Siempre he tenido dos cámaras. Una para hacer el trabajo profesional y otra para llevar siempre conmigo. Una réflex y una compacta. En este último año mi segunda cámara ha sido la Fuji X100s. Y casi ha sustituido a mi flamante Canon. Vamos a ver los motivos.
La cámara no hace al fotógrafo. No es más que una mera herramienta. Con una cámara de 20000€ vas a ser igual de malo que con una de 100€, pero con mayor rango dinámico y más millones de píxeles. Es algo que le cuesta entender a mucha gente. Nunca entenderé a los que dicen que con esa cámara harás buenas fotos… o como ahora todas son digitales no tendrás problemas… Frases hechas que quieren quitar todo el mérito a la persona que se sitúa detrás de la máquina. Y todo porque parece solo un proceso meramente mecánico.
La relación del fotógrafo con la cámara es algo especial. Aunque es puro y duro fetichismo, algunos nos sentimos más cómodos con un modelo que con otro, incluso dentro de la propia marca. En la época de los carretes siempre iba con una Minox 35 en el bolsillo. Y aunque era la más pequeña del mercado yo me sentía grande con ella. ¿Por qué? más que nada por la calidad del objetivo. Pero sobre todo porque me veía bien con ella.
Una cámara para un fotógrafo es como una prenda de ropa. Como una camiseta con la que te sientes bien, o unos vaqueros de los que no te separas. Te tienes que mirar al espejo con ella y sentirte bien. Al final todas hacen lo mismo, pero con una te encuentras mejor que con otra. Y esto es lo que me pasa con la Fuji X100S. Es una cámara con la que te sientes feliz.
La fotografía con una Fuji X100s
Es una cámara para los nostálgicos. Algunos dicen que es para los que no han tenido nunca una Leica en las manos y se conforman con una mera copia. Fuji lo hizo bien. No deja de ser una cámara digital con el aire de una máquina clásica, ideal para los nostálgicos.
Para empezar lleva un objetivo de focal fija, equivalente a un clásico 35 mm. Esto es una tara para muchos, pero es el gran acierto de Fuji. Un zoom la convertiría en una máquina más voluminosa y menos luminosa. Así es más discreta y te obliga a moverte para encontrar la fotografía que buscas. No te puedes esconder detrás de ella y no asustas al personal. Si no te gusta lo que ves por el encuadre no te queda más remedio que moverte. Haces menos fotos y te lo piensas más. Más puntos a su favor.
El tamaño, como ya he señalado, es muy contenido. No la puedo llevar en el bolsillo (al menos yo no los tengo tan grandes) pero para una mochila es perfecta. Junto con un libro, la tablet, la cartera y los cascos es un complemento perfecto. Esa es una de sus virtudes. Si además sabes que el sensor es de tamaño APS-c te empiezas a dar cuenta de lo que tienes entre las manos.
El famoso visor híbrido
Que yo recuerde, es la única cámara que lo tiene. Es un visor electrónico y óptico. Dos en uno. Al principio cambias cada dos por tres, pero con el tiempo te acostumbras a usar uno solo. En mi caso me he inclinado por el electrónico con toda la información… Qué maravilla es tener el histograma en directo y no tener que acudir a la pantalla LCD.
Es un sistema que da personalidad a la serie X100, pero es caro de producir y al final encarece el producto. No me extrañaría que algún día sacarán una versión sin esta particularidad, pero perdería su aura. Es bueno saber que lo tienes aunque no lo aproveches. En situaciones de mucho contraste sí que lo he utilizado alguna vez, pero siempre vuelvo al redil… Y cada vez que miro por el visor de mi réflex me pregunto dónde estará toda la información que me falta.
Es muy cómoda la rueda con la compensación de exposición, que utilizo constantemente. El bloqueo de la rueda de velocidades es perfecto para dejarlo en A y cambiar solo el anillo de diafragmas sobre el objetivo. Porque trabajo siempre con prioridad al diafragma. De nuevo me quito la máscara y confieso que utilizo la X100 en modo semiautomático, o semimanual para no hacer demasiado daño a los que lo consideren un sacrilegio. Ah y la sensibilidad en Automático. Pocas veces tengo alguna fotografía movida.
Los problemas de la X100
Pues sí, esta cámara tiene problemas. Más de los que me gustaría, pero los tiene. Empiezo sin orden ni concierto. Lo primero que me viene a la cabeza es que no puedes poner la tapa del objetivo si quieres poner el compacto parasol. Y es un problema si la llevas en una bolsa, por razones obvias. Hay que hacer algún artilugio para solucionarlo, y no siempre queda bien. Con lo práctico que sería que encajara bien al revés, por ejemplo.
No me gusta que la tarjeta y la batería compartan la misma pestaña. Con lo cómodo que es que estén separadas para evitar accidentes… Conozco a uno que se le cayó la batería al fondo de un río al cambiar de tarjeta.
El autoenfoque funciona bien, pero algunas veces es muy errático. Y en algunos casos me ha dado por válido un enfoque que no era tal. Y la nitidez deja mucho que desear, evidentemente. No tiene la velocidad de una réflex o de sus hermanas mayores, pero creo que un poco más de decisión le vendría bien.
Es muy curioso que cuando haces una fotografía con el histograma ajustado la fotografía resultante está quemada con uno o dos puntos de sobreexposición. Sé como es la técnica y no es un fallo personal. Y es algo que nunca me pasa con otras marcas.
Conclusión
A pesar de todo, creo que es la mejor cámara compacta que he tenido nunca. A todo el mundo se la recomiendo incluso como cámara única, siempre y cuando no pongan reparos a la óptica fija. Te devuelve a los tiempos pasados por su estética inconfundible y discreta para los amigos de lo ajeno. Hay gente que piensa que de un momento a otro vas a cambiar de carrete.
Si la tengo que cambiar por otra lo haría por una versión más moderna. Por primera vez reconozco que me costaría separarme de una cámara porque tengo la sensación de que este modelo en concreto me está como anillo al dedo. Todo está en su sitio, ocupa lo justo y tiene un peso que hace que te sientas seguro cada vez que la sujetas.
Sin embargo estoy convencido de que si las demás marcas se atrevieran a sacar algo parecido no me costaría en absoluto adaptarme a otros modelos. Es, junto a la Sony RX1, una rara avis con un mercado por explotar. Eso sí, en estas vacaciones que empiezo creo que va a ser la única que me acompañe.
En Xataka Foto| Fujifilm X100S
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La noticia
Después de más de un año con una Fuji X100 entre las manos
fue publicada originalmente en
Xataka Foto
por
Fernando Sánchez
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