Cuando Spotify apareció en el mercado y se fue haciendo fuerte en número de usuarios, la plataforma recordaba cómo su propia naturaleza y cómo sus diferentes características tenían un impacto positivo en la industria de la música. Para una industria para la que la piratería se había convertido en un serio y complicado problema, Spotify y similares se convertían en una alternativa legítima que lograba captar a esos usuarios piratas. El mensaje que se repetía en esos primeros años era el de que Spotify ayudaba a finalizar con la piratería de este tipo de contenidos.
La plataforma lo hacía además permitiendo acceder a los creadores de los mismos a ingresos, ya que la plataforma se sostenía – y se sostiene – con suscripciones de pago y con un modelo fremium, en el que los anuncios se encargan de pagar el uso del servicio. El usuario simplemente tiene que aceptar que cada cierto número de canciones se interrumpirá su experiencia de uso para dejar paso a los anuncios.
Pero ¿sale realmente a cuenta este modelo? En los últimos años, no han sido pocos los artistas que han criticado a Spotify porque, al final, los beneficios que reportaba para los creadores eran demasiado bajos. Para lograr ciertas cifras de ingresos por derechos de autor, había que conseguir muchas reproducciones. Quizás el caso más sonado de desencuentro fue el protagonizado por Taylor Swift, que hace unos años abandonó la plataforma con gran estruendo (aunque acabó volviendo a la misma).
¿Cuánto dinero hace Spotify con la música y de forma específica con los anuncios que sirve? La plataforma acaba de anunciar que quiere salir a bolsa en Nueva York, lo que ha hecho que sus datos económicos se hagan públicos. Gracias a la información que ha remitido a la SEC y que se ha hecho pública para inversores, se puede saber cuánto dinero hace Spotify, cuánto pierde y cuánto dinero le supone la publicidad. A pesar de ha crecido en 2017 en un 45% en usuarios, Spotify sigue siendo una empresa con pérdidas. En 2017 perdió 1.000 millones de dólares.
De todos sus usuarios, el número mayor de ellos emplea la suscripción con anuncios. Spotify tiene 159 millones de usuarios mensuales activos, de los que 71 millones emplean la plataforma bajo pago del servicio premium. El resto, y una rápida resta nos dice que son 88 millones aunque en el prospecto la cifra que indican es de 92 millones, emplea Spotify en su versión con anuncios. En total, en Spotify se escuchan más de 40.000 millones de horas de música.
La parte que llega de los anuncios
Los ingresos de Spotify en el último año han sido de 4.090 millones de euros. ¿Cuántos de esos millones han llegado de los anuncios? La parte publicitaria es una parte reducida de sus ingresos. En 2017, aunque la cantidad es muy superior a la lograda en 2016, Spotify cerró el año con 416 millones de euros en ingresos publicitarios (los usuarios premium supusieron 3.674 millones de euros) En 2015 los ingresos por anuncios fueron de 196 millones y en 2016 de 295 millones. El crecimiento en ingresos publicitarios estuvo basado en el crecimiento de las impresiones generadas: Spotify sirvió más anuncios en los últimos tiempos.
Las cuentas premium, por tanto, son el 90% de los ingresos de Spotify. De forma estadística y a pesar de la cifra anterior, señalan que los ingresos por publicidad crecieron en un 51% entre 2015 y 2016 y en un 41% entre 2016 y 2017, lo que les lleva a considerar este formato como una de sus fortalezas. Creen aun así que la versión con publicidad que es viable y que es una oportunidad de crecimiento a futuro.
Spotify reconoce además en el prospecto presentado a la SEC y entre los factores de riesgo de la compañía que tienen que enfrentarse y que lo harán aún más en el futuro a mucha competencia en el terreno de la publicidad (y también en el de captación de usuarios), ya que hay otros servicios ya existentes y potenciales que ofrecen este tipo de servicios y que intentan captar a los mismos anunciantes que ellos.
A eso suman que en el mercado de la publicidad online también compiten con los gigantes del sector en general por los dólares publicitarios, lo que hace que captar esos anuncios sea un trabajo complejo.