Todavía faltan un par de semanas para que ‘Baby Driver’ llegue a los cines españoles el próximo 7 de julio, pero tanto Edgar Wright, su director y guionista, como Ansel Elgort y Eisa González, dos de sus protagonistas, han pasado por Madrid hoy para charlar con diferentes medios de comunicación. La cita fue en el Hotel Villa Magna y yo tuve la ocasión de hablar con todos ellos.
En mi caso fue en una mesa redonda en la que yo y compañeros de otras publicaciones tuvimos la ocasión de hacerles varias preguntas, entrando en temas como el extenso trabajo de colaboración previo al rodaje de Wright, la creencia de Elgort de que la película se convertirá en un clásico o la audición que González tuvo que hacer con Jon Hamm para lograr el papel. A continuación os reproducimos lo que nos comentaron:
Edgar Wright
Fue una alegría saber que íbamos a empezar con el responsable de cintas como ‘Zombies Party’ (‘Shaun of the Dead’) o ‘Bienvenidos al fin del mundo’ (‘The World’s End’), quien llegó a la sala sin mostrar síntoma alguno de agotamiento, algo habitual en este tipo de casos, ya que las campañas de promoción son de lo más exigentes.
- La película tiene una gran carga musical, no sé si eso condicionó toda la estructura del rodaje
Por supuesto. Soy un gran fan de la música y la elección de las canciones fue esencial a la hora de escribir el guion. A veces hasta dejaba que la estructura de la canción dictase lo que pasaba en la escena, algo muy divertido de hacer.
- ¿Es verdad que antes de escribir el guion se reunión con un ladrón de bancos, Joe Loya, autor del libro sobre el tema?
Sí. Soy un chico inglés de clase media y estaba escribiendo una película criminal americana y pensaba en cómo darle más realismo. La otra vez que hice algo así fue con ‘Arma fatal’ (‘Hot Fuzz’), que entrevisté a varios oficiales de policía, pero con ‘Baby Driver’ pensé que sería interesante hablar con antiguos criminales. Charlé como con cinco ex-ladrones de bancos y conductores.
Como puedes imaginar, fue muy útil en referente a detalles, anécdotas y experiencias personales. Ya había escrito el guion y tenía a los personajes, pero someterlos a gente que realmente había vivido esas experiencias fue fantástico. Hay muchos de esos detalles que acabaron colándose en el guion. El proceso que siguen o las cosas que hacen que aparecen en la película. Me encanta escribir historias de ficción pero me gusta hablar con gente que ha vivido cosas así.
- En ‘Baby Driver’ parece que todo está medido al detalle. Me gustaría saber hasta qué punto está todo eso planificado de antemano y cuál es su implicación en la fase de montaje.
Estoy implicado en todo el proceso de hacer la película. De hecho, hicimos mucho montaje en el mismo set, lo cual está muy bien. Las canciones estaban escritas ya en el guion, luego hice los storyboards, después los edité con la música y después llega el equipo técnico, los especialistas, los actores y los coreógrafos. Trabajas en todos los timings y ves si funciona según lo habías diseñado.
Después de todo eso lo ruedas e incluso mientras lo haces, ya haces parte del montaje en el set para que así pudiéramos comprobar que el ritmo de la música funcionaba en la escena. Y después, por supuesto, el propio montaje de la película. Siempre estoy presente, porque aunque no lo hago físicamente, superviso hasta el último detalle.
- El personaje de Baby da la sensación de que hay que verle para saborearle, que el guion no es suficiente. Le tienes que ver bailar, hacer el movimiento de la trompeta justo cuando pasa al lado del graffiti. Me dio la sensación de que necesitaba un actor para enriquecerlo, ¿cambió mucho desde que lo escribiste hasta que Ansel lo interpretó?
¿Cómo sabes que no estaba en el guion? Eso pasa con cualquier actor que da vida a un personaje. La verdad es que estaba escrito en el guion que haría muchas coreografías. Esa escena en concreto es resultado de una colaboración entre yo, el coreógrafo y los actores. Por supuesto que el actor le insufla vida, pero cuando haces el casting ya buscas a alguien que pueda mostrar lo que has escrito en el guion, convertirlo en 3D. Creo que Ansel hizo un trabajo fantástico, pero te sorprendería lo detallado que estaba el guion.
