Hace unos días conocíamos la decisión de Donald Trump, de sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París. Este acuerdo histórico consiste en una serie de medidas tomadas en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente que tuvo lugar en París en el 2015 para intentar frenar y ralentizar el temido cambio climático y hacer que la ciudadanía y los gobiernos sea más consciente de los riesgos que corre nuestro Planeta.
A Trump le han caído todo tipo de críticas, sobre todo, teniendo en cuenta de que Estados Unidos es el segundo país que más contamina del mundo. El cine, como buena herramienta para mostrar realidades y remover conciencias, ha tratado en numerosas ocasiones sobre el medio ambiente de todas las formas posibles: en documentales, en visiones terroríficas sobre el futuro y hasta sobre como los pequeños detalles cuentan para preservar nuestro medio ambiente.
A continuación, os dejamos con una selección de películas que, por unas razones u otras, nos muestran lo importante que es que todos pongamos nuestro granito de arena a este respecto y demostrar a Trump que está muy, muy equivocado.
Una verdad incómoda
He considerado conveniente comenzar con Al Gore, el que fuera vicepresidente de la era Clinton y candidato a la presidencia de los Estados Unidos por el Partido Democráta en el 2000, perdiendo ante George W. Bush. Y es que, Al Gore, además de haber recibido el Premio Nobel de la Paz por su lucha contra el cambio climático en 2007, protagonizó y escribió el revolucionario documental ‘Una verdad incómoda’ (‘An Inconvenient Truth, David Guggenheim, 2006), ganador del Oscar al Mejor Documental.
Y digo revolucionario porque dios mucho que hablar el que fuera el ganador del voto popular en las elecciones del año 2000 contra Bush, aparecía en el documental ofreciendo una clase magistral sobre la URGENCIA de cuidar y tener en consideración nuestro Planeta porque todas las desgracias naturales -de las que describía minuciosamente sus causas y consecuencias- ocurridas en los últimos años de deben, simple y llanamente, al calentamiento global del que todos somos un poquito responsables.
Este verano estrenará ‘An Inconvenient Sequel: Truth to Power’, en el que, en esta ocasión, relatará el progreso hecho para abordar este problema global y sus esfuerzos para persuadir los líderes mundiales de invertir en energía renovable. Lógicamente, en el documental se habla del famoso Acuerdo de París.
Interstellar
En el 2014, Christopher Nolan rodó ‘Intersterllar’, uno de los títulos de ciencia-ficción del año. Un potentísimo y emotivo relato que, entre otras cosas, nos mostraba un inminente futuro en el que la Tierra estaría tan -permítanme la expresión- jodida que la tierra no se podría cosechar y sería casi imposible respirar sin tener grandes problemas respiratorios.
Entre otras cosas, la trama central de ‘Interstellar’ gira en torno al personaje de Matthew McConaughey, que se une a una expedición científica que va a viajar a otra galaxia para encontrar un planeta habitable para trasladar a la especie humana y salvarla de la destrucción de la Tierra.
Aunque la cinta de Nolan no todo es creíble y certero desde el punto de vista cinetífico, ciertos rasgos sí lo son y de ahí que la NASA lleve acabo una incansable búsqueda de vida en otros planetas y sus posibilidades de ser habitados. En ‘Interstellar’, el científico Kip Thorne, sirvió como asesor para que las teorías sobre los agujeros gusano y agujeros negros fueran verídicas. Otra cosa ya es que tengamos los medios para poder atraversarlos. Pero tiempo al tiempo.
Waterworld
Lo sé. Puede que ‘Waterworld’ (Kevin Reynolds, 1995) sea una de las peores películas de la historia, pero algo le tengo que conceder: cuando fui a verla al cine con mis padres me aterrorizó que algo así pudiera pasarle al Planeta y recuerdo haber estado después, varios días, esperando con nerviosísmo a que me crecieran branquias detrás de las orejas. Pero por si no conocéis este clásico del cine malo de los 90 protagonizado por Kevin Costner, os pongo en situación.
En ‘Waterworld’, conocemos un futuro en el que los casquetes polares se han derretido e inundado el mundo. Los supervivientes viven en atolones construídos por ellos mismos o dedican su vida a navegar por los oceános. Uno de ellos, Marinero ha desarrollado branquias para respirar debajo del agua. Su vida cambiará cuando rescate a Helen y a su hija adoptiva, Enola, e los malvados Smokers liderados por el Diácono. Juntos, decidirán ir en busca del único lugar en todo el planeta que todavía no ha sido inundado, tatuado en la espalda de Enola.
Ante este panorama, lógicamente, una niña de 9 años estaba aterrorizada. 22 años después sigo estándolo al leer en las noticias como cada vez el hielo de los Polos se derrite con mayor velocidad…y sigo sin tener branquias detrás de las orejas.
