Como si de una ventana a la selva se tratase, una rana se asoma en esta fotografía tomada en algún lugar del sureste asiático a través de la flor de una heliconia; una colorida planta originaria de Sudamérica e Indonesia dentro de cuyo género pueden encontrarse más de 100 especies diferentes.
Debido a la forma y color de las brácteas que envuelven a su flores estas plantas también son conocidas como aves del paraíso o pinzas de langosta. Se trata plantas herbáceas de 1 a 7 metros de altura, y que producen una inflorescencia al final de cada uno de los tallos. Las heliconias protegen las fuentes de agua y son imprescindibles en la reforestación. Aunque en mayor medida se trata de una especie ornamental, algunas variedades como Heliconia son comestibles. Es el caso del rizoma de algunas especies, o las hojas de Heliconia bihai, muy utilizada como envoltorio de tamales. Otra de las especies más populares, Heliconia rostrata, conocida popularmente como patujú, es la flor nacional de Bolivia.