El actor británico Tim Pigott-Smith falleció el pasado viernes tras complicaciones en una operación quirúrjica, tal y como anunció su representante. Tenía 70 años.
Pigott-Smith fue un admirado actor teatral, participando también en numerosas producciones televisivas y largometrajes cinematográficos. En el cine debutó en el film bélico ‘Ases del cielo’ (‘Aces High’, Jack Gold, 1976), a la que siguieron films como ‘Furia de titanes’ (‘Clash of the Titans’, Desmond Dabis, 1981) y ‘Evasión o victoria’ (‘Victory’, John Huston, 1981), ambas en personajes secundarios. Con el tiempo se especializó en personajes malvados.
Uno de esos villanos fue el que encarnó tan convincentemente en ‘V de Vendetta’ (‘V For Vendetta’, James McTeigue, 2005). En la década anterior sólo hace una aparición cinematográfica, concretamente en la laureada ‘Lo que queda del día’ (‘The Remains of the Day’, James Ivory, 1993). Es particularmente memorable su participación en la polémica ‘Bloody Sunday’ (íd., Paul Greengrass, 2002), dejando su impronta ese mismo año en la monumental ‘Gangs of New York’ (íd., Martin Scorsese).
Apareció en un Bond: ‘Quantum of Solace’ (íd., Marc Forster, 2008); trabajó a las órdenes de Tim Burton en ‘Alicia en el país de las Maravillas’ (‘Alice in Woderland’, 2010), y de las Wachowski en ‘El destino de Júpiter’ (‘Jupiter Ascending’, 2015), una de sus últimas apariciones cinematográficas. Pigott-Smith se encontraba preparando una obra de teatro, y dejó lista su participación en algunas películas aún sin estrenar, caso de la nueva de Stephen Frears, ‘Victoria and Abdul’.