BMW prueba batería ASSB (estado sólido) de Solid Power en i7

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BMW y Solid Power estrenan un BMW i7 equipado con celdas 100 % de estado sólido en Múnich, demostrando mayor densidad energética y marcando un hito en la electrificación premium.

La mañana del 21 de mayo de 2025 amaneció con un prototipo muy especial recorriendo discretamente las calles del área metropolitana de Múnich: un BMW i7 que, a simple vista, luce idéntico al sedán eléctrico de lujo que la marca vende desde 2023.

Sin embargo, bajo su piso se esconde la última gran apuesta tecnológica del grupo bávaro: celdas de batería totalmente de estado sólido (ASSB) suministradas por la firma estadounidense Solid Power. El ensayo, anunciado oficialmente por ambos socios, sitúa a BMW en la línea de salida de la carrera por comercializar la “batería santa” del coche eléctrico.

BMW i7 con Bateria de Estado Solido
Imagen BMW

¿Por qué una batería de estado sólido?

A diferencia de las celdas de iones de litio convencionales —que emplean un electrolito líquido inflamable—, las ASSB sustituyen dicho líquido por un electrolito sólido a base de sulfuros.

Esto reduce el riesgo de fuga térmica, permite prescindir de gran parte de los sistemas de refrigeración y, sobre todo, eleva la densidad energética: más kWh en el mismo volumen o, lo que es aún más atractivo, la misma autonomía con menos peso.

Para un vehículo del segmento de representación como el i7 —cuyo pack actual roza los 600 kg— la promesa es rebajar esa masa y liberar espacio para los pasajeros.

Integración sobre arquitectura Gen5

El prototipo emplea módulos prismáticos inspirados en la quinta generación de baterías de BMW, pero adaptados a las dimensiones y requerimientos mecánicos de las nuevas celdas.

Los ingenieros han diseñado armazones que gestionan la expansión natural del material sólido durante la carga, controlan la presión interna y mantienen la temperatura dentro de un rango estrecho —un aspecto crítico, ya que las ASSB funcionan de forma óptima alrededor de 60 °C—. Cada módulo se monitoriza individualmente para analizar degradación, resistencia interna y eficiencia bajo distintos ciclos de carga rápida.

Voces de los protagonistas

John Van Scoter,  presidente y director ejecutivo de Solid Power, señaló que empresa «se siente sumamente orgullosa de que nuestra asociación con BMW haya dado como resultado la primera demostración de celdas de batería verdaderamente de estado sólido en un vehículo», agregando que «Creemos firmemente en el potencial de las ASSB y seguimos impulsando la innovación de nuestro electrolito de sulfuros para respaldar ese futuro de los vehículos eléctricos«.

Por parte del fabricante alemán, Martin Schuster, vicepresidente de Celdas y Módulos de Batería del BMW Group, afirmó que «Nuestro vehículo de pruebas BMW i7 con baterías ASSB en carretera es un ejemplo perfecto de la mentalidad abierta a la tecnología del BMW Group. Seguimos avanzando continuamente en el desarrollo de nuevas tecnologías de celdas de batería y ampliamos constantemente nuestro conocimiento junto a socios tan valiosos como Solid Power«.

Una alianza que viene de lejos

BMW apostó por Solid Power en 2016, cuando ambos firmaron su primer acuerdo de desarrollo conjunto. La relación se estrechó con la inversión estratégica de mayo de 2021, que otorgó al grupo bávaro participación accionarial y acceso prioritario a patentes clave.

En diciembre de 2022 ampliaron el pacto: Solid Power concedió a BMW una licencia de investigación para reproducir en Alemania su línea piloto de celdas, mientras la marca aportaba su “saber hacer” en procesos de ensamblaje y control de calidad.

Dos centros neurálgicos en Baviera

Ese conocimiento se materializa en el Battery Cell Competence Center (BCCC) de Múnich, donde desde 2019 se investiga toda la cadena de valor de la celda, y en el nuevo Cell Manufacturing Competence Center (CMCC) de Parsdorf, a 20 km de la capital bávara.

Allí se instalará una línea prototipo para celdas de estado sólido que reproducirá, en menor escala, el proceso ideado por Solid Power. El objetivo es estudiar la escalabilidad industrial y formar a la plantilla local en vistas a una producción de alto volumen a finales de la década.

BMW i7 con Bateria de Estado Solido
Imagen BMW

Desafíos técnicos todavía abiertos

Aunque el potencial es enorme, la ASSB dista de ser una tecnología “plug-and-play”. El manejo de la presión de apilamiento —las celdas deben comprimirse con fuerzas superiores a 10 MPa para garantizar el contacto entre capas— y la sensibilidad a la humedad del electrolito sulfídico plantean retos en la línea de montaje y en el mantenimiento.

Asimismo, las celdas de estado sólido suelen mostrar resistencia interna inicial más alta, lo que afecta a la potencia de carga rápida; la química de Solid Power pretende minimizar este efecto, pero los test en el i7 servirán para validar la teoría con datos reales de carretera.

El contexto global: la carrera por el “holy grail”

Desde Japón, Toyota y Nissan también han prometido vehículos con ASSB antes de 2030, y start-ups como QuantumScape o ProLogium atraen cientos de millones de dólares de capital riesgo.

Pero BMW es el primer fabricante premium europeo que pone a rodar un prototipo de gran formato con celdas 100 % de estado sólido, adelantándose a marcas que, hace solo un quinquenio, lideraban el discurso sobre baterías de nueva generación. En palabras de Electrek, “la tecnología se perfila como el ‘holy grail’ del coche eléctrico” por su potencial para duplicar la autonomía o abaratar costes a largo plazo.

¿Cuándo llegará al mercado?

Ni BMW ni Solid Power se aventuran con fechas concretas, pero el calendario interno apunta a una plataforma de demostración a mediados de 2027 y producción comercial no antes de 2029, siempre que los resultados del i7 confirmen la fiabilidad de las celdas en condiciones reales.

Para entonces, la Unión Europea exigirá que el ciclo de vida de las baterías garantice al menos el 80 % de capacidad tras diez años, requisito que las ASSB deberían cumplir con holgura si la degradación por dendritas —uno de los talones de Aquiles del litio metálico— queda realmente eliminada.

Conclusión

El i7 ASSB que hoy circula por Múnich es algo más que un laboratorio sobre ruedas: representa un hito simbólico en la transición de los vehículos eléctricos de lujo hacia baterías más seguras, ligeras y eficientes. La colaboración multinivel entre BMW y Solid Power —que abarca inversión, licencias cruzadas y producción piloto— ilustra la estrategia del grupo alemán: no casarse con una única tecnología, sino tender puentes con los actores más prometedores.

Si los ensayos confirman las expectativas, la década de 2030 podría inaugurar una nueva era en la electrificación, con berlinas capaces de superar los 1 000 km de autonomía real sin sacrificar el dinamismo ni la habitabilidad que han definido a BMW durante más de un siglo.

Mientras tanto, el prototipo seguirá rodando, acumulando kilómetros y datos que los ingenieros analizarán al detalle. Solo así la industria sabrá si, por fin, la batería de estado sólido está lista para salir del laboratorio y convertirse en protagonista de la movilidad cotidiana.

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