«Hemos sido demasiado idealistas». Esto es lo que Sheryl Sandberg, la COO de Facebook, ha señalado en una entrevista en la radio pública estadounidense. «Creíamos realmente en las experiencias sociales. Creíamos en proteger la privacidad. Pero hemos sido demasiado idealistas. No reflexionamos suficiente sobre los casos de abuso», explicaba.
Sandberg ha salido a la palestra y se ha puesto en el foco público (todo parece indicar que ese va a ser el camino en los próximos tiempos, en una suerte de ruta de los directivos de Facebook para apagar fuegos) para intentar explicar lo que ha ocurrido y mejorar la imagen de Facebook entre todo ello.
Y eso va a ser complicado: Facebook se encuentra sumida en un profundo escándalo. Empezó por supuesto con Cambridge Analytica y el descubrimiento de que había empleado datos obtenidos de los usuarios de la red social para perfilar sus campañas de propaganda política (en las elecciones estadounidenses como momento estrella), pero no ha acabado ahí. Se podría decir que no ha pasado un día en las últimas semanas en el que Facebook no haya protagonizado un titular, una filtración y un nuevo escándalo que se suma al anterior creando una gigantesca bola de nieve.
Facebook ha cambiado sus condiciones de privacidad
Si se trabaja en el mundo de las redes sociales y se usa Hootsuite para gestionar perfiles sociales entre los que se incluyan Facebook o Instagram, estos días se habrá visto un aviso cada vez que se entraba a la herramienta señalando que ciertas funciones iban a dejar de funcionar porque estaban cambiando las reglas del juego. Facebook acaba de cambiar sus normas de privacidad, en un efecto resaca en medio del escándalo de datos en el que se encuentra sumida en los últimos días. Esto hizo, y ese fue uno de los grandes titulares que llegaron a los medios, que Tinder, la app de contactos, dejase de funcionar. Este cambio llega, además, después de que la red social ya pusiese las cosas complicadas para los data brokers.
¿Qué es lo que Facebook ha cambiado? A partir de ahora, la red social limita la cantidad de datos que apps de terceros pueden recolectar de entre sus usuarios. Entre las nuevas normas, también se impedirá que los desarrolladores recopilen datos religiosos y políticos de los usuarios de Facebook. Algunas otras que acceden a información que Facebook ahora considera sensible necesitarán un permiso especial de la red social.
Todo el mundo – más o menos – ha sido una fuente de información en Facebook para los ‘malos’
Pero este cambio de condiciones de privacidad llega más que tarde, sobre todo porque Facebook ha tenido que reconocer esta misma semana también que ha sido una fuente de información ya muy amplia para terceros. El miércoles la red social reconocía que «actores maliciosos» habían recolectado datos sobre la mayoría de sus usuarios (2.000 millones de personas, no se debe olvidar) simplemente empleando el buscador para encontrar sus perfiles. Como apuntan en el titular de Business Insider sobre el reconocimiento, esto es una «admisión bomba». Facebook acaba de impedir ahora que se pueda hacer pero su CTO, Mike Schroepfer, ha reconocido que si se tenía activado que el perfil se encontrase en búsquedas es «razonable» pensar que pudieron acceder a la información.
La herramienta de búsqueda de perfiles permitía encontrar usuarios de Facebook usando datos como su número de teléfono o su dirección de email. Según explicaban desde Facebook, era una funcionalidad que resultaba especialmente útil para algunos usuarios.
Los terceros que la usaron de forma no legítima simplemente la explotaban para acumular datos de los usuarios de la red social, porque con su dirección de perfil aparecían más datos. Podía ser el género o su fecha de nacimiento, pero también su nombre o su lugar de nacimiento. Esto se podía emplear en minería de datos, pero también en robo de identidad o en fraude en solicitud de tarjetas de crédito.
Y este dato es impresionante, es una cuestión grave y gigantesca que podría poner a los usuarios de la red social en una situación muy delicada y a la compañía en una muy compleja con las autoridades de protección de datos de muchos países. Sin embargo, y como comentan en Gizmodo, en medio de todos los escándalos que Facebook ha estado protagonizando estos días ha quedado casi como medio olvidado y medio perdido. No se le ha dado tanta importancia, teorizan en el medio, porque hemos empezado a cansarnos y saturarnos con el tema.
En España, con el escándalo Cambridge Analytica se vieron afectadas 136.985 personas en España, aunque solo 44 se instalaron la app en cuestión que permitía recopilar datos. Sin embargo, la cifra que podría haber visto sus datos personales comprometidos por esta otra filtración podrían ser muchísimos más.
Facebook también quería tus datos médicos
Todos estos datos se están volviendo además más preocupantes porque el qué y el cómo de lo que Facebook ha ido queriendo saber sobre nosotros está siendo analizado cada vez bajo una lupa de una amplificación mayor. Facebook ha querido tener demasiada información y ha ido acumulando más y más acceso a los datos, o a lo ha intentado. De hecho, una de las últimas filtraciones apunta que la red social ha querido acceder a datos médicos.
Tan cerca en el tiempo como en el último mes, la red social estaba en negociaciones con varios hospitales de primer nivel en EEUU para acceder a datos médicos (como las enfermedades padecidas o los medicamentos que se toman). Los datos que tienen los hospitales se cruzarían con los datos que tienen en Facebook. El proyecto quería ayudar a los hospitales en cuestión en tratamiento y cuidado de los pacientes.
Sin embargo, y a la luz de los últimos acontecimientos, no es complicado prever que los usuarios lo verán bajo una luz completamente diferente.