Por lo general, cuando se plantea la idea de resetear una saga, se hace porque ésta se ha desgastado. Y también con la intención de crear un punto de inflexión, de elevar su calidad a otro nivel, de que nos volvamos a impresionar tanto o más que la primera vez. De ahí que lo del nuevo ‘Prey’ de Arkane Studios tenga tanto mérito, porque tenía que competir con el ‘Prey’ de Human Head Studios, uno de los mejores FPS de la historia (y que el tiempo ha puesto en su lugar).
La primera vez que probé este nuevo ‘Prey’, el pasado mes de febrero, vi que tenía potencial para deslumbrar como el clásico de 2006. Y mi compañero Rubén, tras hacer lo propio en abril, me tuvo que dar la razón: estábamos ante un proyecto que apuntaba muy alto. Y por suerte, no se ha tambaleado en la versión final, sino que nos ha demostrado que guardaba muchos ases bajo la manga, brindándonos momentos que jamás olvidaremos. Por ello es uno de los grandes de 2017.
Ahora bien, hay que tener claro que éste no es el ‘Prey’ de 2006. Pese a que se mantienen ciertos aspectos, como la invasión alienígena y desarrollar la acción en el espacio, nos plantea un estilo totalmente diferente, sin atisbo de linealidad. Y es que uno de los puntos fuertes de este trabajo de los creadores de ‘Dishonored’ es esa libertad total que nos da casi desde el minuto uno para explorar la Talos I. Abruma una barbaridad… y ya no digamos cuando nos toca salir al exterior…
Pero vayamos por partes.
¿Y Si J.F. Kennedy no hubiese sido asesinado?
Es curioso, porque la distopía que nos plantea este ‘Prey’ nos vuelve a recordar las devastadoras consecuencias del efecto mariposa. Porque en este trabajo de Arkane Studios se ha rescrito la historia, nuestra historia. Aquí John F. Kennedy sobrevivió al intento de asesinato, lo que propició incrementar los recursos por la carrera espacial y con un programa conjunto entre EEUU y Rusia.
Tan inesperada alianza derivó en una serie de lujos traducidos en lo que se conocería como la Talos I, una estación espacial propiedad de la corporación TranStar, con el objetivo de cambiar la humanidad para siempre por medio de sus avances. Pero ya sabemos cómo suelen acabar este tipo de experimentos, ¿verdad? Llega una especie invasora (alienígena, en este caso) y se hace con el poder de la descomunal instalación. Y nosotros en medio de todo este lío.
Raphael Colantonio, director creativo de Arkane Studios, dejó caer hace tiempo varias de las influencias del equipo a la hora de diseñar este reboot, como ‘System Shock’ (su mayor fuente de inspiración, también con los ‘Dishonored’), ‘Portal’, Desafío Total o incluso Lost (Perdidos). Pero si hablamos de sensaciones, es inevitable pensar en lo que sentimos la primera vez que nos adentramos en el Rapture de ‘BioShock’. El impacto de ‘Prey’ es tanto o mayor que aquel juego.
La Talos I de Prey no deja de sorprender…
Sus primeras dos horas de juego son toda una revelación para Morgan Yu (protagonista de esta historia: puede ser hombre o mujer), al descubrir que estaba viviendo una mentira dentro de ese día de la marmota… Pero es que todo en ‘Prey’ será así: una sorpresa constante y con estampas que nos dejarán literalmente con la boca abierta. ¿Recordáis la abducción del original de 2006 con la Tierra vista desde el espacio? Eso no es nada con lo que contemplaremos aquí.
Además, Arkane Studios ha sabido crear un universo que, pese a lo mucho que pueda abrumar al principio, da gusto explorar. Y lo haremos a menudo, porque aquí no hay viajes rápidos ni nada parecido. Tocará patear la Talos I, o en su defecto, hacer acopio de la microgravedad o sucar el espacio para tomar algún atajo con nuestro jetpack, tan pronto lo consigamos. Pero no será un paseo.
Y es que si algo nos deja claro este reboot de 2017, aparte de la magnitud de su estación espacial, es de lo mucho que nos pondrán contra las cuerdas las distintas variantes de los alienígenas. Es un juego sumamente exigente en el que no será nada raro morir o agotar casi por completo nuestros recursos de supervivencia. Además, aunque hayamos «limpiado» una zona, no significa que no vayan a volver los enemigos. El juego nos mantiene todo el rato en tensión.
No en vano, también es un juego de terror. De cara a la expresión de los tripulantes de la Talos I fallecidos, Raphael Colantonio mencionó la influencia de The Ring, pero personalmente he vivido sensaciones parecidas a The Thing (La Cosa), por nombrar otra película del género conocida. En este sentido, los Mímicos tienen buena parte de la culpa por ese don de saber darnos el susto en el momento idóneo (hasta que conseguimos cierto objeto para el equipo…), y también por su capacidad para replicarse mediante la mitosis. Pero las influencias van a más e incluso seremos testigos de alguna situación de «fenómenos extraños».
Morgan Yu está solo en el espacio… O eso creía
Volviendo al arranque de la historia, con Morgan Yu siendo parte de un experimento sin que él sepa realmente la verdad oculta tras dichas pruebas, todo cambia cuando entran en juego los Tifón (toda la familia de alienígenas, desde los Mímicos hasta los Fantasmas, pasando por muchas variedades más), ya que desde ese instante estaremos solos en el espacio contra esa especie invasora.
O casi. Al fin y al cabo, la tripulación de la Talos I era sumamente numerosa y nos toparemos con algún superviviente. Lo curioso es que, como suele pasar cuando sucede alguna catástrofe, no todos compartirán nuestros intereses de supervivencia y de que la humanidad esté fuera de peligro. En cierto modo, me ha recordado al primer ‘Dead Rising’, lo cuál es otro punto a su favor.
