Sin dudas, Double Dragon es un juego difícil que requiere del trabajo en equipo a la hora de luchar. Dos jugadores, dos amigos unidos, que toman el rol de los hermanos Billy y Jimmy Lee para rescatar a Marian. Pero no todo es lo que parece, porque el final de este clásico nos enfrenta a lo inesperado: La traición de un amigo.
Con el paso del tiempo los videojuegos nos han permitido experimentar diferentes puntos de vistas con cada juego. Desde las clásicas historias jugando para el bien, donde hay que rescatar a la chica de turno o salvar el mundo, o jugando para el mal, esparciendo el caos y la destrucción con fines de eliminar o conquistar el planeta o universo. El jugador puede escoger un bando y seguir su historia con un final asentado que lo espera al terminar la aventura. Claro que a veces puede surgir una situación inesperada como es el caso del final de Double Dragon, donde te debes enfrentar con tu amigo, por el amor de Marian.
Partamos desde el inicio: Billy y Jimmy Lee son dos hermanos gemelos entrenados en las artes marciales, propietarios del Dojo Sou-Setsu-Ken. Junto a ellos está Marian, instructora del dojo y novia de Billy. El juego comienza cuando Marian es secuestrada por los Black Warriors, una de las bandas más violentas en América, y Billy sale en su rescate. Si uno juega la versión en recreativa de Double Dragon en cooperativo, el otro jugador toma el control de Jimmy, dando así inicio a esta aventura donde ambos hermanos (y jugadores) salen a repartir puños y patadas por las calles de la ciudad. Pasarán por una fábrica y un por bosque, revoleando enemigos y rompiendo caras, hasta finalmente llegar a la guarida de los Black Warriors.
Al llegar al último nivel, la joven Marian se encuentra atada a una pared y aparece en escena Willy, el líder de los Black Warriors, el último Jefe a derrotar. Sin dudas una pelea difícil pero nada que los hermanos Lee no puedan afrontar. Una vez derrotado, uno esperaría finalmente un final feliz… pero nada de eso. Instantáneamente aparece un cartel en pantalla que reza que ambos jugadores tienen que pelearse entre sí. El ganador se queda con Marian. Este desenlace cambia abruptamente la historia de Double Dragon y de sus protagonistas, así como de los dos jugadores que llegaron a este momento.
Se supone que la motivación de Jimmy es ayudar a su hermano, porque eso es justamente lo que hacen los hermanos, ayudarse entre sí. Pero llegado el final uno comprende que Jimmy también está interesado románticamente en Marian, y esperó hasta ese momento para revelar sus verdaderas intenciones, ¡atacando a su propio hermano! Claro que Marian tampoco está libre de sospechas porque mientras ella está atada ve la lucha entre ambos hermanos. Si Billy gana, ella se libera y sale a besar a su amado; si Jimmy gana, ella se libera… ¡y sale también a besarlo! Esto hace suponer que ya había algo entre ambos y que planearon el secuestro para que luego Jimmy pudiera deshacerse de una buena vez del pobre Billy. De hecho, en la edición de NES la historia cambia cuando se revela que Jimmy es, en realidad, el líder de los Black Warriors y que fue quien orquestó el secuestro de Marian.
¿Y qué pasa con los dos jugadores que llegaron a este punto? Porque Double Dragon es un juego difícil que requiere del trabajo en equipo a la hora de luchar, cubriéndose las espaldas y atacando en conjunto a los enemigos que salen al acecho. Llegar al final de la aventura y, que el propio juego te diga que ahora tienes que enfrentar a tu amigo, aquel compañero que te acompañó a lo largo de una ardua misión, sin dudas es un balde de agua fría en pleno invierno.
Solo hay una forma (no oficial) de acabar el juego de manera ética: en vez de luchar, dejar pasar el tiempo hasta que llegue a cero, momento en el cual ambos jugadores pierden automáticamente. Un Game Over que marca una derrota en el juego, pero una victoria para la amistad. ¿O serás capaz de traicionar a tu amigo?
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