En mi artículo anterior “La Amenaza Amarilla” (I) – 1957-1964″ hablaba de cómo la llegada de las primeras cámaras Japonesas a los mercados occidentales fue probablemente infravalorada en su significado por la industria germana de fabricación de cámaras –entonces dominante–, lo que en menos de dos décadas acabó de facto con ella, con alguna notable excepción. En mi opinión, en este momento podríamos estar ante el inicio de una segunda oleada, en este caso por parte de fabricantes chinos.
La irrupción de las cámaras digitales de óptica intercambiable, “sin espejo” –hace ahora ya diez años– tiene bastante que ver con ello, pero desde hace aproximadamente dos / tres años, se ha producido un cierto cambio de situación. Desde mi punto de vista, aunque para algunos pueda parecer poco significativo, se ha producido un punto de inflexión con la introducción, por parte de la compañía china DJ-Optical y su submarca “7Artisans”, de los objetivos “M50MMF1.1” y “M35MMF2.0”, ambos en montura Leica-M.
Ello no sería nada reseñable –existen ya multitud de ópticas de fabricantes chinos que las ofrecen en esa y otras monturas– si no fuese por un detalle clave: esos dos objetivos disponen de leva para acoplamiento telemétrico para la serie Leica-M y para todas aquellas que comparten bayoneta –Zeiss Ikon, Bessa, etc.–. Igualmente, incorporan la codificación óptica a 6 bit propia de la montura más reciente de los objetivos originales Leica.
Si bien la introducción de una focal ultraluminosa de 50 mm a relativo bajo precio, como es el M50MMF1.1 puede verse como una provocación un tanto anecdótica, la propia del M35MMF2.0 podría –por contra– verse como un torpedo dirigido a la línea de flotación de una referencia tal como el Leica Summicron-M 35 mm f/2 Asph. ¿Tendrá algún fundamento semejante osadía?
Vamos a examinar una tabla comparativa de tres ópticas de la focal de 35 mm y una luminosidad del entorno de f/2:
Fabricante | DJ-Optical | Leica | Leica |
Objetivo | 7 Artisans M50MMF2.0 | Summicron-M 35 mm f/2 Asph. | Summarit-M 35 mm f/2,4 Asph. |
Focal (nominal) | 35 mm | 35 mm (real oficial 35,3 mm) | 35 mm |
Ángulo de toma (nominal) | 63º | 63º | 63º |
Apertura máxima/mínima | 2/16 | 2/16 | 2,4/16 |
Numero de palas | 10 | 11 (8 en la versión probada) | 9 |
Operación | Manual, sin medios clics | Manual, con medios clics | Manual, con medios clics |
Lentes/grupos | 7 / 5 | 7 / 5 | 6 / 4 |
Vidrios especiales | No indicado | No indicado | Alto índice; dispersión anómala |
Lentes aesféricas | No | Una lente | Una lente |
Revestimientos | Múltiples | Múltiples | Múltiples |
Distancia mínima de enfoque | 70 cm | 70 cm | 80 cm |
Diámetro | 45 mm | 53 mm | 52 mm |
Largo (hasta la montura) | 31,8 mm | 34,5 mm | 33,9 mm |
Diámetro de filtro | 43 mm | 46 mm | 39 mm |
Peso | 208,5 g (negro) | 256 g / 340 g (negro / cromado) | 197 / 210 g (negro / cromado) |
Montura | Leica M codificada ópticamente | Leica M codificada ópticamente | Leica M codificada ópticamente |
Precio | 285 € (1) | 3.000 / 3.150 € (negro / cromado) | 1.850 / 1.950 € (negro / cromado) |
Años de producción | En producción | En producción | En producción |
Otras opciones serían el Zeiss Biogon 35 mm f/2 VM –1.040 €– o el Voigtländer Color-Skopar 35 mm f/2,5 –470 €–, un pancake.
