Cómo fotografiar mascotas (y II): Trucos para lograr mejores fotos de perros

Como Fotografiar Mascotas I Perros 1

Como decíamos el otro día, está claro que nuestras mascotas son uno más de la familia y por eso todo aficionado a la fotografía desea tener buenas imágenes de las suyas. Claro que conseguirlo no es algo sencillo, aunque nos hemos propuesto facilitaros la tarea a través de estos dos artículos con consejos y recomendaciones. Y si el otro día pusimos nuestra atención sobre los felinos domésticos, ahora vamos a centrarnos en el que llaman “el mejor amigo del hombre”, el perro.

Más facilidades

Foto de U.S. Army

Por su idiosincrasia, los perros son la más cooperativa de todas las mascotas para el fotógrafo. Habitualmente, los canes responden a órdenes verbales y pueden estarse quietos bastante tiempo de manera que podamos realizar una cierta planificación de los encuadres o aprovechar una iluminación concreta que nos venga bien. Así, aunque sigue siendo fundamental tener mucha paciencia con ellos, tal y como comentábamos al respecto de los gatos, retratar a los perros suele ser bastante menos complicado que en el caso de los felinos.

Al hilo de esto, considera la posibilidad de centrarte en pequeños detalles del cuerpo que en otros animales más huidizos es posible que no tengas oportunidad. Así, en vez de hacerle una foto al cuerpo entero o sólo al rostro del animal, puede ser muy interesante retratar sólo sus ojos, la nariz o alguna de sus patas, ya sea usando un teleobjetivo, acercándote lo suficiente o bien aprovechando un profundidad de campo limitada.

Ajustes y técnica

Foto de Hilary Halliwell

Por lo que toca a los ajustes más recomendables, la parte más técnica del asunto, no nos vamos a repetir contando de nuevo todos los consejos de tipo técnico que os dimos en la entrega anterior, que entendemos ya os habréis leído, porque lo que vale para los gatos también vale para los caninos.

Así que lo mejor es releer el artículo anterior y repasar estos puntos que ahora sólo voy a enumerar: agacharse y ponerse al nivel del animal, tener la cámara siempre lista, usar una velocidad de obturación que permita congelar el movimiento y no tener vergüenza por emplear modos automáticos o semiautomáticos, emplear un teleobjetivo más bien corto y cuanto más luminoso mejor, aprovechar el disparo en ráfaga, elegir iluminación natural siempre que se pueda y desechar casi por completo el uso del flash, disparar en RAW si es posible y tener cuidado con la sub y sobreexposición en el caso de que el sujeto a fotografiar sea completamente blanco o negro.

Ojo con el enfoque

Foto de Michał Kulesza

He dejado aparte intencionadamente el capítulo referido al enfoque por lo crucial que es en este caso. Como ocurre en cualquier retrato, enfocar a los ojos es primordial pero aquí cobra especial importancia lo que decíamos sobre los gatos de que hay que tener cuidado de que el foco no se centre en la nariz del animal. Y es que, normalmente, los hocicos de los perros son alargados lo que hace que haya una cierta distancia entre los ojos y la nariz.

Una distancia que si estamos trabajando con una profundidad de campo reducida puede hacer que los ojos del perro salgan desenfocados produciendo un efecto muy poco natural (a menos que sea eso lo que pretendamos). Por eso, si tenemos un objetivo luminoso y vamos a abrir mucho el diafragma conviene recurrir al modo de enfoque manual para evitar este problema.

Siempre preparados

Foto de Pexels

A pesar de las mayores facilidades que ofrecen los canes, eso no significa que no debamos estar siempre preparados ni tener la cámara lista. Como parte de la familia, algunas de las mejores fotografías que podemos conseguir se darán en los momentos en que los perros interactúan con otros miembros de la familia. Dependiendo de nuestro perro, podemos estar preparados para captar esos momentos especiales, por ejemplo cuando saludan a alguien que llega a casa o al sentarse en el regazo de alguien.

Del mismo modo que estos momentos de interacción suelen ser estupendos para conseguir buenas fotos, es más que recomendable incluir a los perros en tus fotos de familia. Hacerlo ofrece a los niños un punto de atención que viene muy bien para que no se inquieten durante las tomas y, en general, consigue que todos los miembros de la familia se sientan más cómodos.

Buscar captar su personalidad

Foto de Richard Walker

Seguramente la diferencia entre una buena foto y otra que no lo es está en lograr capturar la personalidad del animal en la imagen, algo que debemos trabajar como fotógrafos con aspiraciones. En este sentido, antes de las tomas conviene pensar en qué es lo que más caracteriza a nuestra mascota y qué le diferencia de otros canes.

Así, si el nuestro es un perro muy tranquilo será una buena idea captarle en un momento de relax en su sitio preferido para ello. Si por el contrario es un animal nervioso de los que no se están quietos seguramente el mejor sitio para retratarlo será un parque donde el perro pueda dar rienda suelta a su energía y nosotros captarle «en su salsa».

Explota su expresividad

Foto de Jorge Rosal

Los perros, como saben perfectamente todas las personas que conviven con uno, son animales muy expresivos capaces de ofrecer todo un repertorio de gestos que transmiten mucha información. La posición de su cabeza, el estado de sus orejas o la expresión de sus ojos pueden decir mucho de su estado de ánimo. En este sentido, conocer al perro es la clave para lograr un buen retrato y sacar el mejor partido de sus diferentes expresiones.

