La demanda conjunta realizada in extremis lo ha logrado. Desde este 1 de agosto, la firma Defense Distributed iba a poder publicar planos, archivos, dibujos e instrucciones para imprimir armas en 3D. En su web, defdist.org, lo anunciaban así: «La era del arma descargable comienza formalmente». Pero a última hora un juez federal no lo ha permitido.
El fallo del magistrado de Washington, Robert S. Lasnik, señala que esta publicación supondría «una probabilidad de daño irreparable» y califica el acuerdo de la administración Trump con la organización dedicada a la distribución de este tipo de armamento como «arbitrario y caprichoso».
Los estadounidenses iban a poder descargar legalmente armas imprimibles a consecuencia del acuerdo alcanzado hace un mes entre Defense Distributed y el actual Departamento de Estado de los Estados Unidos tras un largo proceso judicial.
Ocho estados y Washington D. C. demandaron a Trump
Durante las últimas horas, ocho estados y Washington D. C. presentaron una demanda conjunta contra el Gobierno del presidente Donald Trump por este pacto. La demanda tenía por objetivo «bloquear la acción de la administración Trump que da acceso a delincuentes y terroristas a armas impresas en 3D, imposibles de rastrear e indetectables», según el comunicado publicado por Bob Ferguson, fiscal general del estado de Washington. Y, por el momento, la demanda ha logrado lo que pretendía.
Ferguson decía que este tipo de armamento no está registrado y es muy difícil de detectar «incluso con detectores de metales». Estas armas, continuaba en su escrito, «estarán disponibles para cualquiera, independientemente de su edad, salud mental o historial criminal».
El presidente estadounidense, pese a todo, también mostró este martes sus dudas en redes sociales, antes de saberse la decisión de la justicia. «Estoy mirando las pistolas de plástico 3-D que se venden al público. Ya hablé con la NRA, ¡no parece tener mucho sentido!», dijo en un tuit.
Además, según BBC, planos de armas para imprimir en tres dimensiones se han publicado en internet cuatro días antes siendo descargados «miles de veces». De acuerdo con el servicio público de radio y televisión del Reino Unido, los planos de nueve tipos de armas se subieron al sitio web de Defense Distributed este viernes.
Por otro lado, la organización de Propietarios de Armas en Estados Unidos (conocida como GOA, por sus siglas en inglés), manifestó en días pasados que el pacto que permitía la publicación de la información necesaria para imprimir significa «libertad y está acorde con la Segunda Enmienda» de la constitución estadounidense.
El origen de esta inquietante era
La polémica en torno a las armas imprimibles en 3D comenzó en 2013, cuando nació la primera pistola fabricada con una impresora de estás características, Liberator, creada por el autodenominado criptoanarquista Cody Wilson. En 2012 había nacido la iniciativa Defense Distributed.
Fue ya en 2015 cuando la administración Obama obligó a Defense Distributed a eliminar de internet sus manuales de instrucciones para la impresión de armas en 3D. La organización, que se autodefine como «una firma de defensa privada sin ánimo de lucro […] para el beneficio del tirador estadounidense», demandó al Gobierno.
Tras cuatro años de batalla legal, con la firma aliándose con la Second Amendment Foundation, terminó con un acuerdo inesperado. La administración Trump pactó con Defense Distributed que les permitirían volver a distribuir las instrucciones de impresión a través de internet y les abonarían cerca de 40.000 dólares por honorarios legales y reembolsos.
Imagen principal | Justin Pickard (CC BY-SA 2.0)
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La noticia
Freno a «la era del arma descargable» en Estados Unidos: bloqueada la descarga legal de tutoriales para imprimir armas en 3D
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Toni Castillo
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