Disney, está en ‘Super’, la historia de un mundano perdedor que decide combatir el crimen sin tener poderes de ningún tipo, solo con un disfraz (y una llave inglesa). Un reparto absolutamente perfecto (Rainn Wilson, Ellen Page, Liv Tyler, Kevin Bacon, Nathan Fillion, Michael Rooker) borda esta brillante parodia que ya solo en sus títulos de crédito animados tiene más mala leche superheroica que toda la filmografía de Marvel.
Four Lions (2010)
Una sátira sobre el terrorismo, la percepción que del mismo se da en los medios y las motivaciones de los que matan. Humor negrísimo y muy valiente, decididamente no para todos los públicos pero que demuestra a la perfección que se puede hacer comedia muy esencial y básica (a veces parece un tebeo) y a la vez ser muy inteligente. Christopher Morris, director de la película, es uno de los grandes genios de la comedia actual: si te interesa, busca la increíble serie que escribió para BBC, ‘Brass Eye’, especialmente el escalofriante, aún mejor que ‘Four Lions’, episodio sobre la pedofilia. Suyo es también el famoso y perturbador episodio de Waldo de ‘Black Mirror’.
No controles (2010)
Aunque ‘Pagafantas‘ sea más icónica y ‘Negociador‘ más contundente, le debemos a ‘No controles‘, una comedia romántica amarga, pocha y muy divertida, la creación de un auténtico icono del humor patrio: Juan Carlitros, una transfiguración de Julián López que bebe de algunas de sus grandes creaciones chanantes y que resume a la perfección lo mejor del humor de Borja Cobeaga y Diego San José. Ese colega que todos tenemos (o que somos nosotros mismos en nuestros momentos más terminales), que es que no para, que va a tope con sus colegas del foro movidajarta.com está en el alma de Juan Carlitros, y es responsabilidad de Cobeaga, San José y López haberle dado forma. Un hito del asco, la pena y la risión.
The Trip (2010)
Otra estupenda muestra de humor bajonero británico, que en realidad es un remontaje de una serie de televisión que, obviamente, es preferible ver en su totalidad. Tuvo un par de secuelas, ‘Viaje a Italia’ (‘The Trip to Italy’) y ‘The Trip to Spain’, y cuenta el periplo con excusa gastronómico-profesional de un par de amigos no muy íntimos, Steve Coogan y Rob Brydon, interpretándose a sí mismos. Un delicioso delirio misántropo que nos viene al pelo para recomendar, como gigante de la comedia, a Coogan: su DJ e imbécil a tiempo completo Alan Partridge es una de los grandes creaciones bufonescas de este siglo.
Young Adult (2011)
Con la salvedad de la sardónica e infravalorada ‘Jennifer’s Body’, Diablo Cody siempre inyecta en sus comedias (como ‘Juno’) unas gotas de drama, a veces fusionando los géneros y haciéndolos indistinguibles. Pero en ninguna llega a un equilibrio tan perfecto como en ‘Young Adult’, una farsa con la que cualquier treintañero largo (o más) sabrá verse amargamente reflejado. Los límites de la edad adulta, si los hay, son diseccionados con pulso magistral y gran sensibilidad por el trío fantástico de Cody, Jason Reitman y Charlize Theron, una actriz a la que también convendría reconocerle una vis cómica muy peculiar y que sale a flote en los momentos más inesperados.
La boda de mi mejor amiga (2011)
Representante de la comedia mainstream de última generación, Paul Feig ha popularizado ciertos códigos que en ninguna de sus películas brillan tanto como en su divertidísimo primer taquillazo, ‘La boda de mi mejor amiga‘: protagonismo femenino, repartos rebosantes de cómicos de mucho talento (aquí todas las actrices principales, encabezadas por Kristen Wiig, Maya Rudolph y Melissa McCarthy), lo que propicia tronchantes improvisaciones. Aunque aún no ha gestado una comedia absolutamente redonda (y tanto ésta como ‘Cazafantasmas’ -‘Ghostbusters’- se acercan), es un creador muy a tener en cuenta.
