Si en la pasada CP+ 2016 la Sigma sd Quattro fue una de sus principales atracciones, en esta edición de la CP+ 2017 han sido las últimas ópticas anunciadas recientemente por el fabricante japonés las que han llevado la batuta. Un año más, aprovechamos nuestra cobertura de la feria de Yokohama para entrevistar a Mr Kazuto Yamaki, CEO de Sigma.
Antes de entrar en material, agradecemos a Mr Yamaki, como máximo responsable de Sigma, que su compañía haya “cumplido” con esta CP+, aportando interesantes novedades para la feria, algo de vital importancia para mantener el interés de este tipo de eventos. En efecto, cuatro han sido los nuevos objetivos anunciados por Sigma a principios de la semana pasada, y de los que ya hemos podido realizar unas primeras toma de contacto con todos ellos: el Sigma Contemporary 100-400 mm f/5-6,3, el Sigma Art 14 mm f/1,8, el Sigma Art 135 mm f/1,8 y el Sigma Art 24-70 mm f/2,8.
Sigma Art 135 mm f/1,8
Respecto la nueva óptica “tele” de 135 mm, nos interesamos sobre si escogieron dicha focal por algún motivo en concreto –más allá de ser una de las focales clásicas para retrato– o si bien había alguna razón de diseño detrás. Mr Yamaki nos aclara que podrían haber elegido cualquier otra focal –120 mm o 150 mm, por ejemplo–, pero nos recuerda que hace 40 años Sigma, en la era de la fotografía fotoquímica, ya lanzó al mercado un 135 mm, y de alguna manera quería reeditar una óptica con esta focal clásica. “Es, pues, nuestra segunda versión del 135 mm… ¡40 años más tarde!”, añade con una sonrisa.
En la nota de prensa facilitada por Sigma, se especificaba el uso de giroscopio para optimizar el sistema de enfoque, pero a las pocas horas hubo un retractación oficial. ¿No incluye entonces ningún tipo de sensor de aceleración? ¿Cuál era su función en todo caso? “La idea del acelerómetro era poder inyectar diferente potencia al motor de enfoque según la inclinación del objetivo –pues el centro de masas varía-, pero se vio que los resultados eran muy similares a los obtenidos sin el uso de este tipo de sensor, con lo que finalmente se decidió no utilizarlo”, aclara Mr Yamaki. Un interesante concepto en todo caso, que demuestra que Sigma está haciendo realmente un buen trabajo con sus objetivos, en especial de la serie Art.
Otro interesante dato que nos aporta el CEO de Sigma es que el nuevo Sigma Art 135 mm f/1,8 enfoca mediante un grupo trasero de lentes –rear focusing–, cuando lo más corriente es que sea algún elemento medio de todo el conjunto. Además, menos corriente aún lo es que se combine con un motor de tipo HSM –Hyper Sonic Motor–. Por otro lado, le hacemos saber la lentitud de sistema de AF cuando la acoplamos sobre una Sigma sd Quattro H, la más avanzada de las cámaras sin espejo con objetivo intercambiable de la firma.
Al parecer, el motivo se encuentra en la –subóptima– implementación del sistema de enfoque por detección de fase de esta última. “Ciertamente, es algo que tenemos que mejorar aún, y en lo que ya estamos trabajando, pero aún necesitamos tiempo”, reconoce el CEO de Sigma humildemente. No obstante, nos preguntamos hasta qué punto es conveniente que la compañía utilizara esta cámara en su zona de demostración de su estand a sabiendas de este bajo rendimiento… Por otro lado, hay que reconocer que el AF funcionaba muy bien cuando lo probamos con las réflex de Canon que Sigma también tiene en su estand.
Sigma Art 24-70 mm f/2,8
Pero seguramente la óptica que ha suscitado mayor expectación es el Sigma Art 24-70 mm f/2,8, un objetivo que pretende ser la primera opción de “zoom estándar” de muchos profesionales, sobre todo si cumple con los parámetros de calidad y rendimiento del resto de ópticas de la serie Art. En este aspecto concreto, Mr Yamaki nos habla con sorprendente –pero bienvenida– franqueza: “Así como en el caso de los nuevos Art 135 mm y 14 mm f/1,8 queremos ofrecer la mayor calidad posible sin compromiso alguno” –y cree que son los mejores de su categoría, añade no sin cierto orgullo– “en el caso del 24-70 mm no podemos asegurar lo mismo; en este caso, este objetivo ofrece un rendimiento similar al de otros competidores”, prosigue. “Cuidado, con esto no queremos decir que no sea bueno, todo lo contrario, sino que con el 24-70 mm no se ha buscado primar solo la calidad, sino conseguir una óptica equilibrada”, añade.
Así pues, este nuevo zoom estándar “pro” de la serie Art es un compromiso entre tamaño, precio y calidad, un equilibrio que, según nuestro parecer, nos parece acertado pues, efectivamente, el objetivo de la compañía es posicionarse favorablemente respecto los modelos competidores, que seguramente ofrezcan una relación calidad/precio menos interesante, tal como ya ha ocurrido con otras ópticas Art de Sigma. En este sentido, preguntamos sobre la dificultad que supuso incorporar el sistema de estabilización óptico a este objetivo, sin mermar sobre la calidad o durabilidad del mismo. “Se trata de un reto tanto mecánico como óptico”, nos explica Mr Yamaki, pero aclarar luego que las correcciones ópticas seguramente tienen mayor peso en el diseño.