- En la película hay mucho de coreografía alrededor de la música y mucho esfuerzo físico en las escenas de acción. Esto tiene más fuerza que los propios personajes, ¿cómo lo habéis trabajado?
Hay una serie de detalles en el guion y de ahí van al storyboard, pero cobran vida cuando trabajas con el coreógrafo y los especialistas. Lo que haces es coger lo que has escrito o dibujado y hacer que funcione físicamente. A veces depende de lo que el actor pueda hacer o de lo que te permite la localización. Tenía escrita una escena de una persecución en la que esperaba usar un ascensor, pero no pudimos encontrar una forma de utilizarlo que funcionara, así que usamos una escalera mecánica.
Aunque prepares la película hasta el último detalle, a veces no puedes encontrar lo que necesitas, así que te adaptas a ello. Es una mezcla de planning preciso y decisiones creativas con lo que tienes a tu disposición. Al final todo es el resultado de la colaboración entre muchas personas, que es una de las cosas más gratificantes que tuve con esta película con gente de diferentes campos contribuyendo todos ellos en una escena.
- ¿Cómo trató con Ansel Elgort y Lily James esa historia de amor que va creciendo a lo largo de la película?
Una de las ideas que me gustaba al comienzo del guion es que Ansel ya trabaja para unos criminales, pero luego conoce a alguien normal y aspira a ser eso. Es un poco el reverso de ‘Uno de los nuestros’ (‘Godfellas’), donde tenías a un chico normal que quería ser un gánster. En ‘Baby Driver’ quiere estar con ella, dejar su trabajo y tener una vida normal.
La química entre ellos estaba ahí y ellos insuflaron vida a sus escenas y diálogos juntos. Ellos se llevaban muy bien en la vida real, así que fue bastante sencillo e hicieron que esas escenas fueran muy sencillas de rodar. Ellos son amigos en la vida real, pero cada uno tiene su pareja.
- Baby ingenuamente piensa que se puede ser conductor de una banda criminal pero no serlo, ¿en quién se fijó, qué arquetipo masculino tuvo para dibujar el personaje? ¿Steve McQueen, Clint Eastwood?
Creo que Baby se está engañando a sí mismo al principio de la película al pensar que no es un criminal. Al principio ves que se intenta aislar de todo, con las gafas puestas y los cascos, está en su mundo. En la vida real tendría la misma sentencia que los auténticos ladrones. La película luego se convierte en él asumiendo la responsabilidad por lo que ha hecho. El público sabe que él está haciendo lo correcto en ciertas cosas de su vida, pero sigue siendo un criminal.
La cosa sobre Clint Eastwood o Steve McQueen es que son arquetipos clásicos de personajes fuertes y silenciosos, pero creí que sería interesante dar un motivo por el que Baby no habla tanto. Ese defecto de oído hace que no hable mucho. Solo cuando conoce al personaje de Lily habla realmente, hasta entonces es un personaje que a lo largo de su vida apenas ha hablado con nadie.
Ansel Elgort
El protagonista de ‘Bajo la misma estrella’ (‘The Fault in Our Stars’) entró en la sala con aire decidido y tomó rápidamente asiento a la espera de nuestras preguntas. Apenas unos segundos pasaron antes de que empezáramos con ellas.
- En la película Baby dice que tiene un iPod para cada estado de ánimo y esto es muy de los jóvenes, ¿crees que de verdad es así? Por otro lado, no aparecen móviles en la película, ¿crees que es incompatible la música antigua con la tecnología de hoy en día y cómo la vivimos los jóvenes?
Creo que la razón por la que Edgar hizo eso fue porque no quería que la película se asociara a una fecha. Por ejemplo, si ves ahora una en la que alguien saca un iPhone 4, reaccionas diciendo que es divertido, que debe ser de hace unos pocos años. Si nunca muestras cosas así, eso no pasará. Así que dentro de 15 años, seguirá siendo una película clásica.