WALL-E
En el 2008, Pixar y Disney estrenaban ‘WALL-E’, dirigida por Andrew Stanton y que, en su momento, fue la película de animación más cara de los estudios, costando 180 millones de dólares. Y os digo que cada uno de esos centavos lo merecía. El resultado es una bellísima animación, increíblemente realista, que se apoyaba en una historia todavía más bella: todo una declaración de amor a la naturaleza y a la importancia de que el ser humano conserve la cabeza con respecto al cuidado del medio ambiente.
Con ‘WALL-E’, todos nos enamoramos de ese robot encargado de limpiar basura en la abandonada y devastada Tierra, pero todo cambiará en su aburrida existencia cuando encuentra una pequeña planta a la vez que llega EVA, un robot encargado de buscar vida vegetal en la Tierra. Proteger la planta y a EVA le llevará a salir del planeta y enfrentarse a los humanos, ahora obesos y apenas sin alma. Y tras varias aventuras, su objetivo se convertirá en plantar esa pequeña planta en la Tierra y volver a conseguir que en la Tierra haya vida.
‘WALL-E’ es una de las tantas obras maestras de la factoría Pixar, pero sin duda es la más importante en lo que respecta al cuidado del medio ambiente. Poesía visual y emocional, a través de un robot muy humano.
Captain Fantastic
El año pasado se vio en la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes, ‘Captain Fantastic’ de Matt Ross, donde se alzó con el Premio a la Mejor Dirección y se convirtió en una de las gratas sorpresas del certamen. Y lo cierto es que, aunque la película no se centre directamente en el tema del medio ambiente, sí que desprende la importancia de la naturaleza y de la conexión del ser humano con ella.
En la película, Viggo Mortensen da vida a un padre de familia numerosa que ha criado a sus hijos en mitad de la naturaleza: escolarizados en casa, sin electricidad, sin móviles, sin televisión, sin Internet…Y cuando tienen que salir de allí por la enfermedad de la madre, se enfrentan al mundo hostil de la hiperconectividad y la deshumanización de las gentes.
Con ‘Captain Fantastic’, Matt Ross quiere evidenciar qué es lo verdaderamente importante para el ser humano y como absolutamente todo en esta sociedad está absolutamente corrompido por los los avances tecnológicos. Lógicamente, los extremos nunca son buenos y la tecnología nos ha ofrecido cosas maravillosas, pero necesitamos volver a los orígenes, conectarnos con la naturaleza y sobre todo, volver a aprender a pensar y reflexionar.
Before the Flood
Cuando a principios del 2016, Leonardo DiCaprio por fin recogía el Oscar al Mejor Actor por su trabajo en ‘El renacido’ (‘The Revenant’, Alejandro González Iñárritu, 2015), su discurso se centró en la importancia del medio ambiente y su conservación, una lucha a la que se lleva enfrentando durante años a través de una Fundación que lleva su nombre.
A finales del 2016, DiCaprio estrenaba en el canal National Geographic ‘Before the Flood’, un documental dirigido por Fisher Stevens y que él mismo producía -junto a Martin Scorsese– y protagonizaba en el que se recogen los viajes realizados por DiCaprio y Stevens a lo largo de varios años por todo el mundo para registrar el terrible impacto del cambio climático en algunos de los lugares más bellos del planeta.
Con el documental, DiCaprio y Stevens lo que presenden en influir en las potencias mundiales para que inviertan todas sus energías y hagan esfuerzos económicos en encontrar métodos y soluciones a través de las energías renovables o si no, y como se ve en el documental, nos iremos a pique. Por cierto, el documental se puede ver forma totalmente gratuita en la web de National Geographic.
Erin Brockovich
En el 2001, Julia Roberts, la novia de América, se alzaba con el Oscar a la Mejor Actriz por haber dado vida a Erin Brockovich, en la película del mismo nombre dirigida por Steven Soderbergh. Brockovich estaba basada en la historia real de una mujer norteamericana que, literalmente, luchó contra una importante fábrica que contaminaba las aguas que bebían en toda una ciudad.
Madre divorciada y sin estudios, tras un accidente de coche y del que pierde el juicio, comienza a trabajar en la oficina de su abogado organizando papeles. Allí, descubrirá la relación directa entre la enfermedad de varios clientes y su familia con la contaminación del agua producida por las perforaciones de una compañía de gas.
Con su lucha, Brokovich consiguió que la empresa que vertió los químicos indemnizara a los damnificados y desde entonces se convirtió en consultora medio ambiental y tiene su propia empresa de consultoría, además de dar conferencias por todo el mundo. Con ‘Erin Brockovich’, Soderbergh, además de homenajear a la mujer, dejó claro lo importante de los pequeños gestos que pueden convertirse en auténtias hazañas y salvar al medio ambiente.
