La semana pasada Venus Optics anunció de forma oficial su Laowa 24 mm f/14 2x Macro Probe, un peculiar objetivo macro provisto de una sonda integrada. Como ya comentamos entonces, no se trata de la primera vez que vemos esta óptica, y ya desde Photokina 2016 se han ido mostrando versiones preliminares.
Ahora, casi dos años más tarde, el fabricante chino se ha decidido finalmente a lanzarlo al mercado, mediante una campaña de micromecenazgo –crowdfunding– en Kickstarter. Su precio, que rondará los 1.500 €, no es precisamente asequible, pero tampoco estamos hablando de un objetivo común, sino de algo muy peculiar.
Si bien se prevé que las primeros unidades se envíen durante el próximo mes de septiembre, ya en la pasada feria CP+ 2018 de Yokohama tuvimos ocasión de realizar una primera toma de contacto con uno de los prototipos disponibles en el estand de Venus Optics; compartía espacio con sus dos novedades recién presentadas, el ultra gran angular Laowa 9 mm f/2,8 Zero-D y el macro Laowa 25 mm f/2,8 2.5-5X Ultra Macro, más “convencional” que el que aquí nos ocupa.
El elemento más destacable del Laowa 24 mm f/14 2x Macro Probe es, sin duda, su prominente sonda integrada, que se combina con una focal particularmente angular para una óptica “macro”, así como una apertura máxima poco habitual en este terreno, de f/14. Todo ello con la idea de ofrecer otro tipo de capturas, en las que el entorno del sujeto fotografiado forma parte de la imagen, a diferencia de las tomas “macro” más habituales, donde debido a la muy limitada profundidad de campo, el sujeto queda totalmente aislado.
De hecho, Venus ha diseñado el objetivo de forma que el diafragma se pueda cerrar hasta f/40, con el consiguiente aumento de la profundidad de campo. Se trata de una óptica de enfoque manual, y en el barrilete podemos encontrar un generoso anillo de enfoque con escala de factores de reproducción incluida, pudiendo llegar hasta el ratio 2:1 especificado.
La construcción –en metal– parece robusta, al igual que sus acabados, aunque no se podría exigir menos si nos atenemos a su precio. Diseñado para sensores de “formato completo” (24×36 mm), el nuevo objetivo de Venus estará disponible para cámaras réflex en monturas Canon EF y Nikon F, pero también para cámaras sin espejo de montura Sony FE, además de una versión para montura de cine Arri PL. En el estand de la feria solo se contaba, sin embargo, con una versión para Canon.
Está claro que fotografiar con este objetivo supone una aproximación diferente a la que estamos acostumbrados, aunque lo que es válido para otras ópticas “macro” sigue siendo válido aquí. La necesidad de usar trípode o cualquier otro tipo de apoyo es básica para obtener tomas nítidas, pues cualquier mínima desviación supone perder el foco del sujeto.
Uno de los aspectos más interesantes de este objetivo es la posibilidad de fotografiar bajo el agua, puesto que la sonda –que actúa como tubo de aproximación– está sellada. Además, el frontal cuenta con luces LED para poder iluminar el sujeto, algo especialmente útil para una óptica que “abre” solo a f/14.
Aún así, es necesario “tirar” de altos niveles de ISO para compensar estos diafragmas cerrados, sobre todo para fotografiar sujetos en movimiento.
En nuestro caso, pudimos comprobar que este aspecto “sumergible” no estaba exento de problemas, pues el frontal del objetivo mostraba evidentes marcas de condensación debido seguramente a un sellado incorrecto. Recordemos que el objetivo probado era aún un prototipo y confiamos que las versiones finales hayan solucionado estas deficiencias.
Esperamos poder poner a prueba en breve algunas de estas unidades finales en cuánto estén disponibles, y comprobar así las capacidades de este extravagante objetivo con más detenimiento. En cualquier caso, se trata de un movimiento atrevido por parte del fabricante chino, que aporta algo de originalidad en el gran elenco de ópticas del mercado.