Con la música pasa lo mismo. Si ves alguna de los 80 o los 90 y la música es toda de esa época, se nota demasiado que es de entonces. En ‘Baby Driver’ creo que la ropa, la tecnología, incluso los iPods, porque solamente hay iPods Classics… toda la gente recordará que son iPods Classics y no se asociará a una fecha concreta.
Creo que eso es lo que hizo Edgar también con la música. Tienes una colección de canciones muy ecléctica, con temas de los años 50 hasta comienzos de los 2000. La música tampoco se quedará anticuada, porque mezcla canciones de todas las épocas y géneros. Eso va a permitir a la película ser un clásico.
- De todo el catálogo que le gusta a Baby, ¿cuáles forman parte también del tuyo? ¿Un millennial también se suele interesar por ese tipo de música o es algo para lo que te has tenido que documentar?
Creo que sí. De hecho, la canción ‘Baby’ está en la película porque Edgar me preguntó si conocía alguna canción que encajaría en la categoría de clásico atemporal. En la audición quería que me moviera como el personaje con una canción que conociera realmente bien. Elegí ‘Easy’ de The Commodores. También ‘Lovely Day’ de Bill Weathers es una de mis canciones favoritos y mi iPod está repleto de Barry White.
Me gusta la música ecléctica, y creo que a todos. El problema es que la única canción aquí es ‘Despacito’ mil veces al día, pero si la radio pusiera la banda sonora de ‘Baby Driver’, creo que a la gente le gustaría. Siempre hay alguna que te hace decir “Me encanta esta canción. Solía escucharla a todas horas. Mis padres la ponían en el coche”. Creo que esa es la reacción que tendrá la gente cuando escuche la banda sonora. Creo que los millennials lo apreciarán.
En lo referente a mí, conocía la mayor parte de las canciones. Había unas pocas que no, como la de T-Rex y alguna otra, pero quizá la gente de Reino Unido la conocerá.
- También eres músico y has hecho remixes de varias canciones, ¿participó de alguna forma en los que tiene su personaje en varias cintas?
No, pero ojalá lo hubiera hecho. Creo que Edgar quería un sonido analógico, y ese no es mi estilo. Pero me hubiera gustado hacerlas, creo que podría haberlo hecho. Él conocía a alguien muy majo llamado Kid Koala para hacerlo. A él le encanta ese estilo analógico, con sintetizadores raros, para hacer la música.
- Comentabas antes hablando de la música que es lo que puede hacer que la película sea un clásico, ¿Tú piensas que ‘Baby Driver’, que es un chute de adrenalina, puede llegar a serlo en el sentido cinéfilo?
Sí, al 100%. Creo que ‘Baby Driver’ es magnífica y única. Una película se convierte en un clásico cuando rompe barreras y muestra algo que no habías visto antes. Entonces la gente dice que eso es algo especial. Esta pone a Edgar Wright un paso más cerca de directores como Quentin Tarantino o Martin Scorsese, autores con un gran legado. Son directores originales, no hacen franquicias o películas de superhéroes. Les gusta contar historias que no se han contado antes.
Y si lo hacen, como Scorsese cuando decidió hacer una película sobre unos criminales, pero va a ser diferente a lo que has visto hasta entonces. Eso es lo que Edgar ha hecho en ‘Baby Driver’. No quería decir que la música fuera el motivo por el que va a ser un clásico, sino porque la mezcla de música es atemporal, es imposible fecharla.
¿Te apetecían los retos de interpretar a un personaje que pasa de un estado zen a adrenalina pura, medirse con actores con tanta experiencia y además resultar creíble en esa historia de amor?
Sí, todo eso ayudó a querer el papel. Oí una historia, no recuerdo a quién, que decía que los grandes actores querían eliminar la mayor cantidad posible de diálogos, porque es mejor no tener que decir demasiado, ser misterioso y expresarte a través de la mirada. Eso es lo que tuve que hacer en ‘Baby Driver’. Mucho de mi interpretación fue físico o está en mis ojos. Me encantó ser un tipo tranquilo.
