Barrabases no fue ajeno a la rivalidad entre chilenos y argentinos, ya que varios números enfrentaron al equipo de Villa Feliz contra rivales del otro lado de la cordillera.
No solo en términos de selecciones, ya que en más de una ocasión el equipo de Mister Pipa tuvo que representar los colores patrios, sino que también en enfrentamientos a nivel de clubes en donde Pirulete y compañía tuvieron que sacar la cara en más de una ocasión pese a la adversidad.
Chile 4 – Argentina 2
Uno de los enfrentamientos que recordaremos se dio en la segunda etapa del cómic, en el denominado “Primer Campeonato Sudamericano de Fútbol Imaginario“, en donde hizo gala la reserva de Barrabases durante gran parte del torneo, en el que obviamente todo se definió en un partido final entre chilenos y argentinos.
Como es tradición en los partidos de Barrabases, de atrás toca picar, ya que los trasandinos se ponen en ventaja con un certero gol que demuestra el constante dominio albiceleste durante la primera parte del encuentro disputado en Uruguay.
Aunque Pelao logra el empate transitorio, siguiendo sus buenas actuaciones durante el torneo, la selección argentina en el segundo lapso logra sacar nuevamente ventaja tras una falla defensiva entre Sam y Pelusa.
Pero siguiendo la tónica del torneo, Pelao se lesiona y es reemplazado por el pequeño Pelucón, un jugador del semillero del equipo, que logra igualar el partido pese a que el propio Mister Pipa creía que todo estaba perdido. Tras eso, y a diferencia de lo que sucede tradicionalmente con Barrabases, las reservas mantienen su protagonismo en este partido. La ventaja 3 a 2 la marca Pirulete tras un pelotazo que descoloca al arquero argentino tras un rebote en el pequeño Cutufo y Chico es el que marca el 4 a 2 final.
Barrabases 4 – Argentinos Gritones 2
Uno de los clásicos rivales de Barrabases fueron los Argentinos Gritones, quienes tuvieron un tradicional encuentro contra los chilenos al comienzo de la tercera etapa de la revista y que se gestó a propósito del triunfo de la albiceleste en el Mundial de 1978.
Como parte de un triangular, que además incluyó al equipo chileno Taca-Taca, el equipo de Mister Pipa enfrentó en el partido definitivo a los argentinos, dirigidos por un Menotti que durante todo el torneo tiene la mirada puesta en Pirulete.
Gran parte del encuentro está enfocado en la preocupación argentina ante el inigualable talento de Pirulete, lo que lleva a que Menotti decida aplicar una triple marca contra el mejor delantero del mundo.
Pero ese marcaje permite que Mister Pipa ponga en ejecución un plan, ya que Pirulete y Pelao intercambian roles, con el flacuchento delantero quedando más libre por el centro para abrir el marcador y demostrar que la estrategia chilena es más que solo un jugador.
A partir de ahí, Barrabases saca ventaja, pero una vez que le anulan un gol a Guatón, el 10 de Barrabases es expulsado por alegar al árbitro, dejando al equipo chileno en desventaja.
Para peor, una vez que le hacen un penal a Pirulete, ningún jugador del equipo quiere asumir la responsabilidad, por lo que el defensa Roque chutea desde los 12 pasos y desperdicia la oportunidad. Obviamente el partido se pone cuesta arriba para los chilenos, pese a la ventaja, a partir de ese punto. Por eso no sorprende que Kempito anota la igualdad justo antes del fin del primer tiempo.
Con Guatón expulsado y un Pirulete lastimado, el segundo tiempo se complica aún más para los chilenos, ya que Sam se lesiona al chocar con un poste, por lo que debe ser reemplazado por el arquero reserva de Barrabases: el legendario pero casi siempre olvidado Patas de Palillo.
A partir de ahí, Beto pone en ventaja a los argentinos por 2 a 1 debido a una mala reacción de Patitas, mientras que Ciruela causa un penal que pone en peligro a los chilenos.
