No falla nunca. Funciona con la exactitud que solo pueden tener los planetas en su órbita o los relojes suizos. Vuelve la magia y el color del “Espectáculo del Ocho” a la Catedral de Mallorca. Este fenómeno lumínico se produce solamente dos veces al año: El día 2 del mes 2, festividad de la Virgen de la Candelaria, y el día 11 del mes 11, día de San Martín.
Dos veces al año, la casualidad hace que un haz de luz del sol naciente atraviese el rosetón mayor, cruce la nave y se proyecte su reflejo en la pared de delante, justo debajo del rosetón opuesto de la fachada principal. El resultado es espectacular: una explosión de color gracias a las 1.116 piezas de cristal que componen el vitral mayor de la Catedral de Mallorca. Durante un pequeño período de tiempo, unos cinco minutos en total, se refleja uno sobre el otro, formando un doble rosetón, de vidrio y de luz, similar a un “ocho de luz”. Por ello, a este fenómeno se le conoce como el “Espectáculo del Ocho”.
El “Espectáculo del Ocho” es una de las curiosidades de la Catedral de Mallorca que atrae más la atención de los visitantes. “La Seu”, como se la conoce popularmente, es el patrimonio artístico más emblemático de las Islas Baleares. Incluso Jorge Luis Borges, antes de ser Borges, cuando pasó por Mallorca de joven con su familia, le dedicó un poema: “sonora como un aplauso o como un beso”. En este caso, el efecto que produce la Catedral no es sonoro, sino lumínico.