Si se piensa en las primeras experiencias que se tuvo como usuario en Facebook, es bastante probable que tengan poco o nada que ver con lo que ahora marca cómo usamos la red social y lo que sentimos que es relevante en ella. Si se pregunta a los usuarios tienen claro que lo que recuerdan de entonces no es lo que ahora tienen entre manos. De entrada, eran mucho más abiertos a compartir de todo y a aceptar de todo. Como recuerda una usuaria, antes todo el mundo que pedía su amistad se convertía rápidamente en su amigo. Ahora, añade otra usuaria, todo está rodeado de muchos más filtros.
Hasta en el modo en el que se accede a los contenidos y en el modo en el que se gestionan los perfiles las cosas han cambiado. Aquellos perfiles de usuario de los primeros años, en los que se añadían cosas y tus amigos sumaban más (como por ejemplo aquellas peceras en las que tus amigos podían alimentar a tus peces), parecen a años luz de lo que ahora es la experiencia estándar de Facebook.
Para los responsables de marcas y de páginas, las cosas también han ido cambiando mucho. Lo que funcionaba hace unos años en Facebook ya no es lo que funciona ahora y lo que se podía hacer está muy lejos de lo que se puede hacer ahora.
No se trata ya solo de que hayan cambiado las funcionalidades de la red social, sino que también los propios ajustes y reajustes que Facebook ha hecho en su algoritmo y en cómo este presenta la información a sus usuarios en el feed de contenidos han impactado en el alcance que logran y en lo que pueden conseguir de sus audiencias. No hay más que pensar en lo que les ocurrió a tantas páginas que habían basado su éxito en los vídeos en los últimos tiempos y que con ellos habían puesto todas las fichas a Facebook. Algunas han acabado volviendo a abrir sus webs propias y otras han simplemente cerrado, porque su negocio ya no era sostenible.
Pero Facebook, tal y como lo conocemos, no es la versión definitiva de la red social. De hecho, es más que probable que la compañía realice ajustes en lo que se está ofreciendo al mercado y que el Facebook que hoy conocemos no tenga nada que ver en realidad con el que conoceremos en el futuro inmediato. Como apuntan en The Atlantic, el Facebook de hoy poco tendrá que ver con el Facebook de 2020. Y, no olvidemos, de eso solo nos separan dos años.
La última obsesión: las Stories
Las claves de hacia dónde irá Facebook y cómo cambiará se pueden encontrar en lo que los números de la red social dicen ahora mismo y en lo que sus directivos están apuntando y señalando de forma recurrente. En sus últimos resultados, Facebook reconoció que el crecimiento de nuevos usuarios era lento y también que la esencia de cómo se accede a la información en la red social se había quedado un tanto desfasada. El feed de noticias se ha pasado de moda y Facebook está intentando llevar a sus usuarios hacia otras vías.
Como apuntan en el análisis del medio estadounidense, desde las apps de mensajería hasta la apuesta por el vídeo pasando por las nuevas características más de comunidad (como su servicio de citas o el de ventas) hasta la campaña que hacen para posicionar las Stories, todos esto se puede leer en clave de cambio. Son los elementos que ocuparán el espacio que el feed va a dejar.
De hecho, se podría decir que las Stories se están convirtiendo en la última cuestión favorita de Facebook, en lo que venden en toda posible ocasión (como, por otra parte, hacían con el vídeo hace unos años). Facebook ha empezado a servir publicidad en ellas y también a defender cómo impactarán en la industria (no hay que olvidar que ya se están convirtiendo en un negocio millonario para las redes sociales en general). El CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, apuntaba recientemente que veía un futuro en el que la «gente compartirá más en sus Stories de lo que comparte en sus feeds».
Facebook no será cómo lo esperábamos
El cambio podría ser sustancial y revolucionario y podría implicar que el Facebook que hoy se conoce deje de existir, dejando paso a un nuevo espacio y a un nuevo escenario (uno en el que, por cierto, las marcas y las empresas tendrán que aprender a hacer nuevamente las cosas).
Zuckerberg ha hablado en la última conferencia con inversores de pasar de un entorno en el que hay solo un feed a uno en el que hay un feed con además Stories. La compañía tendrá que crecer más lentamente durante un período pero es algo que están dispuestos a aceptar. «Creo que esto es el futuro», ha dicho Zuckerberg (que también ha comparado el cambio a lo que supuso pasar de un entorno de escritorio a uno móvil). El cambio también implica reconocer, como recuerdan en The Atlantic, que sus previsiones de cómo serían las cosas estaban mal y que aquellas previsiones de hace años en las que apuntaban que el feed sería vídeo a unos cinco años vista (2019) eran erróneas.
Y todo ello hará que el foco de lo que hacen cambie y que lo apoyen sea completamente distinto. Con lo que se vuelve al punto de partida que defienden en el análisis del medio estadounidense: a unos años vista, Facebook – tal y como lo conocemos – no existirá y habrá dejado paso a otra cosa.