Acoplamiento telemétrico: su dificultad constructiva
En un sistema telemétrico, la leva de acoplamiento –una suerte de cuña mecánica circular– interactúa con un “palpador” en el cuerpo de la cámara para accionar el sistema de “coincidencia de imagen”. Para que el sistema sea fiable, el calibrado de cada objetivo –el de la cámara se da por supuesto, como el valor del soldado español– tiene que ser perfecto.
En esto existe una diferencia fundamental con un sistema réflex y mucho más con un sistema de enfoque híbrido y por contraste en una digital “sin espejo”. En el segundo, el enfoque se realiza analizando el mismo en el propio plano focal y sería lo más aproximado al enfoque sobre vidrio esmerilado en una cámara de gran formato. Y en el caso de una réflex –en enfoque manual– se produciría algo parecido siempre que espejo y pantalla de enfoque estén perfectamente ajustados (2).
Pero en cualquiera de estos dos casos, pequeñas diferencias en la distancia de registro de la montura del objetivo serían compensadas por el propio concepto del sistema de enfoque, pero no así en el una telemétrica. De ahí una de las razones –no exclusiva– de lo costoso de un objetivo para este tipo de cámara: asegurar la precisión y ajuste necesario de cada unidad de objetivo que salga de la línea de producción.
La pregunta que surge de inmediato en ese caso sería: ¿cómo es posible ofrecer un objetivo de la misma focal y luminosidad a un precio 10,5 veces inferior al de su “target”, el equivalente de Leica? ¿Tan mala será su calidad? Y avanzar una posible respuesta –no exclusiva– sería: ¡ofreciendo al comprador / usuario la opción de –en caso necesario– realizar una calibración individualizada de ese objetivo para su cámara!
Y por eso, el M35MMF2.0 de 7Artisans se entrega junto con un pequeño destornillador ad-hoc, una tabla de comprobación de la precisión de ajuste de enfoque e instrucciones para el eventual ajuste de la unidad.
El esquema óptico
Al igual que hicieron los japoneses en un principio, algunos diseñadores chinos –de momento– no “inventan” nada y “tiran” de un diseño clásico, como es un esquema Sonnar de Carl Zeiss, al igual que lo hace el Biogon 35 mm f/2 actual de Zeiss. Aunque el Biogon emplea más lentes –sigue un esquema 9/6– el planteamiento del 7Artisans 35 mm f/2 es básicamente el mismo. Ambos difieren, sobre todo en lo referente a la lente frontal, del diseño del Summicron-M 35 mm f/2, debido al diseño aesférico de este último. El Summarit-M 35 mm f/2,4 Asph. es –por su parte– un derivado del angular Summicron.
7Artisans M35MMF2.0 – En la mano
El objetivo 35 mm f/2 de 7 Artisans viene presentado en una bonita doble caja negra, de acabado muy cuidado. Quizá con materiales no tan buenos como los de Leica, pero se ve claramente hacia dónde “apuntan” estos artesanos. En el interior, un alveolo en gomaespuma negra, y tapas superior e inferior en igual material aseguran la protección. En el fondo, instrucciones (3), la garantía, una bolsa de paño gris y lo más curioso: una tabla-mira para ajustar una posible desviación del ajuste del enfoque –plegada en zig-zag– junto con una bolsa que contiene un minúsculo destornillador para realizar un eventual ajuste.
La mayor sorpresa llega cuando se extrae el objetivo de la clásica bolsita de plástico: el aspecto es magnífico y los acabados –al menos a primera vista– equivalentes en calidad a los de un objetivo Voigtländer, Zeiss o Leica, por ese orden. Por si fuera poco, se observa que la montura lleva la codificación óptica a 6 bit, que comunicaría a los cuerpos Leica-M digitales correspondientes “quién es”, a fin de que el firmware de una cámara digital pueda realizar correcciones de –por ejemplo– viñeteo.