Esa jugada hace crecer a Chile, que logra el empate por el siempre infaltable Pirulete y posteriormente Torito logra la ventaja 3 a 2 con un recio disparo que demostró por qué es uno de los jugadores más peligrosos del equipo.
Luego, Chico, tal y como en el partido del Sudamericano, logra decretar el definitivo 4 a 2, con un Barrabases que doblegó a los campeones del mundo.
Barrabases 4 – Jeta Juniors 2
La tercera época de Barrabases es considerada por muchos fans como la mejor etapa del cómic. Nueve números después del enfrentamiento ante los Argentinos Gritones, el equipo de Mister Pipa se traslada hasta Brasil para disputar un torneo de verano, en el que además participaron los anfitriones y la selección de Holanda, que en 1978 era sensación ante el apogeo de la Naranja Mecánica.
El primer encuentro de ese torneo se disputó entre Barrabases y los argentinos de Jeta Juniors, en un partido visto por “200 mil personas” en el estadio de Maracaná. Y los chilenos, que no eran favoritos, fueron presentados con un estereotipo que cargaba su tarjeta de presentación.
En tanto, jugadores como Gatti, Modesto y Tragatelastodas defendían los colores de Jeta.
El partido, como choque inaugural, dejó atónitos a los chilenos, que rápidamente quedaron en desventaja con goles de Tangón y de Islote, mientras que el defensa Perrón, capitán trasandino, marca los conflictos al asegurar que sus rivales no tienen el nivel necesario para enfrentárseles.
Y patada tras patada, aunque los chilenos prometen responder golpe con golpe, en el segundo tiempo Pirulete es víctima de una serie de ataques que lo dejan resentido.
Pero en las historias de Barrabases siempre hay espacio para que el equipo chileno ponga los puntos sobre las íes, por lo que inevitablemente el equipo rojo de la mano de un enfadado Pirulete que empata el encuentro y, además, cae en el juego sucio para vengarse de sus rivales que lo patearon una y otra vez.
Y Pirulete anota dos tantos más para ponerse en ventaja, pero lamentablemente Chile debe recurrir a jugadas sucias para sacar adelante el partido en vez del clásico buen fútbol que caracteriza a Barrabases. Pero el partido terminó con una nueva victoria 4 a 2 ante equipos argertinos.
Chile 4 – Argentina 2
La Copa América habitualmente fue foco de las historias de Barrabases, por lo que el campeonato de 1993 no estuvo ajena a las viñetas del equipo de Villa Feliz.
La Argentina de ese encuentro era comandada por jugadores como “Diego Armando Madona”, “Canilla” o “Ruggeri”, aunque el partido es marcado por las peleas, ya que Torito es expulsado y hasta se involucra en una pelea estilo karateka, además de los problemas extrafutbolísticos que involucran al chanta Ché Bombacha.
En cuanto al partido, el siempre callado Bototo abre el marcador de tiro penal, mientras que Madona y Batistuta lo dan vuelta para los argentinos. Además, la desesperación por recuperar a un lesionado Pirulete provoca que el Doctor Serrucho, el Profe, Cacharro, Pirulete y hasta Mister Pipa renuncien en el entretiempo.
¿La solución? Que Guatón asuma como director técnico, preparador físico y doctor para darle la copa a Chile.
Pero las cosas en definitiva no llegan a ese punto en esta final publicada en dos números y una vez solucionadas las cosas, Pirulete comienza a allanar el camino hacia la victoria con una tremenda chilenita.
En el cierre del encuentro, Pelao centra para que Guatón anote el gol de la ventaja.
El cierre del encuentro pone un poco de suspenso, ya que Pirulete es expulsado para la celebración, pero como ha sido la tónica de estos encuentros, a Barrabases le faltaba un gol.
Con los argentinos volcados en ataque en busca del empate, Pelao queda solo en delantero, aprovechando un rápido contraataque para sellar el 4 a 2 definitivo, el tradicional marcador en los triunfos ante equipos argentinos.
Y como era tradición en esos años, Barrabases entregaba la satisfacción que no se daba en el fútbol real.
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