La realidad virtual ha llegado a Switch gracias a los juguetes Labo. ¿Es lo que se podía esperar de Nintendo?
Nintendo Labo VR Kit es una realidad. El primer acercamiento de Nintendo Switch a la realidad virtual se ha efectuado con la familia Labo y sus accesorio de cartón, pero supone una primera prueba de las capacidades de la máquina en el territorio VR. ¿Ha estado a la altura de las expectativas creadas? ¿Es acorde a lo que podíamos esperar? Debatimos al respecto en la redacción, revisando las claves tras el nuevo ingenio de Nintendo y sus principales objetivos en el mercado.
Nuestro querido Satoru Iwata siempre dijo que Nintendo no era buena compitiendo. Podría ser entendida como una sentencia pesimista, ¿verdad Toni? Sin embargo, creo que es realista. La compañía japonesa siempre (sobre todo a partir de Gamecube) ha optado por vías alternativas. Si la competencia hacía algo de una manera, ellos buscaban la forma de hacerlo distinto. Seguir tendencias no está en su forma de actuación.
Deberíamos verlo más como un experimento, y si me apuras hasta un jugueteOs preguntaréis que a qué viene esto. Es obvio. Nintendo no creo que se haya tomado aún en serio la realidad virtual. No lo consideran una apuesta de presente, y por eso Nintendo Labo VR Kit deberíamos verlo más como un experimento, y si me apuras hasta un juguete. Encaja dentro de la filosofía de pensamiento lateral que puso en marcha Gunpei Yokoi: aprovechar tecnología barata (en este caso cartón) para dar lugar a una experiencia de realidad virtual que sólo te pide que poseas una Nintendo Switch. Si prestamos atención al precio del kit básico (unos 35 euros), es fácil darse cuenta de la estrategia adoptada.
Hay pocos riesgos en esto. Y no me parece mal. Tampoco creo que esta decisión tenga que ver con el desastre comercial de Virtual Boy (del cual por cierto hay un curioso homenaje). Eso queda ya muy lejos. Simplemente, no consideran que sea el momento de ir más allá. ¿Podría ser una primera aproximación a las gafas de realidad virtual modernas? No lo descarto, y de hecho la experiencia de Nintendo Labo VR con Zelda: Breath of the Wild o Super Mario Odyssey nos da a entender que hay ganas de probar cosas. Toni, por cierto, y no sé si para tu alegría o no (ya me dirás) veo factible que también llegue a Mario Kart 8 Deluxe… pero lo que te digo: para mí es de momento suficiente: una curiosidad, de muy bajo coste (pensamiento lateral) y que no sigue la filosofía de competir, sino de ofrecer algo distinto.
Amigo Jesús, me temo que en nuestra contienda de hoy navegamos en mares de grises. No, no estamos hablando del típico debate en el que Alberto o Álvaro dicen una tontería y hay que ponerlos en vereda: hablamos de una conversación de caballeros que están más o menos de acuerdo pero difieren en matices. Coincidimos en lo principal, la visión de la realidad virtual de la empresa de Shuntaro Furukawa ha sido humilde y encarada a la curiosidad, pero yo me pregunto si a esto, siquiera, se le puede llamar “adentrarse en la realidad virtual” y si hacemos bien calificándola así a la propia Nintendo y sus usuarios.
Switch es un maquinón alucinante, pero no le pidamos peras al olmoHubo ruido cuando se supo de la llegada del kit Labo VR, y creo que pocos entendieron qué pretendía hacer Nintendo con ello. Puede que dichas esperanzas de los que llevan creyendo a pies juntillas en que Switch es una plataforma todopoderosa y omnipresente hayan quedado algo desencantados con sus “capacidades” de realidad virtual, de ahí que crea que el acercamiento de Nintendo a la “nueva” tecnología sea del todo insuficiente para los estándares de otros sistemas. Y no me malinterpretes: creo que Switch es un maquinón alucinante, pero no le pidamos peras al olmo, puesto que las capacidades técnicas de la consola son las que son.
Coincidimos: poco riesgo, no es malo, pero como acercamiento a lo que hacen otras plataformas, es absolutamente insuficiente. También te digo que las exigencias de algunos a un accesorio de 30 euros y de cartón eran, como poco, exageradas; eso sí, coherente con los ingenios de la familia Labo y a la espera de ver si se puede expandir con nuevas experiencias made in Nintendo. Por cierto, después de cargarse el Mario Kart 8 Deluxe metiéndole un doble ítem, lo último que le falta es que también le metan realidad virtual. No, don Jesús, olvidemos del pozo del mal y odio que es el Kartocho y miremos al futuro: Kartnueve en el E3, por favor, Nintendo.
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