El objetivo es pequeño, compacto, con la sensación de densidad justa, y llama la atención la escala de profundidad de campo, de dimensiones muy generosas –que facilitará un enfoque a hiperfocal– con marcas para f/16, f/11, f/8, f/4; lástima que falten las indicaciones para f/5,6, que se podrían haber marcado con un índice y que sí que incorpora el Summicron, además de las de f/2,8 a incluso f/2.
El enfoque es de arco de recorrido bastante corto, suave, y se ve ayudado por la clásica “palanca” tipo Leica. Los “clics” del aro del diafragma encajan con firmeza y suavidad –aunque no con la sedosidad de los del Summicron-M– y quizá se echen en falta los “medios–clics” de la óptica de Leica y naturalmente los “tercios de clic” del Biogon de Zeiss. Todas las indicaciones están grabadas y pintadas primorosamente. Disponemos de indicaciones para ∞; 5m; 3m; 2m; 1,5m; 1m; 0,8m y 0,7m. Por su parte, en el Summicron las indicaciones son para ∞; 10m; 5m; 3m; 2m; 1,5m; 1,2m; 1m; 0,8m; y 0,7m.
La tapa frontal, metálica, también de buena factura general, acopla sin embargo de forma un tanto holgada, y es de temer que la perdamos pronto. En el frontal del objetivo –en este caso en serigrafía– figuran las inscripciones “DJ-Optical”, y “7Artisans”, además de la numeración; esta última en tipografía quizá demasiado grande para mi gusto. El M35MMF2.0 monta rosca para filtros de Ø 43 mm frente a la de Ø 39 mm del Summicron-M, y se comercializa sin parasol. Personalmente he optado por uno metálico, “ventilado”, de “BlueBeach” de un acabado más que bueno… ¡al precio de 7 €!
Acoplada la óptica sobre una Leica-M, se activan los marcos luminosos para la focal de 35 mm, al tiempo que –debido a la codificación óptica– el M35MMF2.0 aparece en los datos EXIF como si fuese un… ¡Summicron-M 35 mm f/2 Asph.!
El ajuste de la cuña telemétrica
Ha habido comentarios acerca de unidades de 7Artisans 35 mm f/2 que llegaron perfectamente ajustadas, pero no ha sido el caso de la mía: ya enfocando a infinito pude comprobar que había una discrepancia importante. ¡A calibrar tocan! Llegados a esta necesidad, el modus operandi depende radicalmente de si disponemos de una Leica –o equivalente– con un sensor que permita Live-View o de una que no lo permita, bien por el tipo de sensor –CMOS o CCD– bien porque sea una pura y simple unidad para película, una “analógica”.
Baste decir que la operación es mucho más sencilla en el primer caso que en el segundo, ya que en el primero, podemos comprobar la precisión del enfoque en la pantalla –o en el visor electrónico accesorio a nivel del ojo– y ello con ayudas de aumento o por focus peaking. En el segundo, tras cada manipulación, tendríamos que cargar película y hacer unas tomas de prueba (4).
Para corregir, aflojamos los dos minúsculos tornillos de bloqueo –para eso se incluye en el kit el destornillador– y giramos la leva telemétrica levemente –entre medio y un milímetro– bien en sentido anti horario –si el foco queda lejano– bien en sentido horario –si el foco queda próximo–. Conviene comprobar el ajuste para dos metros, pero en nuestro caso lo he realizado también para infinito y 80 cm. Comprobaremos la correcta correspondencia entre el telémetro de coincidencia y el foco en Live-View o en el plano focal (5).
Dada la precisión constructiva de las cámaras Leica, si calibramos el objetivo mediante Live-View, podemos esperar que quedará perfectamente ajustado para aquellos otros cuerpos de cámara analógicos o dotados de CCD de que dispongamos (6).
