En los sedimentos de las cuevas hay varios componentes que pueden proporcionar ADN de nuestros ancestros, según ha anunciado hoy el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Leipzig (Alemania), cuyos investigadores han conseguido extraer ADN de neandertales y denisovanos a partir de muestras de sedimentos del Pleistoceno, de 550.000 a 14.000 años de antigüedad. Las muestras, analizadas por Matthias Meyer y sus colaboradores, proceden de siete sitios arqueológicos situados en Bélgica, Croacia, Francia, Rusia y España. El análisis del ADN a partir de los sedimentos es un nuevo método muy útil, especialmente cuando no hay restos óseos humanos, que "podría ser rutinario en el futuro", según Svante Pääbo, coautor del estudio.