Los podcasts no son exactamente una gran novedad en el mundo de internet. Cuando la red estaba en sus primeros años, uno de los primeros formatos de contenidos con los que experimentaron los primeros creadores fueron justamente estos. Internet parecía un buen escenario para compartir audios y para que los internautas pudiesen escuchar radio bajo demanda.
Sin embargo, y pesar del trabajo de estos primeros entusiastas, el audio en internet no cuajó. Por un lado, la tecnología no estaba lo suficientemente desarrollada como para que la experiencia de audio fuese lo suficientemente buena. Por otro lado, las velocidades de conexión a internet no eran muy altas, lo que hacía que la experiencia de acceder a los contenidos no fuese muy positiva. Los primeros internautas tuvieron al alcance de la mano los primeros podcasts, pero estos no tuvieron mucho eco.
Muchos años después – y tal y como han vuelto otros elementos del comienzo de la red, como los gifs – el audio ha empezado a tener una nueva vida en la red. Los podcasts han dejado de ser un elemento del pasado que nunca llegó a tener éxito, para convertirse en un elemento en crecimiento que tiene cada vez un público más amplio.
Internet se ha convertido en los últimos tiempos en un escenario también para el sonido y para acceder a contenidos sonoros. Primero, internet se convirtió en la llave para acceder a la música en streaming, con el éxito de plataformas como Spotify. Luego, la red se asentó como el espacio para el boom de una nueva forma de acceder a la radio y a los contenidos, como es el caso del podcast.
De hecho, las primeras estadísticas ya mostraban que los podcasts estaban moviendo bastante dinero. El CPM oscilaba entre 25 y 100 dólares, una cantidad muy superior a lo que se estaba consiguiendo con otros formatos publicitarios. Un podcast con éxito (100.000 descargas por episodio) estaba haciendo entre 250.000 y 400.000 dólares al año en ingresos publicitarios, según las primeras estimaciones.
Pero quizás la prueba más clara de que los podcasts y el audio en internet se han convertido en un entorno emergente está en el hecho de que los grandes jugadores han empezado a entrar en el mercado publicitario y a hacerlo, además, con aquellas herramientas que simplifican las cosas y ponen mucho más fácil todo a los anunciantes y a los responsables de los contenidos.
La publicidad programática ha llegado, de hecho, ya al universo del audio online.
Google entra en el juego
Lo hace además de la mano de Google, lo que muestra ya cómo el formato publicitario se está popularizando y está creciendo. Google va a empezar a servir publicidad en servicios que permiten acceder a audio bajo demanda. Ahora mismo lo hace con Spotify, Pandora y SoundCloud. Los anunciantes simplemente tendrán que usar DoubleClick para encontrar espacio publicitario y podrán comprar inventario de audio del mismo modo que lo hacen con otra publicidad que compran de forma programática.
¿Por qué Google entra en este mercado? Claramente lo hace porque ve un potencial a futuro y porque espera que crezca mucho más en los próximos tiempos. Uno de sus product managers señalaba, al hilo de este lanzamiento, que «la publicidad en audio va a continuar creciendo». Por ahora son todavía una parte reducida del gasto publicitario que se realiza en internet, pero su futuro podría ser mucho más brillante.
Como apuntan en AdAge, ahora mismo los anuncios de audio generan unos 1.600 millones de dólares en publicidad online en EEUU. Es solo una parte mínima de un mercado de 88.000 millones de dólares, pero es una parte que está en crecimiento a un ritmo de impresión. En el último año, creció en un 39%.
La entrada de Google muestra el interés de los gigantes por este mercado y el que se sumen a la publicidad programática popularizará – tanto en accesos como en precios – y hace que sea mucho más fácil pronosticar un futuro en el que los anunciantes se vuelquen más en este terreno.