El procedimiento es relativamente sencillo para aquellos que hayan calibrado, –por ejemplo– un telémetro Kalart –Speed Graphic–, y por el contrario un tormento o casi “misión imposible” para los timoratos o los impacientes, sobre todo si no se dispone de una cámara telemétrica que incluya modo Live View. En todo caso, hacen falta unas buenas gafas-lupa y siempre acechan riesgos tales como que se parta la cabeza de uno de los ya citados minúsculos tornillos. Otro fallo que estimo que se podría producir a la larga es que se aflojen los tornillos y se pierda el ajuste. En mi caso, tras el ajuste, los he bloqueado con una pequeña gota de laca que permitiría soltarla y realizar un nuevo ajuste.
Todo esto debe hacer pensarse seriamente la compra o no de un 7Artisans 35 mm f/2 a aquellos que no dispongan de un mínimo de paciencia y destreza mecánica. En mi caso particular –y soy perfeccionista en estos temas– la operación de ajuste me llevó aproximadamente una hora, comprobando sobre dos cámaras. Pero –antes de comprobar el rendimiento óptico– en este apartado tenemos parte de la justificación del… ajustado precio: ajuste Ud. mismo su unidad… si es capaz de ello.
Rendimiento – 7Artisans 35 mm f/2 vs Leica Summicron-M 35 mm f/2 Asph.
Superados aspectos tales como acabado, tacto de uso, y ajuste del enfoque, estoy razonablemente seguro de que lo que más interesa a los lectores es el rendimiento de esta óptica low cost. Para resolver posibles dudas, hablaré de viñeteo, distorsión, resolución… y alguna cosa más.
Viñeteo
No hay angular que no viñetee, debido a la “ley del coseno”, ya que la luz que llega a las esquinas del fotograma recorre –salvo diseño telecéntrico 100%– un camino más largo. Para esta prueba de laboratorio he utilizado una Leica Monochrom Typ 246 –última generación–, tanto sin activar la compensación por firmware de dicho viñeteo, como activándola. En el caso del 7Artisans –para esta segunda opción– el sistema “ha tirado” del código de 6 bit de la montura y en el caso del Summicron he introducido el código a mano, vía menú, al no incorporar esa unidad óptica concreta dicho código.
El resultado es interesante: el 7Artisans, con su diseño más antiguo Sonnar –Biogon– viñetea más que el Summicron-M aesférico, pero no es algo escandaloso. En cuanto al sistema de compensación de viñeteo de la Leica Monochrom Typ 246, realiza una tarea bastante, buena, limpia “sin pasarse”, ya que el hecho de “levantar” mucho esas esquinas aumentaría el ruido. A partir de f/8 el viñeteo queda estabilizado y de ahí que no se incluyan los valores de f/11 y f/16. El grado de viñeteo puede variar según las características del sensor y será –probablemente– mayor en cámaras mirrorless distintas de las Leica, que por lo general incorporan habitualmente “paquetes” de filtros más gruesos en su sensor que las cámaras de Wetzlar.
Distorsión
El “M35MMF2.0” de 7Artisans muestra una apreciable distorsión en barrilete, de la que está casi libre el Summicron-M 35 mm f/2 Asph., que la tiene –en muy menor grado– en acerico. Cuando digo “apreciable” indico que se deja notar –solo en sujetos geométricamente perfectos–, pero no se trata de algo exagerado. Respecto a la distorsión, hay que tener en cuenta que la nativa del M35MMF2.0 es en barrilete y la nativa del Summicron-M 35 mm f/2 Asph. lo es en acerico, en “sentido contrario”. Si consentimos que un cuerpo Leica con codificación a 6 bit “lea” los datos de compensación de distorsión de la óptica de 7Artisans… ¡Reforzaremos la distorsión en barrilete del mismo! Ello se debe a que el M35MMF2.0 le “susurra” a la cámara “que es” un Summicron-M 35 mm f/2 Asph…
Resolución
Se han realizado unas tomas de control a todos los valores de abertura de diafragma y espero que los lectores disfruten comparando los archivos a plena resolución. Os brindo, tras las dos primeras imágenes, algunas pautas y observaciones personales.
