Para bien o para mal, el formato MP3 cambió la forma en que se escucha y distribuye música. Su sola existencia trasladó bandas y artistas a rincones inimaginables del planeta, mientras que sirvió como punto de partida para el desarrollo de formatos alternativos. En sus 24 años de historia, el MP3 dio lugar a docenas de disputas y demandas legales, sin embargo, el Instituto Fraunhofer compartió a través de un breve comunicado que el último programa de licencias de Technicolor y Fraunhofer destinado a ciertas patentes de la tecnología MP3 ha terminado.
Napster, Audiogalaxy, Kazaa, Ares, Winamp, el iPod, reproductores chinos, streaming de música… todo esto tiene algo en común, y es el formato MP3. Su aventura comenzó en 1993 con la publicación del estándar ISO/IEC 11172-3:1993, y a partir de allí, el público básicamente absorbió a esta tecnología. Ahora, consideremos las limitaciones de la época. Internet estaba en pañales. Las conexiones de banda ancha eran un sueño de ciencia ficción, y además de pelear con inestables enlaces telefónicos, debíamos pagar una fortuna. Aún recuerdo cosas como celebrar una descarga de cuatro kilobytes por segundo después de haber leído durante una hora los comandos avanzados del módem (AT&F&C1&D2… ugh). La compresión no era solamente bienvenida: Era crítica para preservar nuestra salud mental. Lo que antes era imposible de compartir, el MP3 lo colocó a nuestro alcance con una espera de 15-20 minutos. Winamp nació en 1997. Dos años más tarde llegó Napster. El MP3 había iniciado su conquista mundial, y como era de esperarse, todos querían entrar a la fiesta.
El aspecto legal del MP3 fue tan turbulento como las discusiones sobre el formato en foros especializados, y si a eso sumamos las diferencias entre países, en esencia era un hierro caliente. Lo que califica bajo uso libre y legal en una región, habilita la posibilidad de una demanda en otra. Vamos a hacer una reducción drástica de todo ese caos y decir que la gran mayoría de las patentes asociadas al MP3 expiraron durante todo el año 2012 en la Unión Europea. El gran asterisco (y campo de batalla preferido) era Estados Unidos, ya que técnicamente permite extensiones en las aplicaciones de registro. Dependiendo de la interpretación, el MP3 quedó libre de patentes al otro lado del charco el 22 de septiembre de 2015, o el 16 de abril de 2017. Y eso… nos deja a las puertas del último anuncio de Fraunhofer.
El pasado 23 de abril, Fraunhofer y Technicolor (compañía dueña y administradora de la última patente US6009399) dieron por terminado su programa de licencias vinculado a patentes y software MP3. Esto abre un nuevo capítulo para todos aquellos desarrollos libres y open source que durante años se vieron forzados a dejar a un lado el soporte MP3, en un intento por evitar conflictos legales. Lo primero que nos viene a la mente son las distros Linux, pero también debemos pensar en reproductores alternativos, aplicaciones móviles, y mucho más.
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