Este año es importante para ‘Doctor Who‘ ya que acontecen dos hechos: el final de la etapa de Steven Moffat como guionista jefe de la serie y, por el otro, el final de Peter Capaldi como el Doctor. Es por eso que la décima temporada de la serie se antojaba bastante interesante por ver cómo terminaba, a falta del especial de navidad que no suele ser demasiado representativo, esta época… más aún cuando ya sabemos que el Doctor de Chris Chibnall será, por primera vez, una mujer.
Al comienzo de la temporada expresé mi preocupación por lo poco inspirado que parecía estar Steven Moffat y equipo de guionistas en una temporada que, a priori, tendría que ser singular. La verdad es que podría ser tema de expectativas, pero por lo general y aun con notables excepciones sobre todo en el final, la décima temporada de ‘Doctor Who’ no ha estado a la altura de las circunstancias.
No es porque Moffat no haya puesto su sello personal en la temporada con esas soluciones imposibles, el énfasis en la humanidad del supuesto monstruo y los imaginativos nuevos mundos que han desarrollado él y guionistas como Toby Whithouse y Mark Gatiss, entre otros. El gran problema es que se le nota agotado y el usar ideas parecidas y no lograr de terminar de desarrollarlas correctamente, no ayuda a elevar la temporada.
Un ejemplo lo tenemos en la trilogía de los monjes, que se abrió con ‘Extremis‘ (10×06) y que muestra perfectamente esa irregularidad que hemos ido viendo a lo largo de estos últimos años. Si bien me parece que ‘Extremis’ es un gran episodio (aunque no deja de tener su punto de trampantojo moffatiano) con unas ideas muy interesantes, los episodios subsiguientes pierden fuelle al presentar esa invasión anunciada.
Y esta ha sido la tónica a lo largo de la temporada: la clave no es tanto la premisa de cada episodio, sino su desarrollo. Incluso la bilogía final «World Enough and Time»/»The Doctor Falls», que son los mejores episodios de la temporada y un claro ejemplo de lo bueno que puede llegar a ser Moffat, tiene bastantes problemas en su segunda mitad.
Problemas, eso sí, más referidos al desarrollo de personajes que a la historia en sí. De hecho estos dos últimos episodios de la décima temporada de ‘Doctor Who’ son un gran broche para la etapa de Capaldi y de Moffat.
Otro signo problemático es la escasa atención que se le ha dado a Bill (Pearl Mackie) que ha pasado sin pena ni gloria en la lista de companions. Parte de culpa la tiene, quizá, el papel regular de Nardole (Matt Lucas) como asistente del Doctor; la dinámica entre los componentes masculinos funciona mucho mejor que con la fémina, al contrario que en otras ocasiones en las que el protagonista ha contado con más de un colaborador.
Algo que parece confirmar la interpretación del estilo de Moffat como misógino, con un desarrollo paupérrimo de los personajes femeninos que no parecen salir del esquema «damisela en apuros». Interpretación que viene más por ‘Sherlock’ que por ‘Doctor Who’. Personalmente me cuesta encajar en estos esquemas a las dos companions anteriores de su etapa (Amy Pond y Clara Oswald) y a personajes como River Song y Missy, pero en el caso de Billie sí que su desarrollo como personaje ha dejado mucho que desear.
Del primer Doctor a la primera Doctora: el futuro de ‘Doctor Who’
La próxima navidad, como suele ser tradición, BBC emitirá ‘The Doctors’, el especial navideño de ‘Doctor Who’ en el que Moffat se despedirá de la franquicia que ha capitaneado durante siete años que, por lo general, han ido de más a menos. Sus primeras temporadas son sensacionales, pero a partir de los fastos del cincuenta aniversario y el cambio a Peter Capaldi, la serie se ha quedado en un escalón por debajo en cuanto a calidad media. Sigue habiendo episodios memorables, pero por lo general no han logrado superar lo anterior.
A modo de despedida, Moffat parece querer volver a los inicios de la serie, con un encuentro con el Primer Doctor, interpretado para la ocasión por David Bradley y, además, apariciones de las dos companions de Capaldi: Bill y Clara. Lo que no queda claro es si en ese especial navideño veremos también el debut de Jodie Whittaker como la primera doctora de la historia de la serie.
Jodie, a la que hemos visto en ‘Broadchurch’ junto con, precisamente, David Tennant, será la cabeza de cartel en la nueva etapa de ‘Doctor Who’, que correrá a cargo de Chris Chibnall. Labor que no es baladí ya que, a pesar del bajón creativo de Moffat, la responsabilidad es grande. Chibnall aseguró en una reciente entrevista que en BBC querían hacer cosas arriesgadas y contundentes con la serie, y que están encantados con las ideas del nuevo guionista.
De momento la idea de una Doctora se me antoja una oportunidad de lujo para que se explore cómo encaja un cuerpo femenino en la personalidad y rol en el universo del Doctor. Ya en la serie hemos visto muy buenos personajes femeninos y Trece puede ser la piedra angular que necesita ‘Doctor Who’ para crecer todavía más en años venideros.
En Espinof | ‘Doctor Who’ vuelve desganada
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‘Doctor Who’ salva su décima temporada con un gran final: su primera Doctora es lo que necesita para refrescarse
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Albertini
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