La Canon EOS M6 es la más recientemente presentada cámara sin espejo de la compañía, cuya familia de ‘mirrorless’ va creciendo poco a poco. A pesar de que aún se trata de un modelo de preproducción, nos hemos pasado por el estand de Canon en la CP+ 2017 para poder realizar una breve toma de contacto.
Anunciada hace apenas un par de semanas, la EOS M6 puede considerarse como la hermana pequeña de la Canon EOS M5. Ambas están dotadas de un sensor APS-C de 24 Mpx con Dual Pixel AF, y su hoja de especificaciones es muy similar. La gran diferencia entre ambas es que la nueva M6 no dispone de visor electrónico integrado, sino que es opcional.
Así pues, junto con la EOS M6, Canon ha lanzado también el visor externo EVF-DC2, dotado con una resolución de 2,36 millones de puntos –la misma que el visor integrado de la M5–, así como una tasa de refresco de 120 fps. Según lo que podemos probar a pie de stand, parece que la calidad del visor está a la altura de los casi 300 € que cuesta.
Este nuevo visor externo, a diferencia del visor EVF-DC1 ya existente, no es articulado, con lo que se pierde cierta flexibilidad de uso.
Además, su tamaño de visualización es algo más pequeño, pues el EVF-DC2 es de tipo 0,39” mientras que el EVF-DC1 es de tipo 0,48″, aunque esto le permite también ser algo más compacto. En ambos la cobertura es del 100%. Por otro lado, la pantalla trasera –táctil en ambos casos– es algo más pequeña en la EOS M6: 3″ en vez de los 3,2″ de la M5.
En todo caso, siempre es positivo poder contar con cuantas más opciones mejor, por lo que cada usuario podrá elegir aquella que más le convenga. Eso sí, hay que tener en cuenta que, una vez colocado el visor externo opcional sobre el cuerpo de la EOS M6, el conjunto resultante es más voluminoso que el de la EOS M5… y casi igual de caro, pues mientras que esta último cuesta unos 1.200 € (solo cuerpo), la EOS M6 (solo cuerpo) junto con el visor EVF-DC2 llega a los 1.100 €.
En cuanto el diseño exterior de ambas cámaras, encontramos también ciertas diferencias. En el panel superior desaparece la rueda de modos situada a la izquierda para dejar espacio al flash; en la EOS M5, el flash –igualmente retráctil– está colocado a la altura del visor.
Así pues, en la EOS M6, el dial de modos se desplaza a la derecha, ocupando la posición donde antes se encontraba la rueda de control; esta ahora queda se coloca debajo del dial de compensación de exposición.
Conclusiones
En general, seguimos echando a faltar una construcción algo más “soñada”, una sensación que ya tuvimos cuando probamos la Canon EOS M5, sobre todo teniendo en cuenta de que por los casi 1.000 € que cuesta junto con el objetivo de kit, existen muchas otras opciones en el mercado con una construcción más premium. En cuanto a la calidad de imagen –que imaginamos será muy similar a la de su hermana mayor– deberemos aún esperar a las unidades finales de la EOS M6.