Tampoco queremos decir con esto que nos vayamos a topar con psicópatas en cada zona de la estación espacial, puesto que la mayor amenaza la seguiremos teniendo en los alienígenas. Es algo más sutil, pero ahí está. Y también nos obligará a estudiar a conciencia cada miembro de la tripulación, con terminales desde los que podremos obtener información casi exacta de su estado y localización. Porque aunque estemos ante un juego eminentemente de acción y supervivencia, aquí habrá mucho que leer. Una barbaridad. Hay documentos (y también archivos de audio) para aburrir, pero si los pasamos por alto nos estaremos perdiendo muchas misiones secundarias de gran calidad.
Libertad total y cuidado hasta el mínimo detalle
Al estar ante un mundo abierto (por irónico que resulte al estar atrapados en el espacio), habrá mucho que hacer. De hecho, aunque nos centremos solamente en la historia, la aventura nos tendrá atrapados un montonazo de horas. Pero sería un error dejar de lado a toda la tripulación, insistimos. O incluso esas pistas de ciertos documentos visuales, con tesoros ocultos, bien sea en forma de mapas (de una partida de rol clásica) o por medio del Espejo, una de las tecnologías más avanzadas de TranStar y el principal causante del Gran Hermano de Morgan.
Esa libertad también se traduce en distintas formas de afrontar un peligro. Podemos ir a saco, sin importarnos la presencia de los Tifón, o bien buscar rutas alternativas, optando por el sigilo. Siempre habrá más de una solución, por imposible que parezca, como sobrevivir a la Pesadilla, un alien descomunal.
Por suerte, contaremos con un arsenal variado, desde armas clásicas de producción humana (escopetas, pistolas con silenciador…) hasta otras mucho más avanzadas, como el cañón GLOO (el más ‘Portal’ de todos, como dijo Arkane Studios) o el Rayo Q. Conocer las debilidades de cada Tifón será de vital importancia, puesto que la munición (insistimos) escaseará. Y eso que podremos reciclar materiales para crear más munición, armas, objetos de curación y demás.
Dilemas en Prey que trascienden la especie
Donde ‘Prey’ nos plantea un dilema interesante (y trascendental) es mediante el uso de los Neuromods. Mediante esta tecnología podremos potenciar nuestra parte humana (más vida, obtener conocimientos de hackeo, reparación, manejo de armas…), pero también, llegado a un punto en la historia, hacer lo propio con la parte alienígena. Por todos es conocida la habilidad del Mímico y aquel vídeo en el que Morgan se convertía en una taza para colarse en una sala aparentemente inaccesible… Pues bien, si «abrazamos» mucho la parte Tifón, seremos, a ojos de las torretas automáticas, un alienígena más. Y sí, soy de abrazar.
Pero es que tampoco me quedó mucho remedio, al ver cómo la dificultad iba creciendo a pasos agigantados… Las habilidades PSI de los Tifón, si se usan bien, marcan la diferencia. Especialmente tras analizar, mediante el Psicoscopio (objeto esencial en la historia), a cada una de las variantes de los Tifón. Pensad, por ejemplo, en lo que sucedía en ‘BioShock’ al analizar cada enemigo. Aquí, al hacerlo, desbloquearemos distintas ramas de la parte Tifón (para comprar con Neuromods), a la vez que veremos las debilidades e inmunidades del enemigo.
Para los curiosos, decir que que la historia se puede completar sin matar a ningún ser humano. Es más, también se puede pasar sin gastar ni un punto de Neuromod en la rama humana. Ni tampoco en la Tifón. Sobra decir que para lograrlo hay que conocerse al dedillo la Talos I y ser unos máquinas, porque ya de por sí el juego (insistimos de nuevo) cuenta con una dificultad que se va incrementando de manera exponencial según avanzamos, llegando a desesperarnos por ver cómo surgen nuevas especies de Tifón en zonas donde antes tan solo había Mímicos o Fantasmas… Lo que sentí la vez que volví al ascensor… Iluso de mí.
Por ponerle alguna pega, se echa en falta consultar desde el mapa cualquier zona de la estación espacial, no que se limite a la que estamos en este instante (que ésta sí que es muy detallada), porque desde la global tan solo podemos ver las conexiones básicas entre cada zona. O la pantalla de carga entre cada una.
La opinión de VidaExtra
Porque estamos ante un producto casi redondo al que difícilmente se le pueden poner peros. Arkane Studios tenía una misión complicada al resucitar una joya como el ‘Prey’ de 2006, pero ha logrado lo imposible: superarla con creces. Y lo dice alguien que tiene en alta estima la inolvidable aventura del cherokee Tommy.
Como colofón, además, contamos con la excelente banda sonora de Mick Gordon, que sabe dar en el clavo. Siempre. Podéis escucharla entera desde Spotify.
En definitiva, que ‘Prey’ se ha colado en mi top 3 de los mejores de 2017.
Imprescindible
Prey
Plataformas | PC, Xbox One (versión analizada) y PS4 |
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Multijugador | No |
Desarrollador | Arkane Studios |
Compañía | Bethesda Softworks |
Lanzamiento | 5 de mayo de 2017 |
Precio | Desde 49,99 euros |
Lo mejor
- La Talos I en su totalidad, ¡impresionante!
- Todos los misterios que oculta su tripulación
- La libertad y múltiples posibilidades que nos brinda
- Su banda sonora sabe dar en el clavo
Lo peor
- Las cargas entre cada zona son muy largas
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La noticia
Análisis de Prey, un cóctel explosivo que deslumbra tanto o más que BioShock
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Jarkendia
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