Hablar de Carlos Perez Siquier es hablar de la historia de la fotografía española, de la sesuda lucha contra la censura, es hablar de surrealismo y de documentalismo, hablemos de Siquier.
Carlos Pérez Siquier nació en 1930 en Almería, veintipocos años después ya era una de las figuras más relevantes del panorama fotográfico en España y aupó a Almería para que se convirtiese en una de las ciudades con más influencia en la fotografía en España.
Primeros pasos y colectivo AFAL
Pérez Siquier se dedicaba a la banca, concretamente era ejecutivo en el Banco Santander, como tantas otras personas a lo largo de la historia de la fotografía, empezó, de manera autodidacta, haciendo fotos en su tiempo libre, como una afición que le permitía desconectar del día a día cuando llegaba el fin de semana, momento en los que armado con su Contax fue haciendo las fotos de sus proyectos más importantes y conocidos.
En 1950 funda, junto a José María Artero García (Almería, 1928-1991) el colectivo AFAL que ha resultado ser uno de los colectivos fotográficos más importantes del siglo XX. La idea, que surgió en el marco de un movimiento asociacionista fotográfico. Su existencia giró en torno a una revista homónima especializada en cine y fotografía.
El proyecto duró hasta 1963, en diciembre de ese año la revista dejó de publicarse debido al fuerte gasto no recuperado que había hecho en 1958 en la impresión del Anuario de la Fotografía Española de 1958.
“Las revoluciones tienen que morir jóvenes y no hay que procurar alargarles la vida porque languidecen”. Carlos Pérez Siquier.
Dicho anuario supuso el deceso de la formación, pero también fue la mejor muestra de la filosofía del colectivo. Fue un proyecto ambicioso, 48 autores aportaron más de 100 fotografías a la publicación, cada uno era responsable del trabajo que aportaba, por lo que la heterogeneidad fue lo que más llamó la atención y era una maravilloso ejemplo de los distintos intereses y medios de trabajo de los autores españoles de la época, una impagable herencia.
Los años 50 dieron para mucho, fotográficamente hablando, para el almeriense. Además de ser el padre del que se convertiría en el colectivo más influyente de España, Siquier era editor fotográfico para los anuarios EVERFOTO y de la revista Nueva Lente.
La Chanca
Es necesario conocer las condiciones de vida en el barrio almeriense para entender porqué el fotógrafo tenía que documentar lo que pasaba. Era un barrio de pescadores, desde 1671 los habitantes fueron levantando instalaciones cerca del puerto, poco a poco se fue dibujando una ciudad construida a base de chozas y chabolas, también con cuevas donde los temporeros descansaban.
En 1956, con apenas 26 años, Carlos Pérez Siquier se interesa por La Chanca. Como ya habíamos dicho antes, tenía otra profesión y utilizaba los ratos libres que esta le dejaba para subir a documentar el paisaje, los habitantes, sus viviendas, las cuevas. También las costumbres, y el día a día de un lugar que permitía viajar en el tiempo.
Por aquel entonces Pérez Siquier aún fotografiaba en blanco y negro, una conocida anécdota da pistas de la intuición que el joven fotógrafo había desarrollado. Había pasado ya un año desde que decidió empezar a retratar la historia de la ciudad. Paseaba por la calle cuando un señor se le acercó a preguntarle:
― ¿Viene usted a retratar al muerto?
Ni corto ni perezoso respondió tranquilamente ― Sí, yo soy el fotógrafo. De ahí surgió el trabajo llamado «El Entierro»
En un dossier de prensa que la junta de Andalucía realizó para la presentación de una exposición de Perez Siquier informan que el trabajo del entierro:
Pérez Siquier lo realiza en un solo carrete. Tras ver los contactos se percata
de la valía del mismo y, dos años después, decide que será su tarjeta de presentación en la exposición del grupo AFAL que se celebra en la embajada española en París en diciembre de 1959, conjuntamente con los fotógrafos del grupo francés Les 30 x 40. A tal efecto, envía los negativos a Barcelona para el positivado. A partir de ahí, se pierde la pista de ellos. Las gestiones para su recuperación fracasan y de la serie sólo quedan dieciséis contactos.
