A mediados del año pasado, durante la edición del MWC 2017 que se celebró en Shanghai, Samsung anunció la familia de sensores ISOCELL destinados a equipar dispositivos compactos como los smartphones.
Tal como se reveló meses atrás, Samsung ha estado incrementado su producción de sensores de imagen para plantar cara a Sony, líder indiscutible en este sector hasta la fecha, y cuyos captores se encuentran en cámaras de muchos fabricantes pero también en terminales de fotografía móvil.
Samsung develó hace unos días dos nuevos sensores de la marca ISOCELL Bright, diseñados para ofrecer imágenes con un alto nivel de detalle y bajo ruido en condiciones de luz escasa. En concreto, los nuevos captores –de nombre GM1 y GD1– disponen de 48 Mpx y 32 Mpx – respectivamente–, unas resoluciones muy elevadas para el terreno de la fotografía móvil, pero que tratan de dar respuesta a las últimas demandas del mercado y, como mencionamos más arriba, competir con su equivalente en Sony, que anunció un sensor similar hace apenas unos meses.
Por un lado, estas extremadamente altas resoluciones permiten implementar potentes sistemas de zoom “híbridos“, cada vez más frecuentes en los smartphones de gama media y alta. Por otro lado, la posibilidad de ofrecer una calidad de imagen adecuada en condiciones de baja luz, gracias a la combinación de cuatro píxeles como si de un solo se tratase, lo que permite aumentar el tamaño equivalente de píxel. Algo similar a lo que ya hacen otras compañías para mejorar el rendimiento en estas condiciones.
En este caso concreto, la tecnología Tetracell –así se hace llamar en Samsung– trabaja con el limitado tamaño de píxel nativo de estos sensores –de apenas 0,8 µm– para dar lugar a un equivalente de 1,6 µm, con la consiguiente reducción de resolución por el mismo factor, es decir, 12 y 8 Mpx, siendo estos últimos valores más habituales en la práctica.
Una tecnología muy similar a la de su equivalente en Sony, que la compañía japonesa denomina Quad Bayer, y por la cual se combina también la información de 4 píxeles para formar uno más “grande”. En el caso de Sony –con su modelo IMX586– coinciden también los tamaños de píxel, con 0,8 µm para los nativos y 1,6 µm para los equivalentes combinados.
Así pues, gracias a estos nuevos modelos, Samsung puede ofrecer sensores compactos –con un aprox. 25% de la superficie de un captor de 1″– pero con una gran flexibilidad que permite adaptarse a las necesidades de cada escenario. Asimismo, ambos sensores están equipados con un sistema de estabilización electrónica –basado en el uso de giroscopios– y, en el caso del modelo GD1, se implementa también una funcionalidad de HDR en tiempo real, como encontramos en los últimos modelos de la competencia.
Según Samsung, estos sensores empezarán a fabricarse en masa a finales de año, por lo que es bastante posible que puedan equipar los próximos modelos de smartphone de alta gama de la firma surcoreana, en especial, el futuro Galaxy S10.
Más información en la nota de prensa oficial.