La Roborace es una competición con coches autónomos y eléctricos, suena tan raro y tan complicado de asimilar por los amantes de carreras con combustibles y cilindros, que se tienen que venir a un evento como el Mobile World Congress para buscar apoyo entre los amantes de la tecnología.
Hace unos meses os enseñábamos el prototipo funcional, y hace menos días, un par de coches “compitiendo” en Buenos Aires con un final un tanto accidentado. Vamos, que van en serio, tanto que ya nos pueden enseñar el aspecto final de los bólidos inteligentes.
Y sí, se parecen mucho a los diseños que Daniel Simon bocetó: futuristas y espectaculares, lo que esperábamos del tipo detrás de ‘Tron: Legacy‘ o ‘Cosmic Motors‘. Por cierto, a los vehículos robóticos los podemos llamar Robocars.
Un Robocar mide cuatro metros y medio de largo, por dos de ancho, un tamaño que es bastante más grande que un Formula 1. Todas sus piezas pesan 975 kilos, y ahí encontramos cuatro motores de 300kW, uno para cada rueda. La batería es de 540kW.
Ya no son recreaciones, son coches reales con mucha fibra de carbono y sin un lugar para el piloto
Los creadores aseguran que con estos ingredientes pueden llevar al vehículo hasta los 320 kilómetros por hora, y para ello necesitan además un cerebro capaz de asumir todos los cálculos necesarios de un coche autónomo, a mayor velocidad.
Ese cerebro es un Nvidia Drive PX2, y se las tiene que ver con los datos que le llegan desde: 5 LIDAR, 2 radares, 18 sensores de ultrasonidos, 2 sensores de velocidad ópticos, y 6 cámaras.
Se supone que los vamos a ir viendo intercalarse en pruebas de su competición hermana, la Formula E. La intención es que hay diez equipos de ingenieros competiendo. Ahí os dejo con una galería en la que podemos ver que no hay sitio para pilotos, y ya llevan mucha publicidad encima:
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La noticia
Así es el primer coche eléctrico y autónomo de la Roborace, tan espectacular como en los diseños de Daniel Simon
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Xataka
por
Kote Puerto
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