Nos espera una plantilla de personajes muy flexible y partidas cortas y enérgicas para este género.
Es innegable que a lo largo de los últimos años, el género predilecto de los multijugadores online ha sido el de los battle royale. Pero eso no significa que los acérrimos de MOBA como League of Legends o DOTA 2 hayan abandonado sus títulos favoritos, y si estás entre ellos tal vez te interese anotar el nombre de un nuevo contendiente que llegará en 2021 para darle una pequeña vuelta de tuerca a las convenciones a las que estamos acostumbrados a ver hasta ahora. Se trata de The Immortal Mystics.
Firmado por Mindiff, un estudio español dedicado a la tecnología que da el salto al mundo del videojuego por primera vez con este título, nos llevará a explorar el mundo de Khosmium, originado por un desgarre durante la creación de las galaxias. Con este telón de fondo tan bonito, los jugadores participan en partidas estratégicas en tiempo real de unos 10 a 30 minutos de duración, con el objetivo de destruir la Fuente Sagrada del equipo enemigo. Por ahora, no hemos visto el juego en acción y tampoco se ha detallado cuántos integrantes hay en cada bando, por ejemplo.
¿El objetivo? Revolucionar el género hacia el MOBA 2.0 Lo que sí sabemos es que la plantilla de personajes a nuestra disposición será de lo más completa, y además de los roles individuales de cada luchador también contaremos con una armadura especial que nos permitirá modificar los atributos de nuestro avatar al vuelo. Está por ver si esto sustituirá a la clásica dinámica de compra de objetos, que parece lo más probable por ahora. Además, podremos unir nuestras fuerzas con otro jugador para lanzar habilidades cooperativas, que (imaginamos) serán tan espectaculares como efectivas.
A falta de más detalles y material in-game, The Immortal Mystics tiene previsto lanzarse en PC en formato free-to-play. Como otros tantos MOBA de éxito, llegará más tarde a móviles y consolas también. «¿El objetivo? Revolucionar el género hacia el MOBA 2.0.» comentan desde una nota de prensa. Una meta sin duda complicada, pero que valdrá la pena tener en consideración de cara al futuro.
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