Las guerras entre las grandes compañías no son un elemento nuevo en el mundo de las nuevas tecnologías y de internet, en el que varias han sido las que se han enzarzado en batallas y tiras y aflojas en las últimas décadas. Algunos han sido especialmente mediáticos y se han convertido en uno de esos momentos que entran dentro de la cultura popular. Otros lo han sido menos, pero han tenido un impacto bastante importante en el mercado y en cómo se organizan las cosas y lo que se puede esperar de ellas.
Y es más que posible que en ese terreno entre el último movimiento de Amazon contra Google. Google y Amazon están enzarzadas en los últimos tiempos en un tira y afloja y en una guerra entre ellas. Puede que a primera vista pueda parecer que una guerra entre uno y otro no tiene mucho sentido porque no son el mismo tipo de compañía y por tanto no juegan en las mismas ligas, pero en realidad la batalla tiene toda la lógica porque Amazon y Google sí están compitiendo por los mismos mercados e incluso viendo cómo mercados en los que en teoría no competían de forma directa se están solapando (ahí está cómo Amazon le está robando mercado a Google en búsquedas).
La batalla entre una y otra es clara y quizás el más mediático de los ejemplos fue hace unos meses, cuando Google decidió eliminar su app de YouTube del universo de dispositivos de Amazon y lo hizo desaparecer de la Kindle Stick TV que acababa de Amazon lanzar a nivel mundial. El cruce de acusaciones que marcó el punto de partida para el abandono del ecosistema estaba en que Google acusaba a Amazon de no vender su propio dispositivo para televisiones.
Pero por supuesto esto solo fue una más de las entregas de una guerra que tendrá muchos más episodios y de la que acaba de llegar la última entrega. Amazon acaba de dar la espantada en la publicidad de Google.
Lo que acaba de hacer Amazon
Amazon (la versión estadounindese y la principal de la tienda online) acaba de dejar de comprar un tipo de publicidad de Google. La noticia puede parecer a primera vista una gota de agua más, pero es en realidad un movimiento con muchas consecuencias. El formato que abandona son los ‘shopping ads’, anuncios con productos para comprar. Como señalan en Bloomberg, el medio que ha adelantado el movimiento, estos anuncios son de los más búscados y de los más pujados por las tiendas online, ya que son los que les permiten posicionar sus productos de cara a las ventas. Son los anuncios que el consumidor que quiere ese producto ve.
¿Ha tomado una decisión suicida Amazon? En realidad, no. Como bien apuntan en el análisis del movimiento, que Amazon haya decidido abandonar un formato tan preciado dentro de la oferta de Google muestra claramente sus propias cartas. Es un síntoma más de que Amazon se está tomando sus planes y sus posiciones en el mercado de la publicidad online muy en serio.
Por ahora, algunas de las compañías que son propiedad de Amazon, como es el caso de Zappos, siguen empleando este tipo de anuncios. Pero estas empresas, a pesar de tener en Amazon a su dueña, operan de un modo independiente a la compañía principal y toman decisiones independientes en términos de publicidad.
Cómo se vengará Google
La cuestión ahora está en ver cómo responderá Google a este movimiento. ¿Seguirá una contraofensiva como la que hace unos meses protagonizó por culpa del sitck de televisión? ¿O no responderá a este movimiento? Algunas estimaciones apuntan a que Amazon se podía gastar unos 50 millones en anuncios en Google cada año, lo que no es una cantidad pequeña.
Pero quizás a Google simplemente le estén creciendo los problemas en lo que al mercado publicitario se refiere. Amazon ha dejado de usar sus anuncios en un movimiento posiblemente estratégico, pero no es la única compañía que ha parado su inversión publicitaria. En la lista de compañías que han dejado de anunciarse tras los escándalos protagonizados por YouTube ha entrado ahora Cisco.
La compañía acaba de anunciar que deja e anunciarse en YouTube, porque no quiere que sus anuncios «terminen accidentalmente en el lugar equivocado, como en un video de transmisión con contenido sensible».