A primera vista se puede apreciar la ligera distorsión en barrilete del 7Artisans y que su focal es ligeramente más corta (7) que la del Summicron. Puesto que el foco está ajustado sobre el frontal del viejo aparato de aire acondicionado, las zonas a observar preferentemente son las que están en ese mismo plano o muy próximas a el: centro del mismo –observad el sutil rastro de “Roca”– esquina superior izquierda oxidada del aparato y “patas” del mismo, incluyendo las telarañas de la de la derecha. Para valores como f/8 y más cerrados, podemos explorar toda la imagen, que ya está en zona de “profundidad de campo”.
Aunque este tipo de observación tiene su componente subjetiva, a plena apertura de f/2 ya nos podemos llevar alguna sorpresa: en la zona de óxido de la esquina superior izquierda, ninguna de las dos ópticas es “para tirar cohetes”, pero el 7Artisans es de calidad algo superior al Summicron. En el centro, notaremos pocas diferencias y en el lado derecho inferior del aparato observaremos lo mismo. No está mal para comenzar, cuando el factor diferencial de precio… ¡es de 10,5:1! Pero, sigamos.
A f/11 ambos objetivos alcanzan el que es probablemente su máximo rendimiento. En teoría estarían limitados por difracción para f/8-11, pero como los dos tienen una focal ligeramente mayor de la nominal, se ve que “aguantan” bien hasta f/11. Para ese valor notaremos poca diferencia en las esquinas superior e inferior izquierda del veterano aparato de climatización entre las dos ópticas y para la esquina derecha inferior del mismo, si nos apuran “da” casi mejor el 7Artisans, quizá precisamente por su focal algo mayor, que genera una imagen de mayor aumento.
Como pienso que los lectores pueden estar interesados en explorar resultados para valores intermedios de abertura de diafragma, los ofrezco también para el 7Artisans a f/2.8; f/4; f/5,6; f/8 y f/16 y para el Summicron-M, igualmente a f/2,8; f/4; f/5,6; f/8 y f/16.
Muestras
Nota: todas las imágenes siguientes han sido tomadas mediante cámaras digitales de 24 Mpx. y se muestran sin postproducción ni aplicación alguna de perfiles de objetivo. Las tomas en color son conversiones directas de RAW a JPEG y las monocromas, directas desde cámara. En su caso, se indican aquellas que son escaneos a partir de película.
Tomadas a f/8, ¿podrías notar gran diferencia? Es cierto que el Summicron abarca algo más de campo, y no lo es menos –si observamos la línea del suelo– que el 7Artisans distorsiona un poco en barrilete, al tiempo que viñetea algo más…
La capacidad de foco selectivo y el bokeh, son más que interesantes, y la nitidez en el eje enfocado, más que satisfactoria.
Esta situación, al contraluz de un atardecer, se planteó de forma súbita. Como pensé que podía “romperse” en cualquier instante –como así ocurrió– ajusté a hiperfocal para f/8 y disparé rápido. De ahí el horizonte algo torcido… Pero esa rapidez de uso es una de las ventajas de este tipo de óptica de enfoque manual y amplia escala de profundidad de campo, así como de las cámaras telemétricas.
El detalle y contraste en las zonas enfocadas de la imagen, deja bien poco que desear…
La distorsión en barrilete, “está ahí” en los azulejos, no se puede negar, y en este caso particular, casi “acompaña” al abrazar sutilmente al sujeto principal…
¡Qué placer! Recuperar el disparo con película para diapositivas, sin opción de hacer “chimping”… Claro que para eso no es imprescindible un objetivo “low cost”, pero no deja de ser una incitación. De paso, nos certifica en el buen ajuste realizado sobre la cuña telemética.