Bestias del Sur salvaje
‘Bestias del sur salvaje’ (‘Beasts of the Southern Wild’, 2012) también fue toda una sensación a su paso por la Un certain regard del Festival de Cannes de ese año. Tanto, que se alzó con el premio Caméra d’Or, que premia los trabajos de los directores noveles en el certamen. Y es que la cinta del norteamericano Benh Zeitlin escondía mucho alma y un amor por la tierra a la que pertenecemos que conmovió a todos.
En la cinta, Hushpuppy, una intrépida niña de seis años (Quvenzhané Wallis, que con tan sólo 9 años, fue nominada al Oscar por su refrescante y poderoso trabajo), vive con su padre en la Bañera, una comunidad situada en una isla rodeada por agua creciente. Un lugar en constante peligro de inundación, pero que la niña ama con fuerza, es su hogar. Y aunque los gobiernos tratan de sacarlos de allí -y aprovechar y convertir el terreno en carne de constructora-, ella protegerá su hogar con todas sus fuerzas y su imaginativa valentía.
Lo que sorprendía de ‘Bestias del sura salvaje’, además de la valentía y la fuerza del personaje protagonista era su narración, en forma de fábula y su mensaje alto y claro y similar al de todas las películas comentadas aquí: cuida de tu hogar, de tu tierra o no tendrás donde ir. Por cierto, además de en la categoría de Mejor Actriz, la película obtuvo otras 3 nominaciones al Oscar: Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Guión Adaptado, toda una victoria para una película tan pequeña.
Snowpiercer
En el 2014, el surcoreano Bong Joon-ho debutaba en inglés con ‘Snowpiercer’, una película de ciencia-ficción para la que contó con un grupo de actores de primer nivel compuesto, entre otros, por actores como Chris Evans, John Hurt, Jamie Bell o Tilda Swinton. En ‘Snowpiercer’, como en otras películas aquí nombradas, se nos situaba en un futuro más o menos lejano devastado por las terribles consecuencias del calentamiento global.
En la cinta, el planeta vive una era glacial después de un experimento científico para combatir el calentamiento global fallara. Los únicos supervivientes, son los habitantes del Snowpiercer, un ferrocarril que circunvala el planeta. En el tren hay dos clases: la clase con privilegios y la clase obrera y pobre, quienes deciden hacer la revolución para mejorar su situación.
‘Snowpiercer’ de nueva juega al «¿qué pasaría si…?», un recurso muy común en las cintas de ciencia-ficción y que siempre suelen mostrarnos a nuestro planeta cambiado a causa del cambio climático y por lo mal que hemos llevado eso de cuidar del medio ambiente.
Happy Feet
Dirigida por el mismísimo George Miller y producida entre Australia y Estados Unidos, la animada ‘Happy Feet’ (2006), puede que sea uno de los títulos indispensables para que vuestros niños aprendan sobre la importancia de que los animales, donde mejor están es en su hábitat natural, muy alejados de acuarios o zoos.
La película cuenta la historia del pingüino emperados Mumble, que al contrario que el resto de su especie no sabe cantar, pero sí bailar, pero eso no impide que sea excluído de la colonia y no pueda declarar su amor a Gloria. Mumble decide irse y en su viaje se se topará con un grupo de pingüinos bailarines, aunque entre unas cosas y otras, terminará siendo capturado en un acuario. El baile será el que le libre del apuro conseguirá la aceptación de su colonia.
La película, además de inculcar a los más pequeños -bueno, no tanto-, el amor por los animales y la naturaleza, es una oda a ser diferente y al poder de la danza y por ello, incluye algunos números musicales divertídisimos que versionan canciones de lo más populares como ‘Somebody to Love’ de Queen o ‘Kiss’ de Prince.
El día de mañana
Sabemos de sobra lo que le gustan a Roland Emmerich las películas sobre catástrofes naturales y desastres varios. En su filmografía hay títulos como ‘Independence Day’ (1996), ‘Goddzilla’ (1998) y ‘2012’ (2009), y en todas ellas el ser humano y el planeta Tierra corrían un grave peligro.
Pocos años antes de esta última, Emmerich rodó ‘El día de mañana’ (‘The Day After’, 2004), donde el calentamiento global volvía a ser el centro de atención de la trama. Protagonizada por Dennis Quaid, Jake Gyllenhaal y Emmy Rossum, cuenta las terribles consecuencias del calentamiento globar, a pesar de que los gobiernos han sido alertados después de que un climatólogo descubrierá que el desastre era inminente.
La película de Emmerich fue duramente crítica por un par de razones: la primera porque científicamente no era del todo creíble y por otra, porque incluía escenas de Nueva York devastadas tan sólo 3 años después del 11-S e hirió sensibilidades.