Llega a ser desconocertante el nivel al que está llegando la robótica. Las voces más discordantes claman a los cuatro vientos que las máquinas se rebelarán contra los seres humanos, pero una visión más optimista de la situación escribe un relato donde procesos mecanizados y objetos más inteligentes harán la vida más fácil a las personas. Y eso estamos.
Ágil, preciso, ligero y desconcertante, este perro-robot pesa únicamente 55 libras (24 kilogramos), unos 34 kilogramos si se cuenta su brazo independiente que, visto con imaginación, simula un largo cuello. Impulsado de manera eléctrica (no requiere de mecanismos hidráulicos ni cables supletorios), SpotMini se mantiene con «vida» durante unos 90 minutos antes de ponerlo a cargar, dependiendo, no obstante, de la tarea asignada previamente. Aunque se mueve de forma autónoma no es del todo perfecto, ya que para las tareas más complejas requiere de la mano humana.
«Es uno de los robots más tranquilos que hemos construido», relatan fuentes de la compañía en el video corporativo publicado para presentar este ingenio. Este perro robótico, cuyos responsables aseguran que es muy silencioso, cuenta con varios sensores, como cámaras de profundidad, giroscopio de estado sólido y los sensores de propiocepción en las extremidades que facilitan la navegación, el posicionamiento y el control móvil.
Capaz de moverse con total soltura por el hogar evitando los obstáculos, la mascota robótica está concebida para programarse como un asistente persona para el hogar, ya que es capaz de poner el lavavajillas con gran precisión sin que se le caiga un solo plato o recogiendo objetos de la vivienda.
fuente: abc.es