Construir una marca con identidad propia hoy en día es sinónimo de cuidar y potenciar su imagen en las redes sociales. Aunque a muchas empresas parece que se les haya olvidado, al otro lado de una pantalla de ordenador, una tablet o un móvil, hay personas reales. Y cada vez es más complicado captar su atención.
Por eso, las marcas no deberían obsesionarse con conseguir muchos seguidores si no con la calidad de éstos. Lo más importante hoy en día no es ser famoso, si no relevante. Tener miles de seguidores en las redes sociales servirá de poco si tu marca es irrelevante y no genera interacciones.
La gente está saturada de información, de que les intenten vender y de que les bombardeen a diario con mensajes e imágenes. Por eso, hoy más que nunca es importante dejar huella para afianzar un negocio. Construir relaciones duraderas basadas en la confianza y el respeto es el único camino.
Una marca es relevante cuando conecta con los deseos y necesidades de su público. Y para que esto suceda sus seguidores se tienen que sentir escuchados. A diario veo un gran número de campañas publicitarias en la redes sociales claramente enfocadas a captar nuevos clientes con un carácter bastante impersonal.
Tanto esfuerzo (en tiempo y dinero) para conseguir nuevos clientes, para luego agotarlos en cuestión de días. El objetivo claro es venderles algo lo antes posible y luego si te he visto no me acuerdo. Con esa actitud tan egoísta es muy complicado fidelizar a la gente y ser relevante se vuelve imposible.
Construir relaciones duraderas
Como decía al inicio de este artículo, al otro lado de una pantalla hay personas de carne y hueso. Y están llenas de sueños, miedos, aspiraciones, incertidumbres, ilusiones y esperanzas. En un mercado tan saturado como el online, la mejor forma de diferenciarse de la competencia y destacar es construyendo relaciones duraderas con ellas.
Tener un blog en el que ofrecer contenido de valor es imprescindible para la consolidación de un negocio online y el complemento perfecto a una buena estrategia en redes. Resulta mucho más fácil conectar con la gente compartiendo información y consejos útiles que simplemente mostrando anuncios de distinto tipo en Instagram y Facebook. No es ninguna casualidad que más del 90% de las empresas estén apostando por el marketing de contenidos.
Crear experiencias inolvidables
La globalización ha hecho que hoy en día se pueda conseguir el producto que quieras desde cualquier parte del mundo. Hace unos años ofrecer un producto único y revolucionario era garantía de éxito, ahora ya no es así.
Mucha gente piensa de manera equivocada que para emprender un negocio online tienen que encontrar un invento revolucionario que no exista en el mercado. No hace falta inventar la rueda para triunfar online, porque el producto ha dejado de ser la estrella de las campañas de marketing. Ahora lo importante son las experiencias. Por eso, aspectos como el packaging, los tiempos de envío o la atención al cliente son cada vez más importantes.
La experiencia del cliente con una marca empieza en el momento en que la descubre, no cuando realiza la primera compra. Por eso, desde el primer instante, las marcas deben esforzarse en conectar con su audiencia y dejar huella.