También hubo parkour, baile, etc. Es una interpretación muy física, con oportunidades de hacer cosas que no había hecho. La última vez que hice un papel que todo el mundo vio y que fue una oportunidad para mostrar de lo que era capaz fue ‘Bajo la misma estrella’ (‘The Fault in Our Stars’), y él nunca se callaba. Moló hacer algo más silencioso.
En lo referente a trabajar con esos actores, son legendarios, hay ganadores del Oscar y también del Emmy, gente con la que soñaba poder colaborar. Nunca pensé que de repente iba a estar en una película con este tipo de actores y ahora me he echado a perder. He trabajado con los mejores y espero seguir haciéndolo.
La parte romántica me encanta. Creo que es el corazón y el alma de la película. Es muy pura, no es sobre escribir mensajes o mandar emojis, sino sobre pura conexión humana. Creo que el público puede notarlo. Baby se ve forzado a mostrar muchas caras por toda la gente que le rodea e hice aposta que casi nunca sonríe a no ser que esté con Debora.
Su vida no es algo emocionante hasta que conoce a esa chica y solamente tiene que preguntar cuál es su nombre. No puede parar de sonreír, porque siente de inmediato algo hacia ella. Quería que el público notase que se estaba abriendo y luego va evolucionando a lo largo de la película. Cuando Bats hace presión sobre ella, ves cómo cambia de inmediato y es un momento que mola mucho. Te permite no mostrar todo lo que tienes y luego hacerlo de repente.
Eiza González
Eiza González entró a la sala comentando que ‘Wonder Woman’ había superado ya los 600 millones de dólares de recaudación y se la notaba muy contenta con la noticia. Incluso nos pidió que fuéramos a verla al comentarle que se estrenaba hoy en España y eso que la sucesora de Salma Hayek en la versión televisiva de ‘Abierto hasta el amanecer’ (‘From Dusk Till Dawn’) no participa en ella.
- Antes hablábamos con Ansel que en la película la música es muy importante y contigo coincide de que para ti también es muy importante en tu vida, ¿fue ese uno de los factores que te hizo querer participar?
El factor que lo determinó para mí fue Edgar Wright, punto. Lo que sea que haga él, aunque fuera una película de ‘Alien’, lo hago. Su forma de dirigir sus películas, el montaje, su estilo… me parecen espectaculares. Después tuve la oportunidad de leer ‘Baby Driver’ y cuando vi que había música involucrada y acción, disparar y ser la única mujer que roba bancos. Había tantos factores, el libreto, los actores, la banda sonora. Era un win, win, win sin ningún lose. Sea lo que pasara, la quería hacer.
- En la película compartes escenas sobre todo con Jon Hamm, ¿os comentó algo Edgar Wright sobre los tatuajes que llevan vuestros personajes?
Sí, Edgar es un director que pone mucha atención en los detalles. Cuanto tú ves ‘Baby Driver’, si te fijas el arte en las paredes o en un diálogo que dice “todo a la derecha” y todo lo está. Edgar nos habló mucho de eso. Jamie tiene todos los murciélagos y las pistolas, yo tengo el ‘Suya’ y él tiene ‘Suyo’, es como un mensaje subliminal de posesión, tú eres mío y yo tuya. Manda un mensaje al cerebro aparte de todo lo que ves en escena.
Quedé fascinada, hasta conservo toda la manga de tatuajes y hasta tenía otro que nunca se llega a ver que es un corazón con su nombre. Me parecía muy divertido, ya que cuanto más alejado esté un personaje de ti, mejor.
- Además tu personaje protagoniza la segunda historia de amor de la película.
Creo que el fuerte más grande de Edgar además de ser un increíble director es que también es un estupendo escritor. Eso lo notas aquí, tiene esas dos historias paralelas de amor, el día y la noche. Debora y Baby son el primer amor, la inocencia, el entusiasmo de yo me escapo contigo y tú conmigo, y luego tienes la noche, Buddy y Darling, con esa co-dependencia medio nocivo y oscuro. Yo mato por ti, tú mueres por mí.
