‘Wonder Woman’ llegó anteayer a los cines españoles tras varias semanas arrasando en taquilla en el resto del mundo y acompañado de un notable respaldo crítico que no ha dudado en señalarla como la mejor película del universo cinematográfico de DC hasta ahora. Tampoco era difícil lograrlo si tenemos en cuenta el gélido recibimiento que tuvieron ‘Batman v Superman’ y ‘Escuadrón suicida’ (‘Suicide Squad’), pero es que además el entusiasmo hacia ella ha sido casi generalizado.
La duda que algunos tendrán en estos momentos es si los halagos hacia ‘Wonder Woman’ no serán un tanto excesivos. Por mi parte, tengo claro que es una buena película y un gran entretenimiento. También que es la demostración de que DC puede competir contra Marvel usando armas similares. No obstante, también tiene varios problemas que impiden que se convierta en un verdadero título de referencia del cine de superhéroes.
Varios pasos adelante en la buena dirección
Gustase más o menos -yo soy defensor en mayor o menor medida de las tres cintas estrenadas hasta ahora-, el universo de DC había mostrado unas señas de identidad claras. Todo era muy intenso y dramático, apabullante visualmente y con unas aspiraciones que tenían un techo más alto que cualquier película de Marvel. También era títulos repletos de imperfecciones, normalmente por querer abarcar más de la cuenta. Eso se corrige en ‘Wonder Woman’.
Ya de entrada se nota que Patty Jenkins apuesta por un tono más ligero, primero con el empeño de la protagonista en recibir entrenamiento como amazona durante el muy eficaz prólogo que sirve para presentar al personaje y luego la misión que se pone. En todo momento sobrevuela un claro cruce de determinación e ingenuidad que Gal Gadot aprovecha de maravilla para volver a brillar como Wonder Woman.
Por un lado, tenemos a una defensora de la justicia que carece de traumas reales y que simplemente quiere que reine la paz en el mundo y por otro una variante de los relatos de pez fuera del agua con ella no encajando dentro de las normas sociales de la época. Uno de los logros de Allan Heinberg es saber jugar con eso sin que nunca se pierda un necesario equilibrio para que nos creamos la historia y al mismo tiempo se potencie su naturaleza de entretenimiento masivo.
Además, Gadot tiene una química maravillosa con un Chris Pine deslumbrante como acompañante suyo. Ahí está otro de los aciertos de la función, ya que este tipo de personajes suelen fallar bastante, pero aquí simplemente tiene su propia misión y sus caminos se cruzan con el de nuestra superheroína y se mantienen unidos. En todas las conversaciones entre ambos se percibe que conectan, tanto en las más banales como en aquellas más dramáticas. Chapeau.
Todo eso es algo que también va alternándose en función de las necesidades del relato, potenciando desde el sentido de la camaradería -muy bien llevado todo lo referente al resto de presentes en la famosa fotografía- hasta una aventura que nunca cae en la tentación de los excesos innecesarios. Bueno, durante la batalla final sí, pero ya entraremos en ello más adelante. La cuestión es que es ligera e incluye humor, pero sin desmerecer tampoco el peligro al que se enfrentan.
No todo son virtudes
No obstante, ‘Wonder Woman’ también hereda el problema de Marvel con los villanos, con una presencia demasiado reducida como para resultar imponentes. No llegan a ver enemigo aleatorio número 1 y número 2, pero la película sacrifica su entidad en beneficio de que todo sea más fácilmente digerible y cuando acaba dando algo parecido a un paso adelante en esa dirección, no está a la altura.
Si nos fijamos en las escenas de acción de la película, encontramos que Jenkins sabe bien cómo utilizar la cámara lenta para potenciar tanto la épica como el dramatismo y que no satura con ellas. Están bien repartidas a lo largo del relato, pero lo cierto es que solamente hay una que logra por completo el impacto deseado. Cuando Diana se lanza sin miedo en el frente sentí directamente escalofríos ante lo bien ejecutado que estaba todo. El resto cumplidoras y con aciertos ocasionales, pero sin rematar la jugada. Y da rabia estando ese otro momento ahí que es la cima del universo DC hasta la fecha.
Otro detalle que choca un poco es el elemento feminista, ya que creo que es más importante por lo que representa -ya era hora de volver a hacer una película liderada por una superheroína- que por lo que es realmente. Primero porque en el prólogo se tiende a una visión demasiado reducida -el resto de amazonas son personajes esquemáticos o mero relleno- y luego porque Wonder Woman se fija más en el heroísmo puro que en cualquier otra cosa, y nunca he sido un gran amante de eso.