La inclusión de un sistema de estabilización es, en efecto, un gran plus para esta óptica que pretende hacerse un hueco en una de las focales más populares entres los fotógrafos profesionales. Todo ello, tal como nos indica el CEO de Sigma, manteniendo un aspecto sumamente compacto para un objetivo con abertura máxima constante de f/2,8. A pesar de que aún se desconoce cuál será su peso exacto –recordemos que actualmente solo están disponibles unidades de preproducción–, su longitud es de apenas 10,8 cm, unos milímetros menos que su equivalente en Tamron o Canon, y casi 5 cm menos que el de Nikon. Si tenemos en cuenta que su homólogo en Canon no está estabilizado, solo el de Tamron SP 24-70 mm f/2,8 Di VC USD –que sí dispone de estabilizador– es equiparable en tamaño/prestaciones al nuevo Sigma Art, a pesar de ser algo más voluminoso y… con una tecnología de hace ya 5 años, pues fue presentado justamente en la CP+ 2012.
Sin embargo, no será hasta que conozcamos su fecha de comercialización definitiva y su precio que podamos valorar realmente su encaje en la actual oferta del mercado, aunque auguramos un buen futuro según lo que hemos visto hasta ahora, algo con lo que Mr Yamaki parece estar totalmente de acuerdo.
Ópticas para cinematografía
A pesar de la importancia de las nuevas ópticas presentadas por Sigma en esta edición de la feria, no queremos olvidar el reciente lanzamiento –durante la pasada Photokina 2016– de su nueva serie de objetivos diseñados para cinematografía. Durante los pocos meses que han transcurrido desde entonces, no pocas preguntas nos han venido a la cabeza sobre esta nueva gama, y aprovechamos la amable predisposición de Mr Yamaki para hacérselas llegar.
Le comentamos que existe últimamente una cierta –y muy interesante– tendencia por parte de muchos fabricantes dedicados otrora al mercado puramente fotográfico a ofrecer ópticas de “bajo coste” para cine. ¿Cuál es la motivación particular de Sigma en esta decisión? “En realidad, nos dimos cuenta que muchos usuarios que grababan vídeo utilizaban nuestras ópticas diseñadas para fotografía, y pensábamos que debíamos dar el paso y ofrecer ópticas diseñadas específicamente para ello”, asiente.
Sin embargo, diseñar objetivos para cine es un proceso costoso, así que suponemos que Sigma hace uso de los diseños ópticos ya existentes de su serie Art como punto de partida para sus ópticas de cine. “En efecto, comenzar desde cero –from scratch– sería muy caro”, afirma. Pero, ¿aparte de la reubicación de los elementos mecánicos pertinentes, se añaden nuevos recubrimientos para poder mantener una reproducción del color coherente en toda la gama de ópticas de cine? “Sí, las partes mecánicas son diseñadas nuevamente, pero los recubrimientos aplicados son básicamente los mismos, puesto que los que ya utilizamos en nuestras ópticas de la serie Art son lo suficientemente buenos para ello”, afirma. “De hecho, comparados con otros fabricantes, nuestro color es algo más cálido, lo que a nuestro entender es más conveniente, pues así lo prefieren muchos usuarios de cine”.
Actualmente, Sigma ofrece sus ópticas de cine en diferentes monturas –Canon EF, Sony E y cine PL–, mientras que otros fabricantes disponen de objetivos con monturas intercambiables. Sin embargo, somos conscientes que al incluir contactos electrónicos en las mismas, no sería posible cambiarlas por el mismo usuario, y además, se perdería la colimación correcta, lo que supondría problema para los cinematógrafos. “En efecto, nuestra decisión de optar por un sistema sin monturas intercambiables está motivado por estos hechos. Por otro lado, habrá que estudiar la posibilidad de ofrecer un servicio de conversión de monturas en función de las preferencias de nuestros usuarios”, nos explica el CEO de Sigma.
Nos preguntamos también sobre la posibilidad de que Sigma, en un futuro, introduzca otras gamas de ópticas de cine, además de las ya presentadas. “Actualmente no lo consideramos, pues nuestros recursos son limitados, aunque quizá en un futuro podamos desarrollar una serie de ópticas de enfoque manual con mejores prestaciones”. Asentimos, y preguntamos entonces por la disponibilidad de sus nuevos objetivos para cine en nuestro país. “Por ahora dispondremos de las ópticas para monturas EF y E, mientras que para montura PL llegará más tarde, en abril o mayo seguramente.”, informa Mr Yamaki. “En cuanto al precio, hablamos de unos 4.000 $ para dos nuevos zooms anunciados; en España será aproximadamente el mismo precio en euros, unos 4.000 €“, añade. Se refiere, pues, a los Sigma 18-35 mm T/2 y Sigma 50-100 mm T/2 de la serie High Speed Zoom Line.
Por último, antes de despedirnos de Mr Kazuto Yamaki, no podemos dejar de preguntar si Sigma ha considerado, en algún momento, diseñar un sensor en la línea con el sistema Foveon para cámaras cinematográficas… o incluso, por qué no, un sistema de cámara de cine completo en torno a esta tecnología. Después de sonreír, añade, de nuevo con humildad: “No disponemos ni de los recursos ni de los conocimientos suficientes en este segmento todavía; además, la complejidad del sensor Foveon, con sus tres capas de datos, complicaría su diseño para sistemas de imágenes en movimiento, que requieren procesar ingentes cantidades de datos”, concluye. Quizá en un futuro…