Creo que eso también representa una relación, uno pasa de un momento a otro. Creo que hizo lo mismo con Debora y Darling, ella es la inocencia y la dulzura, mientras que Darling es la parte más oscura. Todo eso podría ser resumido en una misma mujer.
- ¿En tu caso cuál fue la escena que más te costó rodar?
La de las armas fue la más difícil físicamente. A la gente se le olvida cómo de pesadas son las ametralladoras, son una locura. Y además cuando disparas tiene retroceso, y encima llevo dos. Normalmente tú la agarras con los dos brazos, por lo que sujetar ambas requirió mucho trabajo físico. Tuve que entrenar mucho, tanto en gimnasio como en los especialistas en armas.
El propio hecho de levantarlas de una forma concreta no es fácil, porque encontrar el momento exacto y dispararlas sin que sea que tienes los brazos flojos es bastante complicado. Además que en pantalla lo ves una vez, pero se hace 17 en el set. Pesan muchísimo, hacía calor en Atlanta y yo lleva guantes de cuero, que se me estaban resbalando. Nadie había tenido en cuenta el calor, porque yo siempre había entrenado con mis manos, pero nunca con un guante.
Todo cambió entonces y llegó un punto en el que me tuvieron que pegar los guantes a las armas para que no se resbalaran. Ese tipo de cosas técnicas, que nadie ha considerado, se vuelven las más difíciles. Pueden ser tus peores enemigas en el set. Los brazos me dolieron mucho durante cuatro o cinco días y no podía levantarlos, pero quedó increíble, así que valió la pena. Lo bueno además es que sé que si algún día tengo que disparar ametralladoras, no tendré ningún problema.
- En las escenas en el coche, una curiosidad, ¿os mareasteis en algún momento?
A mí me encanta la adrenalina. Siempre digo que es como Disney para adultos. Lo pasaba increíble. A mí me encantaba y me fascinaba ver el talento de nuestros conductores. Teníamos a uno de los mejores, o el mejor. Me encanta ver a gente que es buena en su trabajo, que también me pasaba con los otros actores. Jamie siempre dice que es la escena de las palomitas, cuando estás viendo a otra persona actuar y estás embelesado. Eso me pasaba continuamente en el set.
- ¿Y cómo las rodasteis?
No hay efectos especiales en esta película. Todo es práctico, eso significaba estar en la carretera de Atlanta en sentido contrario y a 150 kilómetros por hora. Tienes que confiar en la gente con la que trabajas. Había un aspecto liberador en todo esto. Además tenías que estar en el momento para sentir lo que era robar un banco. Sentir esa adrenalina de no saber lo que iba a pasar.
Además yo tomé clases de conducir y me dijeron que era buena, pero claro, yo crecí en Ciudad de México y cualquiera que haya estado allí sabe que no es sencillo. Uno aprende. Es como estar en ‘Fast & Furious’ a diario para ir a la cafetería.
- Ansel Elgort comentaba antes que tuvo que moverse al ritmo de una canción como lo haría Baby en la audición, ¿en tu caso sabes qué fue lo que hizo que Edgar Wright se decidiera por ti?
Hice la prueba con Jon Hamm. Mi última prueba con él para hacer un test de nuestra química. Esa dinámica entre ellos es como un personaje aparte. Yo veo a Buddy y Darling como uno, y eso era muy importante. Yo me dije que por qué me tenían que hacer eso, que mi último casting fuera con él. Me moría de los nervios, pero cuando estaba allí entré con esa mentalidad de trabajo y Jon fue muy amistoso.
Hablamos de los personajes, con qué nos sentíamos cómodos, trabajamos en nuestra química. Fue increíble y acabé pensando que si no lograba el papel, había sido una bendición hacerlo. Gracias a Dios tuve la oportunidad de trabajar con ellos seis meses.
- Cuando entrabas has comentado la recaudación de ‘Wonder Woman’ hasta ahora. Da muchas esperanzas de un cambio que lo raro es que no se haya producido hace mucho tiempo.