Pese a que el trabajo del entierro no se vuelve a exponer nunca, Siquier continúa su trabajo en La Chanca, han pasado seis años desde que empezó a hacerlo cuando, en 1962, se produce un punto de inflexión, ya que empieza a trabajar en color y ya no volverá a retratar el barrio en blanco y negro.
Siquier en color
En los años setenta pretender ser un fotógrafo serio y respetable no era compatible con hacer fotos en color, eso era casi un sacrilegio, quizá tanto como lo es ahora querer ser profesional y hacer fotos con el móvil.
Sin duda esa época marcó una ruptura con los convencionalismos clásicos, si en Estados Unidos destacaron autores como William Eggleston y Stephen Shore, en Europa los exponentes fueron, entre otros Martin Parr y Carlos Pérez Siquier.
Para mí, lo mejor de Siquier es que no bebe de la influencia de autores extranjeros, que no se deja intimidar por la tradicional tendencia documental del blanco y negro, fue un visionario que se atrevió con todo.
En una época sin internet era difícil estudiar los trabajos de autores foráneos, y sin que uno influyera en el otro me parece mágica la conexión entre autores como Parr y Siquier.
La playa.
Tras la muerte de AFAL Siquier comenzó a trabajar como fotógrafo independiente para el Ministerio de Información y Turismo, quizá este trabajo le da la pista para realizar otro de sus grandes trabajos y que le catapultó al panorama internacional.
Siquier quiso romper moldes cuando cofundó AFAL, siguió haciéndolo al retratar lo que la dictadura no quería enseñar, siguió con su espíritu revolucionario al decidir pasarse al color cuando hacerlo era prácticamente una herejía en el sacro-santo mundo de la fotografía de mitad del siglo pasado. Fiel a sus convicciones y haciendo gala de su sentido del humor realiza en la década de los setenta un trabajo controvertido e irónico.
Se trata de una visión con estética pop que realizó entre 1972 y 1980 y que significó otro punto de inflexión en su carrera. El fuerte compromiso social que había definido su trayectoria hasta la fecha da pie a una crítica social divertida, con un cambio de formato y de técnica que no dejó indiferente a nadie.
Esta “geografía de la carne”, como el autor se ha referido a este trabajo, pretende llamar la atención de las masas de turistas que año tras año llegaban a las costas Almerienses. Una caricatura sobre el turismo, sus formas, sus maneras y la impresión que le provoca a un Almeriense ver como las playas, que durante el resto del año están desiertas, se inundan con esta suerte de conquistadores estacionales que dibujan un paisaje diferente.
Cronología de su obra
Pese a que esos son los dos trabajos más conocidos Pérez Siquier ha producido más trabajos:
1956 – 1965 |
La Chanca (Blanco y negro) |
1962 – 1965 |
La Chanca en Color |
1956 – 1975 |
Almería |
1958 – 2014 |
Retratos |
1970 |
La Isleta del Moro |
1956 – 1986 |
Almería y el Cine |
1972 – 1996 |
La Playa |
1980 – 2012 |
Color Del Sur |
1990 – 2000 |
Informalismos |
2001 – 2002 |
El Viaje |
2003 – 2004 |
La Mestranza |
2015 |
Mi Sombra y yo |
Centro Pérez Siquier y la donación de la obra
AFAL ya supuso un punto de partida que servía para el estudio del trabajo fotográfico para los autores de aquella generación. Del mismo modo los autores que publicaron en aquellas fechas nos dejaron un legado que nos permite ahora poder analizar sus trabajos.
Siquier ha donado su obra a diferentes instituciones, desde la cesión del archivo del colectivo AFAL al Museo Nacional Reina Sofía hasta la de todo su material y archivo a la Fundación de Arte Ibáñez-Cosentino
Gran parte de su trabajo puede disfrutarse en el recién creado Centro Perez Siquier, el primer museo dedicado a la obra de un fotógrafo español.
Es de agradecer que, de vez en cuando, los honores, las celebraciones y vítores, los homenajes y premios se den en vida. en 2003 recibió el Premio Nacional de fotografía y actualmente es reconocido como una de las personas que más ha aportado a la historia de la fotografía en España, desde aquí queremos decirle GRACIAS MAESTRO.
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La noticia
Carlos Perez Siquier, el fotógrafo humanista que reescribió las reglas de la fotografía en España
fue publicada originalmente en
Xataka Foto
por
Chema Sanmoran
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