R100 (2013)
Todas las películas de Hitoshi Matsumoto son comedias de autor en mayor o menor grado, de la metafísica slapstick de ‘Symbol’ a la parodia personalísima de las convenciones del kaiju eiga en ‘Big Man Japan’. ‘R100’, sin embargo, con su historia de un apocado japonés que entra a formar parte de un exclusivo club de tintes sado cuya única regla es que su membresía no puede cancelarse en un año, hace una disertacion sobre la ridiculez y necesidad de los placeres privados absolutamente perturbadora… y desternillante.
La LEGO película (2014)
Todas las películas de animación dirigidas a un público familiar, de Pixar a Disney pasando por Dreamworks o las intentonas europeas, incluyen elementos de comedia. Sin embargo, ‘La LEGO película‘ y su spin-off ‘Batman: La LEGO película’ tienen un espíritu distinto, de comedia más o menos pura. Los responsables son los directores de la primera parte, Phil Lord y Christopher Miller, expulsados de ‘Han Solo‘ por inyectarle excesivo humor (!!), la tambien sensacional ‘Lluvia de albóndigas‘ (‘Cloudy with a Chance of Meatballs’) y las dos entregas de ‘Infiltrados en clase‘.
El resultado es una película obviamente para todos los públicos, que parte de los mimbres habituales de la animación mainstream, con su historia de superación y encuentro con el héroe interior aletargado. Pero a la vez posee un ritmo de comedia pura, como demuestra el ya imitadísimo talante multireferencial y paródico, que exprime las posibilidades expresivas de los LEGO con momentos de gloriosos gags físicos o ese demoledor final que, francamente, nos cuesta imaginar cómo será superado en la secuela.
Fuerza mayor (2014)
La crisis marital que desencadena una terrible avalancha en la que un padre de familia prioriza su propia seguridad sobre la de su familia es el núcleo de esta comedia negra que coquetea con el drama doméstico. ‘Fuerza mayor’ (‘Turist’) es inclasificable y sigue siendo la mejor pieza de su cada vez más consagrado director Ruben Östlund, responsable de la reciente y también estupenda ‘The Square’. Por su tono, frialdad y crueldad no es exactamente una comedia al uso, pero si el cine de Haneke te parece divertido, es para ti.
Lo que hacemos en las sombras (2014)
La prueba perfecta de que no se trata de lo que haces, sino de cómo lo haces: Taika Waititi (el tercer genio tras ‘Flight of the Conchords’ en la sombra) es capaz de agarrar una gramática de la comedia gastadísima, el falso documental, para sacar oro de la historia de unos vampiros, cada uno parodiando una tipología de chupasangre distinta, que comparten piso. Otro Conchord, Jemaine Clement, codirige y coprotagoniza esta fantástica ‘Lo que hacemos en las sombras’ (‘What We Do in the Shadows’), de ritmo apabullante, sorprendente y muy clásico, que abrió las puertas a Waititi para inyectar una bienvenida dosis de ligereza en el universo Marvel con ‘Thor: Ragnarok‘
Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo (2014)
Una joya absoluta que pasó levemente desapercibida y cuyo fracaso en taquilla garantiza que no vaya a pasar de experimento aislado (sobre todo con el cine de animación español arrasando con productos tan anodinos como ‘Tadeo Jones’ y compañía). Todo está en su sitio exacto como perfecta traducción de los tebeos originales de ‘Mortadelo y Filemón’, pero redundando en el peculiarísimo ojo autoral que Javier Fesser ya ensayó en su primera y también estimable adaptación en imagen real. Menos extravagante, pero mucho más equilibrada, violenta y fiel a los originales, ‘Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo’ es una delicia de humor visual, cutrerío bien entendido y homenaje al trompazo en estado puro.
Dos buenos tipos (2016)
Una nueva disyuntiva a la hora de incluir en este lista: ‘Kiss Kiss Bang Bang’ o ‘Dos buenos tipos’ (The Nice Guys) en la lista, ambas extraordinarias muestras del buen hacer de Shane Black, siempre bordeando la parodia, pero al final entregado a la devoción por sus referentes. En este caso, los años setenta son el marco de una buddy movie en la que un detective y un matón tienen que localizar a una chica desaparecida e investigar la muerte de una actriz porno. Aparte del increíble oído para los diálogos de Black y su construcción de un universo pulp que se sostiene sin ironías, el punto fuerte de ambas películas está en sus protagonistas, en este caso Russell Crowe y Ryan Gosling.
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La noticia
Las 33 mejores películas cómicas del siglo XXI
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Espinof
por
John Tones
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