Una nueva investigación de la australiana Universidad de Flinders, revela que la extinción de especies de plantas o animales sujeta a los cambios ambientales extremos aumenta el riesgo de un efecto dominó en la extinción de las mismas que podría aniquilar toda la vida en la Tierra. Este sería el peor escenario de lo que los científicos llaman 'coextinciones', donde un organismo desaparece porque depende de otra especie condenada. Los hallazgos, destallados en el artículo Co-extinctions annihilate planetary life during extreme environmental change han sido publicados recientemente en la revista Scientific Reports.
Por lo general se subestima la tasa y magnitud de la pérdida de especies como resultado del cambio climático hasta 10 veces
"Piense en la flor de una planta polinizada por una sola especie de abeja: si la abeja se extingue, también lo hará la planta con el tiempo. Incluso las especies más resistentes inevitablemente serán víctimas de las sinergias entre los impulsores de la extinción, ya que las tensiones extremas hacen que los ecosistemas colapsen", comenta el autor principal del estudio, el Dr. Giovanni Strona, del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea en el comunicado de prensa emitido por la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.
De este modo, investigadores de Italia y Australia simularon unas 2.000 'tierras virtuales' posibles en las que vincularon un gran numero de especies de animales y plantas. Usando modelos sofisticados, sometieron las tierras virtuales a cambios ambientales catastróficos que finalmente, en todos los casos acabaron con la aniquilación de toda la vida en la Tierra.
Por citar algunos ejemplos de los tipos de catástrofes que simularon los científicos, entre ellos se incluyeron desde el calentamiento global descontrolado, hasta escenarios de "invierno nuclear" después de la detonación de múltiples bombas atómicas o el gran impacto de asteroides. "Lo que intentamos probar es si la tolerancia a variables como el calentamiento o enfriamiento global extremo de diferentes especies, es suficiente para explicar las tasas generales de extinción. Pero debido a que todas las especies están conectadas en la red de la vida, nuestro documento demuestra que incluso las especies más tolerantes – o resistentes- finalmente sucumben a la extinción cuando las especies menos tolerantes de las que dependen desaparecen", añade Strona.
"Al no tener en cuenta esta coexistencia entre especies, por lo general se subestima la tasa y magnitud de la pérdida de especies enteras como resultado del cambio climático hasta 10 veces", dice el profesor Bradshaw, de la Universidad Flinders en Australia Meridional y coautor del estudio.
Toda la vida está relacionada
Bradshaw y el Dr. Strona afirman que sus escenarios virtuales advierten a la humanidad de no subestimar el potencial impacto de la coextinción de especies. "No tener en cuenta este efecto dominó ofrece una perspectiva poco realista y extremadamente optimista sobre el impacto del cambio climático futuro", advierte Bradshaw.
5 o 6 ºC de calentamiento promedio a nivel mundial son suficientes para eliminar la mayor parte de la vida en el planeta
Puede ser difícil imaginar cuánto importa la desaparición de un pequeño animal o planta, pero los autores sostienen que rastrear el efecto de la extinción de las especies hasta la aniquilación total demuestra cómo la pérdida de solo una de ellas puede amplificar los efectos del cambio ambiental en el resto.
"Otro descubrimiento realmente importante fue que en el caso del calentamiento global, en particular, la combinación de la intolerancia al calor combinada con las coextinciones significa que 5 o 6 grados centígrados de calentamiento promedio a nivel mundial son suficientes para eliminar la mayor parte de la vida en el planeta", dice el Dr. Strona.
Bradshaw a su vez también advierte que su trabajo muestra cómo el calentamiento global propicia "cascadas de extinción" de la peor manera posible, en comparación con las extinciones contempladas de aisladamente y de manera aleatoria.