La hostia; ese noble y doloroso elemento, pilar indispensable —e indiscutible— dentro del cine de acción, y uno de los primeros mecanismos a tener en cuenta a la hora de generar comedia, lleva con nosotros desde los primeros compases de un séptimo arte que no hubiese sido lo mismo sin su existencia.
Desde los genios del slapstick más clásico como Charles Chaplin y Harold Lloyd, hasta grandes de la comedia y la acción contemporáneas como Leslie Nielsen y Jackie Chan, han sido muchos los intérpretes que, conscientes de su importancia, se han servido de la contundencia de un buen mamporro para llevar su trabajo a buen puerto.
Es por esto que, desde Espinof, hemos decidido honrar el arte del puñetazo buscando la mejor hostia que se ha dado en una pantalla de cine, y reuniendo en esta lista los 13 guantazos más memorables de los últimos tiempos. No olvidéis levantar la guardia.
‘La historia de Ricky’
La cinta hongkonesa ‘La historia de Ricky’, adaptación del manga ‘Ricky Oh’ de Masahiko Takajo y Saruwatari Tetsuya, ha pasado a la historia por ser una de las cintas de artes marciales más cafres, exageradamente violentas y desmadradas de todos los tiempos. De entre toda su retahíla de de palizas, miembros cercenados, muerte y destrucción, destaca este momento en el que el bueno de Ricky practica una cirugía maxilofacial a golpe de puño a un compañero de prisión.
‘Viernes 13. Parte VIII: Jason vuelve… para siempre’
A lo largo de la longeva franquicia iniciada con ‘Viernes 13’ en 1980, hemos visto al señor Jason Voorhees —y a su madre—, asesinar a sus incontables víctimas de mil y un formas, algunas de ellas de lo más imaginativas. Eso si, se hace difícil pensar en una más contundente que este sopapo capaz de arrancarte la cabeza y hacerla volar por los aires.
‘Regreso al futuro’
El que es, sin duda, de los trabajos estrella de Robert Zemeckis, se ganó a pulso su condición de clásico de culto ochentero gracias a su buen número de secuencias para el recuerdo y al carisma de sus personajes. Más allá de esto, ‘Regreso al futuro’ contiene uno de los guantazos más aplaudidos y satisfactorios que he podido disfrutar en una sala de cine. Como para no enamorarse de McFly…
‘El último Boy Scout’
Nada, absolutamente nada puede salir mal de la mágica combinación de Tony Scot dirigiendo un guión de Shane Black. ‘El último boy scout’ es una buena muestra de ello, y atesora uno de los momentos más macarras y memorables de la carrera de Bruce Willis como héroe de acción —sin contar sus encarnaciones como John McClane—: un directo al tabique nasal precedido de una advertencia tan concisa como «si me tocas, te mato».
‘Conan, el bárbaro’
Pese a considerarme amante de los animales y un férreo detractor del maltrato, se me hace imposible soltar una carcajada ante el particular duelo de Conan y el pobre camello, que acaba K.O un par de veces a lo largo del metraje de la cinta. Parece ser que aquello de «aplastar enemigos, verles destrozados y oír el lamento de sus mujeres» incluía también dejar inconscientes a sus colegas jorobados.
‘Duro de pelar’
¿Quién necesita humanos teniendo un orangután como Clyde? El simio que acompaña a Clint Eastwood en ‘Duro de pelar’ se alza no sólo como la verdadera estrella del filme, sino como el artífice del mejor puñetazo de los muchos que hay a lo largo de su metraje. No es de extrañar que fuese un auténtico triunfo en taquilla.
‘La jungla de cristal’
Leer el título de ‘La jungla de cristal’ en estas líneas podría sugerir que vayamos a hablar de alguno de los muchos momentos en los que Bruce Willis desata toda su furia contra Hans Grubber y sus secuaces a lo largo de la película. Nada más lejos de la realidad. Aquí los verdaderos protagonistas son Holly Gennaro —o McClane, como ustedes prefieran— y el depurado directo de derecha que aterriza con un estilo indiscutible en la nariz del reportero.
‘Independence Day’
A la hora de enfrentarte a una raza extraterrestre, más avanzada y con un armamento y tecnología mucho más sofisticados que los nuestros, no hay nada mejor que un buen puñetazo en toda la cara —o lo que tengan los aliens—. El Capitán Steven Hiller puede dar buena fe de ello a juzgar por lo bien que le salió su comité de bienvenida al alien que le derribó en ‘Independence Day’.
‘El club de la lucha’
Cuenta la leyenda que David Fincher, en petit comité, ordenó a Edward Norton golpear de verdad a su compañero de reparto en esta escena de ‘El club de la lucha’. El resultado del poco inspirado golpe que el protagonista de la cinta propina a Brad Pitt en toda la oreja, fue la queja auténtica del actor que da vida a Tyler Durden. La verdad es que tiene pinta de picar bastante…
‘Dos tontos muy tontos’
El momento de la cabina es, sin duda, uno de mis pasajes favoritos del divertidísimo debut de los hermanos Farrelly. La satisfacción que da ver cómo ponen a dormir al típico plasta de turno, con el que todos hemos coincidido más de una vez, gana enteros al tener un cristal entre medias de su cara, y el puño del matón.
‘Sillas de montar calientes’
La delirante sátira en forma de western de Mel Brooks ‘Silas de montar calientes’, esconde otro puñetazo a un animal que poco o nada tiene que envidiar al del camello de Schwarzenegger. Esta vez el pobre cuadrúpedo afectado es un caballo al que el salvaje de Mongo tumba de un castañazo. Porque nadie le dice a Mongo dónde puede o no puede aparcar su res.
‘El hombre de mimbre’
Nicolas Cage, después de pegar voces y gesticular como un maníaco como sólo el sabe, se disfraza de oso y le parte la cara de un guantazo a una señorita, con carrerilla incluida. Si, es tan ridículo como parece, pero se alza como el momento estelar del show de Cage, muy cerca de su mítica tortura con abejas, y de la patada que estrella a Leelee Sobieski contra una pared llena de fotos. Carne de meme.
‘Blanco Humano’
A lo largo de su carrera, hemos visto a Jean-Claude Van Damme pegar buenas tundas a personas de toda raza, altura y peso; pero jamás hemos tenido el privilegio de presenciar algo tan espectacular como su técnica para dormir serpientes de cascabel en ‘Blanco humano’. Con una maestría capaz de desatar la envidia de Bear Grylls —si, el de ‘El último superviviente’—, Van-Damme no sólo se libra del peligro de la culebra de un golpe seco; también la utiliza como arma defensiva contra sus perseguidores.
Bonus Track: Bud Spencer, rey del bofetón
Qué sería de un recopilatorio de hostias sin una leyenda como Carlo Pedersoli, más conocido como Bud Spencer. El rey indiscutible de las bofetadas a mano abierta dejó a lo largo de sus cincuenta años de carrera un buen número de contracturas cervicales y mandíbulas hechas arenilla. Nadie volverá a dar tollinas como las dio el bueno de Bud.
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En busca de la mejor hostia que se ha dado en una pantalla de cine
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Espinof
por
Víctor López G.
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