Hay muchas cosas que son difíciles de entender. Lo que yo sé es que todas las películas que he visto con mujeres al volante a la gente le encantan, ¿a quién no le gusta ‘Kill Bill’? ¿Qué tal Charlize Theron en ‘Mad Max: Furia en la carretera’ (‘Mad Max: Fury Road’)? Puedo decir miles y lo que me gusta es que a estas películas les vaya bien es que es una mujer representando la diversidad en un papel protagonista.
Yo siempre digo qué es lo que más le gusta al público. Hablemos de los hombres: ¡las mujeres! No importa tu inclinación sexual, porque todos tenemos a una madre, una hermana o alguna mujer que amamos como modelo. También amamos las diferentes culturas y viajar. ¿Por qué no tenemos más de eso en el mundo? Gracias a Dios cada vez hay más plataformas y eso ha abierto la puerta a que las mujeres latinas cada vez tengan más oportunidades, y lo agradezco, pero ojalá fueran más.
Lo que no puedo pensar es en ninguna que sea latina nacida en otro país que sea protagonista de alguna película de Marvel o DC. No me parece lógico. Vivimos en 2017, ¿cómo es posible que no exista? Si los latinos somos la mayoría de la minoría, pero tengo muchas esperanzas. Sé que esto va a cambiar mucho para las mujeres.
- En el caso de Edgar Wright, aparte de la gran atención al detalle, ¿en qué se diferenciaría de otros directores con los que hayas trabajado anteriormente?
He tenido muchísima suerte. Siempre digo que entre en la industria en el club de la gente guay. Entre ellos están Robert Rodriguez, Edgar Wright, James Cameron o Robert Zemeckis. Algo que los unifica es esa profesionalidad. Lo toman todo como tiene que ser. Tienen una claridad que los identifica. Ellos saben lo que quieren. Son dictadores creativos, pero es lo que tú necesitas como un actor. Es como un hijo. Cuando tienes un niño, si no le dices esto está bien y esto está mal, el mundo es lo que tú quieras hacer de ello.
Como actor tú necesitas una guía y tú a partir de ahí ya puedes ir jugando, pero necesito que me guíes. Edgar tiene una claridad de cada toma, escena, movimiento, la ropa, todo. No había nada que se olvidara. Nunca pasó tampoco con Rober Rodriguez. JAMÁS con James Cameron y tampoco con Robert Zemeckis. Creo que esa es la receta del éxito, tener bien claro lo que quieres, sea la idea más loca o sosegada. Y ya llegar preparado con eso y ayudar a tus actores.
- ¿Y cómo fue la primera vez que hiciste un casting en Estados Unidos?
Me fue fatal y me ha ido fatal mil veces, pero hay veces que me va genial y nada y otras que va muy mal y me quedo. Lo que he aprendido con los castings es que tú tienes una idea de lo que estás viendo pero otra persona puede tener una totalmente diferente. Cuando hice el casting para Robert Rodriguez, yo era rubia, esquelética, flaca… lo contrario a Salma Hayek en ‘Abierto hasta el amanecer’ (‘From Dusk Till Dawn’).
Es ahí donde tienes que dar el lugar creativo a la gente. Él la tenía y lo logró; hasta yo dije que no era esa persona. Los directores de casting quizá ven algo en ti que tú misma no ves.
Antes hablabas del éxito de ‘Wonder Woman’, ‘Alita, Battle Angel’ podría ser el próximo gran éxito que permitiese más papeles protagonistas femeninos en grandes producciones, ¿qué nos podrías contar de ella?
Naaada, pero sí te puedo decir que fue un placer trabajar en ella. No es mi película de ninguna forma, es de los demás, pero me encantó participar en ella. Rosa Salazar hace un papel espectacular y me muero por ver cómo va a quedar. Trabajar con Christoph Waltz fue espectacular y creo que ojalá, porque se lo merecen. Es solo el principio, igual que con la película de Robert Zemeckis que es Steve (Carell) con cinco mujeres muy diferentes, todas diversas. Eso sería increíble.
Imágenes | Sony
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«Es el reverso de ‘Uno de los nuestros’ (Godfellas)», Edgar Wright y sus actores nos hablan de ‘Baby Driver’
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Espinof
por
Mikel Zorrilla
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