Por otro lado, muchas veces los perros pueden realizar ciertos gestos aprendidos, como ofrecer la pata, que pueden ser muy atractivas para lograr una buena foto. Así que no te cortes y presume las habilidades que tenga tu perro.

Mejor los sitios conocidos… o no

Foto de Andrew Branch

Para lograr que nuestra mascota se sienta a gusto es conveniente elegir para la sesión de fotos un lugar que sea conocido por el perro. De esta manera se sentirá más cómodo y se evitarán las posibles distracciones que puedan existir en lugares nuevos.

Por el contrario, si nuestra intención es tener una buena colección de fotos de nuestra mascota a lo largo del tiempo es conveniente no hacerlas siempre en los mismos sitios. Así, elegir diferentes lugares donde podamos obtener fotos distintas nos permitirá captar las variadas reacciones que pueda tener el animal en otro entorno.

Busca el mejor encuadre

Foto de Michal Ščuglík

Hacer fotos siempre de frente a tu perro hará que los resultados sean siempre similares. Por eso, busca diferentes ángulos para captarle, no te olvides de su siempre interesante perfil ni de otro tipo de posturas que pueda adoptar. Igualmente, aunque es conveniente respetar la norma básica que ya hemos apuntado de agacharse para estar a la altura del animal, las reglas están para saltárselas, así que experimenta.

Por otro lado, tal y como dijimos en el caso de los gatos, es muy interesante aprovechar los elementos que tengamos en el entorno donde vamos a realizar la sesión para aportar interés a la fotografía y enmarcar al sujeto dentro de la imagen.

Gánate su confianza

Foto de Klas Tauberman

Aunque ya decimos que los perros suelen ser más dóciles, no dejan de ser animales y por tanto imprevisibles. Así, al fotografiarlos es conveniente tomarse un tiempo antes para que haya un conocimiento mutuo y la mascota coja confianza, algo fundamental si vamos a fotografiar a un animal ajeno. Por eso es conveniente dejarles que nos olfateen, tanto a nosotros como a la cámara, y que les transmitamos una actitud tranquila y positiva.

Para estos casos con perros que no conocemos previamente un buen truco es mostrarles la cámara por debajo de su nivel (para que no se sientan intimidados) y les dejemos olerla y lamerla si es necesario (en este caso importante contar con un filtro protector para el objetivo), además de acariciarle suavemente si el perro lo permite y ofrecerle alguna chuchería como recompensa por un buen comportamiento.

Juega con ellos

Foto de Andrew Branch

Como sabrás, los perros suelen ser juguetones así que, en vez de tratar que posen para la foto, es mejor aprovechar esto para retratarles de forma más amena. Por eso, el mejor consejo es jugar con ellos, tratar de estimularlos para que muestren toda su personalidad. Si logras que la sesión de fotos sea divertida tanto para el perro como para ti seguramente conseguirás que las fotos lo reflejen.

Para estos menesteres es conveniente llamar la atención del animal (muy interesante poder tener una mano libre para ello) a través de algún tipo de juguete como una pelota pequeña de color chillón (mejor si podemos usar el juguete preferido del perro) o un sonajero. También es interesante ofrecerle algún tipo de golosina, como decíamos antes, que contribuya a que el perro se muestre colaborador y asocie la cámara a la posibilidad de conseguir una recompensa si obedece las órdenes.

Las escenas de acción

Foto de Alexander Dummer

Si queremos retratar a nuestro perro en movimiento, nos encontraremos ante un desafío importante en el que tendremos que esforzarnos para conseguir el momento adecuado. Para este tipo de fotos conviene trabajar con una cierta profundidad de campo que nos asegure que todo el cuerpo del perro va a estar enfocado y utilizar un teleobjetivo para poder seguir sus carreras a cierta distancia.

Con paciencia, haciendo un seguimiento del animal empleando el disparo en ráfaga de la cámara y una velocidad de obturación alta seremos capaces de conseguir buenas fotos. Eso sí, el perro no debería ser el único que se mueva: Hazlo tú y busca nuevas perspectivas desde las que retratarle y tampoco deseches probar otro tipo de técnicas como el barrido.

Seguridad ante todo

Foto de Richard Walker

Eso sí, antes de iniciar la sesión fotográfica deberías tener en cuenta que ninguna foto merece arriesgar la seguridad del animal o la tuya. Por eso, con los perros es importante elegir lugares permitidos para ellos y seguros, donde no haya peligros y la mascota pueda estar bajo control en todo momento (consejo especialmente importante si el perro no es nuestro).

En estos casos, por supuesto, debemos contar con el apoyo del propietario del perro, y en todos los demás tampoco nos vendrá mal la ayuda de una segunda persona de apoyo para controlar al perro o que juegue con él (por ejemplo lanzándole un palo si le gusta dicho juego) mientras le fotografías.

Foto de Torsten Dettlaff

Y con esto hemos acabado nuestro pequeño “especial” sobre la fotografía de mascotas, en concreto perros y gatos. Esperamos que os haya gustado y, por supuesto, os animamos a que nos contéis vuestra propia experiencia y si tenéis algo que aportar al respecto a través de los comentarios.

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Foto de portada | Anoir Chafik