Diafragma, revestimientos y flare
El conflictivo tema del flare
El comportamiento del 7Artisans 35 mm f/2 frente a las fuertes luces de contra –posibles originadoras de manifestaciones de flare por luz parásita– nos ha parecido muy peculiar, en determinados casos contradictorio, y en otros… fuertemente conflictivo. Veamos primero las dos imágenes de más abajo.
Al mismo valor de abertura de diafragma y con el sol del atardecer metido de lleno en el encuadre, podría decirse incluso que el objetivo de Leica –a la derecha– sufre más de flare y de eso que se ha venido en llamar –no muy a mi gusto– “imágenes fantasma”. Ahora, pasemos a la imagen de abajo, la siguiente, en las Bodegas Tio Pepe de González Byass, en Jerez de la Frontera…
Basándonos en esta imagen, podemos comprobar que la óptica de DJ-Optical ofrece una resistencia francamente buena a la pérdida de contraste por flare en ciertas situaciones de luz de contra.
Tampoco hay gran problema –ver imagen de arriba– con una cierta luz de contra lateral. Ahora, veamos que ocurre si en una situación casi idéntica osamos cambiar el encuadre, haciendo que la fuente de luz de contra quede justamente en un lateral…
¡Vaya!… El tremendo efecto de flare por luz parásita se produce en esa circunstancia tanto en el lado izquierdo como en el derecho del fotograma y para todos los ajustes de abertura de diafragma, aunque en este caso lo muestro para f/4 y en el lado izquierdo.
Dado que el M35MMF2.0 de 7Artisans incorpora multirrevestimientos en todas sus lentes, así como un diafragma de palas muy cuidadas, de acabado mate, mi teoría es que el problema se origina en los bordes de una o más lentes, que, bien no han sido oportunamente lacadas en negro, bien reflejan en alguna parte del barrilete.
La cuestión es que si empleamos el objetivo mediante adaptador sobre una cámara sin espejo (7), veremos claramente el efecto –defecto en este caso– y lo podremos soslayar cambiando ligeramente el encuadre, y lo mismo si es una telemétrica digital, si hacemos un poco de “chimping”; pero si estamos fotografiando con una analógica… la poco agradable sorpresa llegará con el revelado del rollo, ya que he comprobado que el problema no se debe a posibles reflejos entre la lente posterior y los filtros del sensor de una cámara digital, dado que también se produce sobre película. A destacar que se trata de un fenómeno poco frecuente, pero que “los siete artesanos” tendrían que tratar de resolver lo antes posible.
Conclusiones
El M35MMF2.0 de 7Artisans ofrece una sorprendentemente favorable relación precio/prestaciones, si recordamos que cuesta 10,5 veces menos que el Leica Summicron-M 35 mm f/2 Asph. El nivel de viñeteo es mayor, la distorsión lo es igualmente y siendo la resolución algo menor, pero no escandalosamente menor. También las aberraciones cromáticas son más notables, pero –igualmente– no exageradas. La codificación óptica a 6 bit es un plus a tener en cuenta para aquellos que decidan utilizar la óptica sobre un cuerpo Leica que ofrezca en la montura la capacidad de lectura correspondiente, sobre todo en lo que concierne al viñeteo.
En la parte táctil y de acabado, aún un poco por debajo de las ópticas de Leica, Zeiss y Voigtländer, hay realmente muy poco que objetar: solo una comparación lado a lado permite apreciar esas diferencias y el objetivo de 7Artisans es una delicia de manejar, tanto sobre una telemétrica de montura Leica-M como –mediante adaptador– por ejemplo sobre una Sony de las series α7/α9, con las que se puede disfrutar de la ayuda, bien del focus peaking, bien del aumento en el visor de la parte sobre la que deseemos realizar el enfoque.
Quedan dos inconvenientes de cierta relevancia. El más importante a mi juicio es del particular y excesivo flare en circunstancias muy concretas de iluminación y encuadre. Los responsables de 7Artisans deberían localizar el problema –apunto, como he indicado más arriba, a unos bordes de lentes no protegidos o alguna parte del interior del barrilete– y solucionarlo.
