Cómo Microsoft ha intentado mejorar la experiencia de usuario.
La interacción entre humanos y ordenadores ha dado pie a mucha literatura, anécdotas graciosas y situaciones desastrosas. El cine, la televisión e incluso los memes han tratado el tema largo y tendido.
Todo empezó mediante órdenes en un terminal. Luego pudimos emplear el ratón, que ha evolucionado con los años. Ahora tenemos trackpads, lápices ópticos, órdenes por voz, gestos delante de una cámara…
Y desde no hace mucho, gracias a la popularidad de los dispositivos móviles, parece que va ganando terreno el uso del asistente virtual, que mediante órdenes de voz o escritas realiza tareas habituales traduciendo nuestras peticiones en acciones que nuestro smartphone o tablet entienda.
Siri, Cortana o el asistente de Google son algunos ejemplos de hacia dónde va la interacción humano-máquina. Tal es así que empezamos a tener dispositivos creados específicamente para albergar a un asistente virtual. Es el caso de Alexa de Amazon o, salvando las distancias, el HomePod de Apple.
Sirva esta introducción como excusa para recordar cómo empezó Microsoft a tontear con su propio asistente virtual y cómo innovó para acercar la informática a todo el público.
El precedente de Microsoft Bob
Como comentaba al principio, los inicios de la informática doméstica o personal, lo que se llamó microcomputadora, empezó con un entorno que se limitaba a una pantalla negra o monocromática, y un cursor que parpadeaba y en el que introducíamos órdenes mediante un teclado.
Luego se dio el salto al concepto de escritorio mediante interfaces gráficos y la introducción del ratón, que allanó el camino para que más personas pudieran manejar ordenadores sin miedo a los comandos o al terminal.
Sólo tenías que mover el cursor por la pantalla, abrir y cerrar ventanas, hacer clic en iconos que representaban aplicaciones o documentos… Algo que hoy es del todo normal.
Microsoft quiso ir más allá en 1995. Lanzado originalmente para Windows 3.11 y luego adaptado también para Windows 95, Microsoft Bob surgió como una vuelta de tuerca del concepto de escritorio, que tan popular era por aquel entonces y que usaban todos los sistemas operativos domésticos.
En vez de escritorio con carpetas y documentos, Microsoft Bob nos daba acceso a una casa virtual. Las funciones y elementos del sistema operativo eran habitaciones y objetos de la casa, como un sillón, un cuadro o una mesa.
Microsoft Bob introducía aquí al asistente virtual, unos guías animados que nos ayudaban a comprender en qué consistía Bob.
Tal y como vimos en un artículo anterior, Microsoft Bob no tuvo mucho éxito. Sin embargo, es de destacar su riesgo por innovar y la introducción del asistente virtual como elemento de ayuda.
La interacción con los guías o asistentes de Bob se limitaba a responder las preguntas que nos hacía el personaje marcando campos de una lista. Con nuestras respuestas, el asistente se adaptaba para ofrecernos la ayuda necesaria.
Nada de Inteligencia Artificial como Siri o Alexa. Simplemente, formularios prediseñados, como se puede ver en el vídeo de arriba.
Si queréis viajar en el tiempo podéis descargar e instalar Microsoft Bob y probarlo mediante la compatibilidad para programas antiguos de Windows 7 en adelante.
El Ayudante de Office
Microsoft Bob no cuajó pero de ahí surgieron varios elementos que han marcado la informática durante décadsa. Uno fue la letra Comic Sans, creada para ese programa en particular pero que se popularizó hasta ser odiado por diseñadores y reconocido mundialmente allá donde vemos un texto en Comic Sans.
Otro elemento que se recicló fue el guía o asistente, que en Microsoft Office pasó a llamarse como Ayudante de Office.
El propósito del Ayudante de Office era ser un asistente virtual que nos guiara si teníamos un problema mientras escribíamos un documento de texto, creábamos una hoja de cálculo o preparábamos una presentación.
Su primera aparición fue en Office 97 y duró hasta Office 2003. Muchos recordarán al simpático pero insistente Clipo, un clip animado que aparecía de la nada para preguntarnos si estábamos escribiendo una carta, su pregunta más popular.
Otros ayudantes de Office fueron Merlin el mago, el robot Robi, el propio logotipo de Office o Rovi el perro, que en su momento fue el principal asistente virtual de Microsoft Bob.
Los ayudantes de Office tuvieron mejor acogida que Bob, ya que Office contaba con programas relativamente complejos y era habitual tener dudas. Además, las animaciones de los personajes eran una manera de entretenerse y descansar la vista después de escribir un aburrido informe o vértelas con una complicada hoja de cálculo.
La cultura popular está repleta de referencias a los ayudantes de Office, y en especial de Clipo. Con el tiempo fue ganando detractores, especialmente por su aparición constante y por sus respuestas no siempre satisfactorias.
De ahí que tras casi una década, Office prescindió de sus ayudantes animados y optó por un sistema de ayuda más serio con un buscador donde introducir nuestras dudas.
A nivel técnico, el funcionamiento de los ayudantes de Office era idéntico a los guías de Microsoft Bob: formularios donde se nos preguntaba qué queríamos hacer y que se adaptaba a nuestras respuestas a partir de una lista cerrada de opciones.
Microsoft Agent
Que Clipo y compañía salieran de Office no fue su final en esta historia. Microsoft decidió ofrecer a estos asistentes virtuales animados como ayuda para Windows 2000, Me y XP.
Microsoft Agent introduce el reconocimiento de voz como manera de interactuar con el asistente virtual. Por un lado, el personaje nos habla, y por el otro podemos darle órdenes de voz que convierte en texto para saber qué necesitamos hacer.
Con el tiempo, la principal utilidad de Microsoft Agent fue la conversión de voz a texto, pues sus funciones eran bastante limitadas en Windows.
Con Windows 7, Microsoft Agent dejó de formar parte de los programas instalados por defecto.
Y entonces llegó Cortana
En 1995 conocimos los guías de Microsoft Bob. En 1997 surgieron los asistentes de Office, que se independizaron en 2000 y cayeron en el olvido en 2009.
Pues bien. En 2014 ve la luz Microsoft Cortana, el asistente virtual de Microsoft con el que podemos interactuar mediante comandos de voz.
Su nombre se lo debemos al popular personaje de la saga de videojuegos Halo, y aunque empezó como app para Windows Phone, con el tiempo ha estado disponible también en iOS (iPhone, iPad), Android, Windows e incluso en la consola Xbox.
Cortana le debe mucho a los asistentes anteriores, pero también cuenta con muchas novedades y mejoras. Su reconocimiento de voz es mucho mejor que el de Microsoft Agent y aprende a medida que le preguntamos cosas.
En la actualidad, Cortana es un asistente virtual que nos permite realizar búsquedas por internet o en nuestros contactos, mensajes, eventos o documentos, abrir aplicaciones, etc. No sustituye la interacción con ratón y teclado, pero sí automatiza muchas tareas, ahorrando tiempo y proporcionándonos comodidad.