No obstante, es de agradecer que DC no cayera en el error de incidir demasiado en ello, ya que las grandilocuencias del pasado solamente habrían servido para desequilibrar primero la película y luego seguramente para hundirla. La cuestión es que lo que han acabado haciendo también resulta un tanto descafeinado, reduciendo al final todo el conflicto a una cuestión de las normas sociales de la época y alguna confrontación dialéctica con el personaje de Pine.
Habrá quien vea en eso una normalización, pero en mi caso me parece más perezoso de lo deseado –la propia estructura de la película como un gran flashback también refuerza esa sensación-, reduciéndolo todo a elementos demasiado básicos. Con todo es suficiente para que funcione y un primer paso muy necesario en la buena dirección. Solo falta que no se quede la cosa así y que haya más películas y con más valentía.
‘Wonder Woman’, ¿la mejor del universo DC? Sí, pero…
De hecho, he querido resaltar eso porque la propia Jenkins destacó que no había ni una sola escena eliminada en la película, dejando claro que esta era la película que ha querido hacer y que no ha sufrido “sabotajes” en la sala de montaje como sí padecieron ‘Batman v Superman’ o ‘Escuadrón suicida’. De estas últimas también se aleja por su tono más ligero, pero visualmente han sabido encajarlo dentro de ciertas constantes que la mantienen dentro de ese universo.
Por lo pronto, ‘Wonder Woman’ es una cinta más luminosa, buen punto de apoyo a las propias motivaciones de nuestra superheroína, pero también mantiene una fotografía con unos colores algo más apagados, sobre todo a medida que avanza el relato y Diana abandona Themyscira e inicia su propia aventura.
Aparte de eso, me gustaría apuntar sobre la puesta en escena de Jenkins que no es algo tan memorable como para pedir que ahora asuma el control del universo DC -aunque yo casi agradecería cualquier cambio con tal de que no sea Zack Snyder-. En líneas generales es funcional, sabe mantener un tono constante pero que va variando entre humor, aventura y el punto necesario de dramatismo, pero falta ese arrojo necesario para llevarlo todo más allá. También puede ser que no le dejaran hacerlo, no lo descarto.
Zona Spoiler (saltad al último párrafo si no los queréis)
Seré claro, durante los dos primeros actos hay detalles mejorables por el hecho de ser una película un poco genérica. La cuestión es que intenta recuperar el encanto naif de ‘Capitán América: El primer vengador’ (‘Captain America: The First Avenger’) y no se queda lejos de la cinta dirigida por Joe Johnston, pero sí le falta un puntito adicional de inspiración para lograrlo. Sin embargo, cuando la película deja al descubierto todas sus debilidades es tras ver cómo Diana acaba con el villano interpretado por Danny Huston.
Ya con anterioridad me olía que David Thewlis estaba condenado a ser la gran sorpresa final, pero es que el enfrentamiento entre ambos solo ayuda a elevar la sensación de coitus interruptus que había dejado esa aparente victoria de Diana. Ahí además se opta por echar mano de una saturación visual que Jenkins había esquivado bastante bien hasta entonces y todo se convierte en un cruce de reflexiones vacías y fuegos de artificio que simplemente no funciona.
Es cierto que no llega a ser tan cansino como la lamentable batalla final de ‘Escuadrón suicida’, pero ahí la película pierde su encanto, echa mano de diseños poco atractivos y en algunos instantes hasta pensé en los combates más cansinos de ‘Dragon Ball’. Lo peor de todo es que eso también mancha un poco el efectivo dramatismo del sacrificio de Steve por un bien común cuando eso por sí mismo sí que tiene la fuerza necesaria, incluso más que el momento equivalente de ‘Capitán América: El primer vengador’.
En definitiva, ‘Wonder Woman’ mola, pero no tanto como esperaba tras tantísimo halago. Quizá por ello me he centrado más de la cuenta en los puntos débiles cuando la verdad es que salí bastante satisfecho de verla. Sin embargo, tampoco conviene pasarlos por alto cuando en otros casos la gente se ceba con ellos. ¿Mejor que las anteriores de DC? Sin duda. ¿Al nivel de las mejores de Marvel? Pues no.
Otra crítica en Blogdecine: ‘Wonder Woman’ es una maravilla: la mejor película del actual Universo DC