El Cortex-A65AE es el nuevo procesador de ARM para vehículos autónomos.
ARM continúa realizando movimientos para intentar ganarse un hueco en el mercado de los coches autónomos. La competencia es fuerte en la actualidad, pues Intel y Nvidia no han dejado de pisar el acelerador en el presente año. El Cortex-A65AE es la nueva propuesta de la firma británica, un chip destinado a procesar los datos que generan los sensores de estos vehículos. Su objetivo es lanzarlo en 2020.
Tienen claro que la conducción autónoma requiere procesar una gran cantidad de información en tiempo real, ya que los datos son esenciales para evitar fallos que pudieran provocar algún accidente. Aunque la ambición de ARM no tiene límites en este sector, en un principio sólo se enfocarán en cubrir tareas de seguridad.
El nuevo chip permite que el procesamiento se divida en varios núcleos, logrando una mayor velocidad al gestionar información. Esta es una de las características más buscadas por automotrices. Por si fuera poco, es capaz de conectarse a componentes gráficos —de Nvidia u otros— y funcionar de forma complementaria.
Lakshmi Mandyam, vicepresidente de negocio automotriz de ARM, menciona que hoy en día los sistemas autónomos tienen centros de datos en el maletero, todos instalados por necesidad. La meta es reducir su uso con ayuda de los procesadores. La empresa ya tiene años de experiencia desarrollando chips para dispositivos móviles, muchos de ellos presumiendo de gran eficiencia energética. Es una de las ventajas que tienen sobre Mobileye de Intel.
Los británicos han tenido un semestre muy movido. En septiembre presentaron el Cortex-A76AE, un procesador de 7 nanómetros para prevenir colisiones en sistemas de conducción autónoma. También estará disponible en 2020. No cabe duda que será un año fundamental para toda la industria automotriz, puesto que son varios los interesados en iniciar su carrera por el vehículo eléctrico y el manejo asistido.
Nvidia no quiere quedarse atrás. En noviembre anunciaron su colaboración con tres startups chinas para trabajar en coches autónomos. El chip Xavier, dedicado al procesamiento de inteligencia artificial, será el componente principal de su tecnología. Su plan es recopilar y analizar datos gracias al machine learning.