El segundo, es relativo, y no es otro sino la eventual necesidad de realizar un ajuste personalizado de la leva telemétrica: tal como he avanzado, para algunos usuarios puede resultar un obstáculo difícil de salvar. Para otros, por el contrario, puede resultar muy atractivo poder afinar al límite su conjunto de objetivo y cámara. Hay que reconocer que –para la fábrica– ser un poco laxos en el ajuste citado y dejar en manos del usuario el eventual ajuste, sí que supone un importante ahorro de tiempo y el muy ajustado precio de la óptica sería la justificación.
Por supuesto que para usar la óptica sobre una mirrorless ello no supone ningún problema, ya que la leva o cuña telemétrica no tiene en ese caso función alguna.
En todo caso, por 285 € parece una excelente compra si buscamos un 35 mm f/2 con un toque y estilo… Leica.
La “Amenaza Amarilla”… china
Algunos fabricantes chinos comenzaron hace años con burdas adaptaciones de objetivos CCTV –cámaras de vídeovigilancia– a monturas de cámaras mirrorless, pero, dado que hace tiempo que distintos fabricantes japoneses de cámaras y objetivos decidieron crear factorías y formar personal especializado en tallado, pulido de lentes, revestimiento y montaje de las mismas en barriletes y todo lo relacionado con la industria auxiliar, es lógico que, con el tiempo, se vaya trasvasando ese know how hacia emprendedores independientes, tales como son los miembros de 7Artisans, que parecen disponer de un “plus” adicional de pasión al haberse decidido entrar en el minoritario segmento de las ópticas en montura Leica M con leva de acoplamiento telemétrico, algo particularmente difícil de realizar.
Personalmente, he tenido ocasión de visitar alguna fábrica china de objetivos y cámaras, y puedo asegurar que… “saben lo que se guisan”. Laowa, Yongnuo, Kamlan, Mitakon, Meike, Neewer, NiSi y por supuesto 7Artisans, son nombres que hace muy poco tiempo eran desconocidos y que ahora –algunos de ellos– cada vez suenan más fuerte.
Es cierto que la industria de ópticas –y cámaras– fotográficas japonesas es lo que llaman los anglosajones “a moving target”, esto es, “una diana en movimiento”, difícil de alcanzar, pero… “La Cina è vicina”.
(1) Adquirido por el único conducto disponible en el momento de generar este artículo –el sitio oficial en China de 7Artisans, vía Amazon– el objetivo llegó por Correos, desde un centro de distribución de Alemania –no de Amazon– y sin cargos de aduanas.
(2) En las cámaras réflex la precisión del AF puede dejar mucho que desear, por seguir caminos ópticos distintos la exploración de la señal óptica y los rayos formadores de la imagen, problema eliminado en las mirrorless, ya que el AF se realiza por las señales recabadas del sensor.
(3) La versión inglesa es muy mejorable: habrá que darles un poco de tiempo…
(4) Solo los más expertos sabrán pergeñarse un artefacto al estilo de Miyazaki San, conformado por una pantallita esmerilada y una lupa , para poder comprobar el foco en el plano focal, con la cámara en “B”. Un pequeño secreto: un visor de capuchón de una Exakta, permite hacer esas funciones.
(5) A notar que el telémetro de algunas cámaras Leica modernas permite –con algunos objetivos– marcar “un poco más allá” del tope de infinito.
(6) Ofrecen Live-View aquellas cámaras Leica que incorporan sensor CMOS –M9, Monochrom, M10, M10-P– y –naturalmente– emplearemos ese modo en todo caso en aquellas cámaras sin espejo en las utilicemos el objetivo mediante adaptador.
(7) Ello podría hacerle un digno candidato para utilizarlo sobre una Leica CL, que que esta solo incluye marcos luminosos –fijos– para las focales de 40 mm, 50 mm y 90 mm.