Mata una cabra. Trocéala. Convence a unos cuantos amigos fuertes para que carguen con tres trampas metálicas de tres metros de longitud y varias bolsas con la carne de cabra durante unos cuantos kilómetros arriba y abajo por colinas empinadas. Olvida el calor y la humedad que te cuecen al vapor. Prepara el primer cepo con pedazos de carne y cuelga unas bolsas en los árboles para «aromatizar» el aire. Date otra buena caminata de varios kilómetros. Pon otro cepo. Recorre cinco o seis kilómetros más y repite la operación. Regresa al campamento. Duerme. Repasa todas las trampas por la mañana y por la tarde durante los dos días siguientes. Lo más probable es que estén vacías, pero si tienes suerte, allí estará: el lagarto más grande del mundo, un gigante con cara de pocos amigos que recibe el nombre de dragón de Komodo.